[Este post fue escrito horas antes de que rectificara el Rototom, quien finalmente volvió a invitar a Matisyahu al evento pidiéndole perdón, pero me ratifico en lo que sigue.]
Jean Marie Le Pen estará orgulloso del Rototom. A él, que se expulse de un certamen cultural a un cantante por su única condición de sionista y/o judío –los desencadenantes del melodrama musical del verano insisten mucho en esta puntualización, cosa que nadie se cree-, por unas NO aclaraciones/declaraciones del artista en cuestión, le parecerá toda una hazaña. Para un tipo tan habituado a derrapar con el tema, en el que mezcla conscientemente facetas religiosas, nacionales y políticas con tal de alimentar el odio, no deja de ser otro “detalle” más, que el viejo nazi tendrá a bien meter en su librito de citas y otras anécdotas deleznables.