Elvis, Dios, The (fucking) King, la madre que lo parió

Post #998. Huele divino…

¿Es dios Elvis? Y yo qué sé.

¿Cuántas veces habré tachado la palabra dios para colocar la de Elvis en este blog? Casi más que el número de entradas. Me hacía gracia, mucha. Ya, uno se divierte como puede. Los motivos para reírme aquí durante estos casi 1.000 días han sido escasos, no te voy a engañar. Mi cruz. Y de madera nanaï. De metal pesado con forro de hormigón armado, con puntas de hierro oxidado. Juas. Es verdad que hay que ser idiota.

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Nirvana – Smells Like A Teen Spirit

Post #994. Smells so good…

Barcelona, primavera del 2000. Las 4h de la madrugada por ahí, aunque no lo podría certificar, demasiadas copas. Poco antes, había acabado la fiesta que marcaba el fin de una aventura punto com de seis meses en Barcelona –ya sabes, explotaban en pleno vuelo, aunque nunca se encontraban restos esparcidos por el suelo-. Yo era de los pocos que tenía coche, privilegio de los tipos con la mirada puesta en la cuenta atrás de los cuarenta. Así que lo llevaba cargado de chavales somnolientos. Ninguno superaba los veinticinco años y ya sólo aspiraban a dormir, ¿pero a dónde va a parar el mundo?, me decía yo. Se me ocurrió que les podría despertar con su himno.

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Jimi Hendrix

Post #993. Huele requetebién…

El coche, Henri Ford. El teléfono, Graham Bell. El PC, IBM. La bombilla eléctrica, Edison. El avión, Clément Ader -aunque los británicos digan que los hermanos Wright-. Los antibióticos, Fleming. El cine, Louis Lumière. La congelación de alimentos, Clarence Birdseye. La mentira a una nación, Aznar. El kleenex, Kimberly-Clark. Las medias, Dim. El televisor, John Logie Baird. El papel celo, Richard Drew. El boli, Bic. El micro-ondas, c… pero si decían que no se calentaba el plato. El procesador, Intel. La píldora anticonceptiva, la Seguridad Social. La wifi, la madre que lo parió. La mini falda, el verano y la copita de rueda en una terraza. El láser, Darth Vader. El GPS, Tom Tom. El CD, Philips. La web, Bernard Lee. El café, Nespresso. Las frases vacuas, Steve Jobs. Tele Búlgaro, Fiouck. Y la guitarra, Jimi Hendrix.

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Ray Charles – Georgia On My Mind

Post #991. Qué bien huele…

No sé cómo evolucionará la raza humana, si es que se da el gusto. Dentro de 50.000 años, ¿a qué nos pareceremos? ¿Tendremos alas para volar por el frío sideral? ¿La cabeza con el triple de volumen, cual Ronaldo ante un nuevo trofeo? ¿Brazos kilométricos para recoger asteroides como hoy hermosas flores? Lo bueno de proyectarse en el futuro es que está todo abierto y posible, más que nada porque no estarás para comprobarlo. Así que cada uno ponga su grano de imaginación. Lo que sí sé, es que los ciudadanos del espacio seguirán enlazándose, abrazándose, besándose, mirándose a la cara y viendo unas estrellas sólo perceptibles por el ojo enamorado, escuchando Georgia On My Mind.

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Aerosmith – Walk This Way

MeTTTTTTTTTTTTTTTTTTallica la semana pasada –así con dieciocho T por la recomendación de un lector, aunque ahora sé de sobra que sólo tiene tres-, y hoy Aerosmith. Este blog es un despropósito di que sí. Aunque hasta de lo malo algo bueno se puede rescatar. Ayer escuché por casualidad Walk This Way y no lo voy a negar, cuando se publicó la versión de Run-DMC en 86, me gustó su marcha euforizante.

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Mettallica – Mettallica

Recuerdo que una vez, al escribir esto de “nunca la había escuchado en mi vida”, se extrañó un lector, medio indignado, en plan “¿cómo se puede no haberla escuchado?”. Algo así, pero con muchas más interrogaciones. Ya sólo le faltaba llamar al 112. No recuerdo la canción en cuestión, pero valen ambas reflexiones para un montón de temas y grupos. En el fondo no es tan difícil, si no to prestas al juego de los grandes medios, sean televisivos, radiofónicos o escritos, puedes perfectamente pasar a través incluso de la carrera entera de uno de los grupos que más discos ha vendido en la historia de la música popular.

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CocoRosie – Heartache City

Se habían perdido por ahí, en la inmensidad de su Iowa natal –Sierra-, o tiradas en las playas de Hawaï –Bianca-. Habían irrumpido diez años atrás con un álbum hermoso y misterioso, La Maison du Rêve, pero con el paso de los años y discos, incapaces de reeditar la hazaña, habían dejado que poco a poco los recuerdos de CocoRosie se fueran diluyendo. Borrando. Salen tantos y tantos grupos, no puedes bajar la guardia, so pena de verte relegado al cajón de las bandas que pudieron ser y no fueron.

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