Entre tanto blues vindaloo y volcán rubio, se me olvidó ayer que Fiouck el Tomate cretino celebraba dos años de blog. 730 días de undia-undisco.net. Esta vez no aprovecharé para echar un vistazo al histórico de entradas, ya le dediqué un post entero a esta tarea fastidiosa al celebrar el fin de 2014. Lo que sí me voy a hacer es un regalo; porque claro, si cuento contigo, carbón. Radioactivity, ese es mi regalo.
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Can – Tago Mago
Qué guapo sale mi John Lydon en la portada de su nuevo libro, La Rabia es Energía. Me enteré ayer de que había sacado una nueva autobiografía –después de su famosa No Irish, No Blacks, No Dogs, de 1994-, al recibir vía whatsapp la foto de la portada de la edición francesa, ya que no hay fecha de publicación en España. Como era de esperar, reparte gran cantidad de soplamocos a un montón de idiotas mentirosos, como la Vivienne Westwood, que se atrevió a reclamar la paternidad del título de la canción Anarchy in the UK. Por dios Vivienne, ¿te importaría volver a tus frufrús para doncellas de Ascott y dejar el rock en paz?
Popol Vuh – Aguirre
Esta mañana estuve dando un enésimo repaso a mi “colección” de vinilos, en busca de una buena idea para la entrada de hoy. Good Fiouck, que acumuló antiguallas a lo largo de los años pensando en que un día le sacarían de apuros. Quiero decir, en los 80’s, ya sabía que un día tendría un blog en internet, fíjate qué espabilado. Y eso que de “colección” le queda poco. Después de tantas mudanzas, ladrones de poca monta y amigos impresentables que no devuelven lo prestado, podrían caber en una caja de zapatos. Vale que zapatos grandes, pero aún así, duele.
Ivan Rebroff – Kalinka
Iván Rebroff no era ruso. Cuando me enteré, hace relativamente poco, me dio un patatus. Durante años este enorme artista –quiero decir, enorme físicamente-, mintió a consciencia sobre su pasaporte, “vendiendo” una imagen de ogro soviético simpático en los miles de conciertos y espectáculos que dio alrededor del mundo durante cuarenta años. Cuando en realidad, era alemán, de Berlín. Los que lo sabían nunca le traicionaron, dejando que se forrara sobre una gran estafa –The Great Volga Swindle, con música de Aleksei Lydon y Yuri Vicious-. Sí que es grave. A mi de pequeño me impresionaba no sólo por su talla o su voz, sino porque era ruso. A principios de los 70, no teníamos mucha ocasión de cenar con un ruso en pantalla. Me parecía súper exótico, me lo imaginaba tumbando a soplamocos a decenas de renos ariscos en la tundra. Y resulta que era berlinés. Porca miseria.
George Kranz – Din Daa Daa
Fiouck’s Summer Series #18.
Hace mucho me regalaron un hermoso libro sobre los planetas del sistema solar. El autor contaba la historia geológica de cada uno de ellos, añadiendo para la Tierra, la evolución animal y vegetal. Estaba maravillosamente bien escrito, por lo que el aspecto divulgación científica no se hacía pesado. Hablaba en particular de una época en el proceso darwiniano –tengo memoria de pez, no recuerdo su nombre ni de cuantas decenas de millones de años estamos hablando- en la que la naturaleza se había propuesto imaginar y concebir todas las formas de vida, de todos los colores y tamaños posibles. Arañas de medio metro de diámetro –¿son gritos femeninos los que se escuchan a lo lejos?-, libélulas de ochenta centímetros de envergadura, escolopendras de tres metros de largo. Afortunadamente, la naturaleza es sabia, rectificó a tiempo, por lo menos en cuanto a tamaño se refiere. No me veo persiguiendo con la escoba a un arácnido peludo más grande que el perro.
Hauschka – Abandonned City
Dieses klavier ist sehr schön –este piano es muy bonito-. Good Fiouck, cinco años estudiando alemán de joven, para rescatar con mucha dificultad esta frase penosa y cutre. Eso sí, no caí en la trampa, piano se dice piano en tropecientos mil idiomas, menos en alemán que se dice klavier. El alemán es un idioma raro, algo retorcido. No dicen veintidós o treinta y cuatro, sino dos y veinte, cuatro y treinta. No dicen “me gustan las judías verdes” –yo tampoco, las aborrezco-, dicen “como judías verdes bien”. En fin, si les gusta complicarse la vida, allá ellos ¿verdad? Incluso a la hora de tocar el klavier, les gusta enredar la cosa, como Hauschka, nuevo icono del piano preparado.
Rammstein – Du Hast
Cuando me dispongo a escribir el post del día, trato de variar los países de origen, para no estar siempre chupando de los botes UK y US. A veces elijo un país musicalmente exótico, y me pongo a listar todas las bandas que me vienen en mente sin consultar ninguna fuente. Esta mañana dije, vayamos a Alemania, más exótico imposible. Mientras me estaba preparando el zumito de hoy, agregué a mi lista siete nombres: Kraftwerk, Can, Neu!, Boney M, Nina Hagen, DAF, Nena. No me salían más. Luego comparé con una lista más exhaustiva en la wiki, para ver a quien me había saltado vergonzosamente. La verdad es que Fiouck is the fucking milk, fueron pocos los fallos –hablo de bandas importantes por el número de discos vendidos-: Scorpions, Alphaville y Rammstein.