Mademoiselle K – Jamais la Paix

Monte le son, jus d’orange et à la messe. Hoy domingo franchute. Una chica que llevo escuchando hace tiempo, Mademoiselle K. Chupa de cuero negro Schott Perfecto, corte de pelo Pat Benatar, botas de motera. Una Zaz con vaqueros rotos y dedo mayor levantado. Voz rock’n’roll, letra cuidada, guitarra Jazz Master 66 peleona. Mademoiselle K lleva encima todo el futuro rock femenino del país vecino, una Katerine para tomar el relevo de otra –Ringer, de los Rita Mitsouko-.

Nace en Francia, hija de inmigrantes polacos. Descubre la música en el colegio, en una “clase de despertar”, sueña con ser Directora de orquesta y lo intenta todo para lograrlo. Seis años de estudios de musicología en la Sorbonne. Suspende en el último examen. Francia pierde una artista clásica y gana una cantante rock. Muy resentida, lo plasmará en una de las canciones de su primer álbum, Ça sent l’été –Huele a verano-, en la que dice: Ah si j’étais aux Etats-Unis, J’pourrais m’acheter un gros fusil, Et faire péter les têtes, Des gars qu’j’ai eu au jury –Ay si estuviera en los US, podría comprarme una escopeta, y hacerles volar la cabeza, a los chicos del jurado-. Este primer disco, Ça me vexe –Me mosquea-, irrumpe en el panorama musical francés -2006- en plena renovación de la “chanson française”. Es rock del bueno, básico –guitarra, bajo, batería, voz- y con mucha rabia y energía.

Jamais La Paix

Dos años más tarde, publica el segundo, Jamais la paix. Misma receta, voz brillante, letra aguda, guitarra guitarrera. Francia se descubre una artista guerrera con una personalidad que irradia y el carisma de los grandes. Contiene la “zumito y a misa” song, del mismo nombre que el disco. Perfecta para un domingo soleado y resacoso. Venga quítate el pijama y abre la ventana, respira, dale a play.

En 2011 saca su tercer álbum, Jouer dehors. Una pequeña pausa, menos guitarra, no menos rock’n’roll, letra brillante, humor chirriante, sincero, justo, emocionante. Pierde su público inicial, pero se gana el reticente de los inicios. El primer tema del disco, Aisément –Fácilmente- tiene un estribillo pegadizo, en el que dice esta frase tan facilona y  acertada: “Y por qué cuando la cogemos y le damos la vuelta, la tierra sigue girando igual de mal”.

Claro, no podía faltar una canción dúo entre las dos nuevas estrellas musicales francesas, en 2011 Mademoiselle K y Zaz interpretan juntas el tema Me taire te plaire –Callarme gustarte-. No te la pierdas, la misa puede esperar.

 

 

 

Escucha algunas canciones de Mademoiselle K

 

French Cowboy – It’s A Question Of Time

Estaba yo buscando la canción del domingo, the “luego zumito y a misa” song. Casualmente vuelvo a dar con una que no había escuchado en muchos meses y que me encanta, y digo, bingo, hoy domingo ocho de septiembre, día desolímpicado, va a ser que le toca el turno al grupo French Cowboy, liderado –después de buscar y rebuscar, ya que no parecen saber lo que es la wiki, fuente de todas las fuentes- por Federico Pellegrini, una especie de Mortadelo rock’n’roll, por lo menos en el vídeo de la canción de hoy.

Así que me pongo a navegar, lo normal es terminar encontrando algo, una bio, una reseña, una mención, un articulito. Ha costado un poco, no tanto como Joe Mubare, el alemán del post del pasado veintidós de agosto, pero tampoco lo pone fácil. Y resulta que el Federico Pellegrini no es italiano, sino franchute. Y last but not least, es de mi ciudad, mi querida ciudad de la que me marché hace casi treinta años. En todos estos años sé que se ha crecido, sobre todo culturalmente –ofrece una serie de festivales de cine world, música clásica, espectáculos callejeros ya internacionalmente reconocidos-, y parece que por fin tiene un par de salas de conciertos digna. Así que me hizo gracia ver como hasta en cuestión de rock el mundo mundial va a tener que contar con ella. Ays la fibra…

french

Federico Pellegrini fue líder y cantante de una banda llamada The Little Rabbits. Rock del bueno, siete álbumes, pero –echarme la bronca si me equivoco- con toda la pinta de no haber cruzado las fronteras francesas. En 2005, decide tirar la toalla de los conejitos, y después de algunas colaboraciones con Helena Noguerra -hermana de una cantante gala famosa en los años 80, Lio-, decide volver a lo suyo, el rock, con un nuevo grupo, French Cowboy, en 2006. Singles, EP’s, álbumes, BSO, colaboraciones varias. Hace cinco meses se publicó el último disco bajo el nombre de French Cowboy & The One. Es rock como a mi me gusta, ¡guitarras bajo batería for President!; lo acabo de comprar, me llegará dentro de poco, así que de momento te dejo con la canción del principio del post, de 2010, It’s a Question of Time. Wow!

Pon tu Stetson y tus botas de vaquero, sube el volumen, escucha It’s a Question of Time, luego zumito y a misa.

Escucha It’s a Question of Time, de French Cowboy

C Cat Trance – Shake The Mind

Este es un domingo que no me va a gustar. Los días uno de septiembre no molan. Especialmente si caen en domingo, que tienes todo el día para pensar en lo que se avecina. Huelen a días cortos, lluvia, frio, ropa incómoda, embrollos de mil tipos, fiestas navideñas a un tiro de piedra, bajones, nerviosismos, atascos. Los limpiaparabrisas ritmando el estribillo pegadizo de Shake the mind, de C Cat Trance. Por dios, mi reino por una isla con treinta grados todo el año. El ginto en vaso de sidra por favor.

C Cat Trance fue montada en 1982 por John Rees Lewis, cantante y saxofonista, y Nigel Kingstone Stone, batería. Ambos acababan de salir de otro grupo, Medium Medium, uno de estos grupos que nace con la íntima convicción de que van a cambiar el panorama musical. Una convicción tan íntima íntima que nadie más la comparte. Y cuando se dan la vuelta para ver si todo el mundo sigue, se dan contra el muro, apagándose la luz con la que iban a iluminar el mundo. Su música post punk funk –oye, por qué no- no funcionó, la verdad. Sólo el tema Hungry, So Angry, de 1981, logró entrar en el Billboard disco chart, en el #48. Una semana. Así que John Rees Lewis decidió marcharse, con el batería. En 1982 montan C Cat Trance, con la firme intención de cambiar el panorama musical. John, muy mal, a tu edad… Esto sí, no se les puede negar cierto empeño, hasta el año 1990 publicaron cinco álbumes. Estilo? New wave electro world intensa. En su día se dijo del grupo que estaban adelantado a su tiempo. La pregunta es, ¿a cuál? Ha terminado por llegar ese tiempo?

shake

En 1986, sacan su único “hit”, Shake the mind, un buen resumen de su música, teclados “Can”, ritmos electros, bajo funk, sonidos new wave, coros world. Pon los limpiaparabrisas, luego zumito y a misa.

Escucha Shake the mind, de C Cat Trance

Front 242- Funkadhafi

We who are oppressed love those who fight against oppression and the oppressors… Brothers and sisters, it is with great honor and privilege that I present to you the leader of the El Fatah revolution… From Libya, our brother Muhammar El Kahdafi.

[Nosotros, los oprimidos, queremos a los que luchan contra la opresión y los opresores. Hermanos y Hermanas, tengo el honor y el privilegio de presentaros al líder de la revolución Al Fatah…. Desde Libia, nuestro hermano Muamar El Gadafi.]

Así empieza la canción Funkadhafi, con un fragmento audio de un discurso pronunciado por Louis Farrakhan, líder desde 1978 de la organización norte americana, Nation of Islam. Una pena que suelte de vez en cuando este tipo de chuminadas, porque por el resto, el objetivo de la organización es laudable: hacer que la comunidad negra estudie, mejore su estatus social y luche contra la delincuencia. Y para derrapes del estilo estamos servidos aquí, ¿verdad? Pero durante los 80’s uno todavía se indignaba sinceramente con los patinazos populistas. Así es como esta frasecita del Farrakan apareció en Funkadhafi, una de las canciones más famosas de Front 242, combo belga icono de los 80’s, máximo representante de la Electronic Body Music.

Front 242

Pocos años después de D.A.F. y Liaisons Dangereuses, Front 242 retoma el testigo de una música minimalista, bailable aunque con ritmos marciales, una especie de synthpop no apto para seguidoras de Dave Gahan. O con los dedos en un enchufe. El nombre del grupo procede de la famosa farsa de resolución de la ONU nº 242, que instaba a los israelíes a liberar los territorios ocupados a raíz de la guerra de los seis días de 1967. Resolución que el gobierno de Israel se sigue metiendo por donde la calidad del aire deja mucho que desear. De todos modos con Front 242 no se supo nunca muy bien de qué creencias se alimentaban, su música a menudo iba acompañada por una imaginería militar, pelo a ras y botas de esas que la abuela se atraganta al verte pisar la alfombra. Pero sus actuaciones en directo, su particular forma de escenificar su música, les llevó a arrasar durante algunos años en las macro-discotecas de Europa y EEUU; eran buenos tiempos si comparas con la chusma de hoy, Guetta y demás DJs insoportables. El grupo se separó una primera vez en 1993, se reformó cuatro años más tarde, y hoy siguen en activo, sacando álbumes de forma esporádica, colaborando con un montón de artistas y convirtiéndose en fuente inagotable de inspiración para muchos grupos desde hace más de tres décadas.

Venga, Funkadhafi, sube el volumen, escucha al tio Farrakan’n’roll, luego zumito y a misa.

Escucha Funkadhafi de Front 242

The Woodentops – Stop This Car

Domingo once de agosto. Madrid vacío, Madrid asfixiante. Vacaciones a la vuelta –yo no, ya me he ido, buaaaaah-, descanso merecido dices, ni zumito ni misa. Una mierda. Venga, de pie, esta mañana te espera una rareza que te va a poner las pilas. Un tema que no escuchaba en más de veinte años, y en su versión remixeada –uch, qué palabra más fea- para más inri. Ocho minutos, sólo para ti.

The Woodentops, grupo rock new wave electrizante de mediados de los 80’s. Tenían tanta prisa en sus composiciones que resbalaron sobre el éxito y desaparecieron enseguida. El líder y cantante de la banda, Rolo MacGenty, procedía de la escena de Liverpool, tocando o relacionándose con grupos importantes de la época, Teardrops ExplodeJulian Cope, amigo de Rolo-, Wild Swans, Jazz Butcher. Los medios los adoraban –Allmusic le da un 4,5/5 al primer disco, Giant-, pero el público no reaccionó, incomprensiblemente. Estuvieron una temporada tocando en la costa mediterránea, desde Barcelona hasta Valencia, pasando por Mallorca e Ibiza, con su estilo esquizofrénico inconfundible. Well well well, Move me, Travellin man, todas canciones rock con un tempo increíblemente rápido, gracias a la labor de Benny Staples, único batería que he visto tocando de pie, por la intensidad de su juego. Porque sí, yo les vi en concierto, en Francia, en 1988. Recuerdos emocionantes para contar a los nietos.

car

Pero si hay que quedarse con una, que sea Stop This Car. Publicada en 1988 en el segundo y último álbum de estudio, Wooden Foot Cops On The Highway, parece haber inspirado el No Cars Go de Arcade Fire. O será el violín que me confunde? Total, algunos meses después se publica una versión remix del tema, de cerca de ocho minutos, arrancando muy lento, para terminar en la explosión de guitarras y batería marca de la casa Woodentops. Enorme.

Venga, sube el volumen, escucha Stop This Car, luego zumito y a misa.

Escucha Stop This Car, de The Woodentops

The Trashmen – Surfin’ Bird

Surfin’ Bird, el mítico tema de los Trashmen de 1963, una de estas canciones que cambió la faz del rock’n’roll para siempre, tiene la letra más divertida o absurda de toda la historia de la música popular. No contiene más de once palabras distintas, ni más de cuatro frases completas, siendo el resto de los 2’24” un delirio del cantante, Tony Andreason, y el famoso Papa Ooma Mow Mow repetido decenas de veces. No busques, estas son las cuatro: Everybody’s heard about the bird, the bird is the Word, everybody’s talking about the bird, everybody knows that the bird is the word. Maldito pájaro, el misterio era intacto hasta ayer, yo no había oído hablar de él.

Pero me informé. La génesis de la canción es algo complicadilla. A mediados de los 50, se hace famoso la marca Thunderbird, un vino barato americano, gracias a un anuncio radiofónico genial que decía : What’s the word? Thunderbird. How’s it sold? Good and cold. What’s the jive? Bird’s alive. What’s the price? Thirty twice. En 1957, un saxofonista de blues llamado Red Prysock compuso una canción con el título What’s the Word, Thunderbird, sin más historia. Cuatro años más tarde, la banda de R&B The Rivingstones saca el tema Papa Oom Mow Mow, inspirada en la canción de Red Prysock. Curiosamente, sacan pocos meses después una versión de la misma, llamada The bird’s the Word. Es cuando aparecen The Trashmen en la historia. No oyen la canción de The Rivingstones, pero sí a los Sorensen Brothers que la llevaban interpretando a su manera en sus actuaciones. Impresionado, Tony Andreason decide hacerla suya, combinando The bird’s the Word y Papa Oom Mow Mow en una letra que hasta David Jeta podría entender, acompañada por una guitarra frenética y rabiosa. La famosa guitarra que será marca de la casa, aunque nunca volverán a conocer tanta gloria como con su Surfin’ Bird. Se separaron en 1967, ante la invasión del pop británico y el fin de la música surf.

TRASHMEN

Surfin’ Bird es un himno a la música genialmente descerebrada. No es de extrañar que la versionaron una infinidad de grupos. Te dejo escuchar la canción original, de The Trashmen, una versión punk de The Ramones, una versión trash de The Cramps, un copiar pegar por The Hep Stars –banda de rock sueco de principios de los 60’s, integrado por un tal Benny Andersson, mundialmente conocido años más tarde por ser uno de los miembros de ABBA-, y una versión divertida de Skiantos –grupo fettucine punk italiano-.

Hala, sube el volumen y escúchalas, luego zumito y a misa.

 

 

 

Escucha Surfin’ Bird de The Trashmen

Gang Of Four – Damaged Goods

Domingo 28 de julio de 2013. Hoy no pasaremos de 27 grados, Madrid time, dice el Maldonado. Bendita pausa. Sabanas al poder. Así que hoy, a entrar en calor antes de que vayas a escuchar la palabra de Elvis dios, para ello nada mejor que uno de los grupos más relevantes y energizantes de finales de los 70’s, Gang Of Four.

No son los más conocidos, y eso que su álbum de debut, Entertainment, es uno de estos iconos de oro del rock. En 2003, Rolling Stones lo situó en el #490 de la lista de los 500 álbumes más grandes de todos los tiempos –en una actualización de 2012, el disco avanzó hasta el puesto #483-. Ojo con menospreciar eso del nº 490, figurar en esta lista está reservado a muy pocos grupos, a comparar con el total de los álbumes publicados en algo más de 60 años. Cuántos han sido? Sumamente difícil estimarlo, posiblemente entre 300 y 500 mil. Así que estar en la Fucking Golden VIP List de RS es como formar parte del 1 por 1.000 elegido para la gloria. Chapeau para los 500, por mucho que mi propia lista diferiría bastante. Pero me complace pensar que ni la Gaga ni el D. Jeta llegarán a entrar nunca, ni en la mía, ni en la de RS.

Gang Of Four es de Leeds. Ni Liverpool, ni Manchester, ni Londres, sino Leeds. En Leeds, en julio, la temperatura media no llega a 20 grados,  no me hago a la idea. La industria textil, especialmente la de las sabanas, será próspera, digo yo. Leeds es un ciudad tipo Zaragoza en cuanto a tamaño y fútbol, no destaca ni por una cosa ni por otra. Pero en cuanto a música, it is the milk: Gang of Four claro, pero también Soft Cell, Kaiser Chiefs, Wedding Present, Sisters of Mercy, Corinne Bailey Rae, etc. Zaragoza tiene a Heroes del Silencio y Amaral. Que cada cual opine.

En 1977, John King y Andy Gill forman el núcleo inicial de la banda, siendo ambos estudiantes y seguidores de las ideas marxistas de la escuela de Frankfurt. El nombre Gang Of Four viene del nombre la Banda de los Cuatro, dado a cuatro alto dirigentes del partido comunista chino, expulsados del mismo después de la muerte de Mao, por ser reconocidos culpables de los crímenes cometidos durante la revolución cultural. Fue una banda políticamente muy comprometida. Claro que hoy, esto prácticamente ya no existe, hay tanta libertad para decir lo que te apetezca que ya nadie se molesta en ser molesto, “a ver si voy a fastidiar la venta de los 27 discos que pensaba vender”. Quitando los quince que iba a comprar tu madre, eso sí.

Gang of 4

En junio 1978, el grupo publica Damaged Goods, que se convertirá luego en el título emblemático del álbum Entertainment, publicado el año siguiente. Enseguida recibe las mejores criticas de buena parte de los medios especializados. John Peel lo mete en su cajón de los favoritos, y les invita a dos sesiones en las que su actuación live les confiere inmediatamente una fama internacional, mientras que del rodaje de Top of the Pops de la BBC, prefieren salir pitando antes que aceptar cambiar parte de la letra de la canción At Home He’s a Tourist. El álbum, aunque con sonido propio, es como una formidable mezcla de los mejores grupos de la época, The Clash, The Cure, Public Image Limited, Devo, dándole cada fuente al disco una tremenda energía. AllMusic le dio un 5 de 5, Pitchfork un 9.5 de 10.0, Spin un 10 de 10. Wow, esto es rock, el resto son tonterías.

Sube el volumen, escucha y baila, luego zumito y a misa.

 

 

Escucha Damaged Goods, de Gang Of Four