Roisin Murphy – Hairless Toys

No sé por qué, pero siempre había pensado que Moloko era un grupo de rap duro. Mi duda era más bien geográfica: ¿serán españoles o mejicanos? No tengo idea de con qué banda me estaría confundiendo tanto tiempo, ¿alguna sugerencia? Así que imagina mi sorpresa esta tarde – tampoco tanto como para pegar un grito- al descubrir que, tonto de mí, si Moloko sólo es un dúo de dance UK, jatetú. O más bien era, puesto que desde 2006 ya no ofician como tal.

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Matthew Herbert – The Shakes

A la pregunta “¿es el giradiscos el elemento más importante de la música en el siglo XX?”, Matthew Herbert, gurú electro pacotilla obnubilado por el botón off/on de su teclado, contesta que no, que como mucho es una transición entre las primeras grabaciones y las formas de distribución digitales y efímeras. Añade que para él, el instrumento más importante del siglo pasado es el sampler. Y yo me pregunto ¿por dónde van a querer empezar mis caros queridos búlgaros, por las rodillas o la nariz?

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Giorgio Moroder – Scarface (BSO)

Cinco de abril de 1980. Puerto de Mariel, a 40 kilómetros al oeste de La Habana, los primeros expulsados se agolpan en unos buques que durante seis meses van a realizar cientos de viajes de ida y vuelta entre Cuba y Florida, trasladando de una costa a otra a cerca de 125.000 hijos de la revolución un tanto desengañados.

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Moby – Play

A simple vista, Moby parece tener una carrera deshilvanada, hecha de éxitos y de fracasos, de momentos de gloria y otros de olvido, de ganas de brillar y otras de retirarse. Pero en el fondo, es un tipo coherente consigo mismo. Y esto a Fiouck le gusta. Uno puede tocar la peor bazofia musical, pero si hay coherencia y abnegación en el propósito, entonces se puede perdonar e incluso quitarse el sombrero –tal como hice para Bobby Farrell, el “cantante” de Boney M, en esta entrada-.

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The Japanese Popstars – Take Forever

Pues sí, me encanta Ibiza. Bueno, digamos que sólo una parte, la isla de día. Desde las 10h –café- hasta las 2h, como mucho –gin tonic, Seagram-. La otra, la que se despierta a las  2h y cae rendida y atontada a las 10h, prefiero olvidarme y se la dejo a los nocturnos. Los rusos de dudosa ética, las rusas de dudosa plástica, los macarrillas con pantalones cortos y medio gayumbos visibles, las chonis con tatuaje tribal, los M&M psicotrópicos, el ruido ordinario. El target preferido de las macro discotecas, que copan nueve de cada diez carteles publicitarios en las carreteras de la isla. Siempre he dicho que la humanidad toca fondo en los atascos, pero no descartemos que los Pacha, Space y demás Amnesia se cave un poco más. Por lo menos en un atasco puedes escuchar buena música.

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Liars – Mess

Imagina un rimero de ropa para planchar, algo así como la casi totalidad de tu armario amontonado a la espera de que lo ataques por la vertiente norte, piolet en la mano izquierda, plancha en la derecha. Pero estás decidido y empiezas, eres un tipo fuerte y acabas con el montón. Y te sientes orgulloso y lo celebras con una coronita muy fresca, planchar da calor ¿verdad?. Ahora imagina que vuelves al día siguiente al cuarto ese, y ¡maldición!, ahí está otra vez la montaña de ropa, lista para planchar. Abres una nueva vía, vertiente sur, y de nuevo puedes con ella, pero al día siguiente, horror, otra vez, y, la madre que le parió, otra vez, y, fucking jesus, otra vez… Y hay días que te c… en todos los muertos. Pues así me siento yo hoy, con este blog. Me apetece escribir el post de hoy tanto como frotarme los testículos con una rama de acebo. Para que veas.

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The Prodigy – The Fat Of The Land

Rave. Término acunado en el UK en los años 60 por los inmigrantes del Caribe, utilizado al principio para referirse a las free parties que organizaban, en las que se tocaba música y consumía drogas en una comunión desinteresada. Luego en los 80, se volvió a poner de moda con la emergencia de la acid-house en Chicago, donde se montaban free parties en las que se tocaba música y consumía drogas en una comunión desinteresada. Luego volvió a Inglaterra, con la llegada del big beat, música electro con sonidos exagerados, que se escuchaba en free parties donde se tocaba música y consumía drogas en una comunión desinteresada. Me parto.

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