Linda Perhacs – The Soul of All Natural Things

Hoy te voy a contar una bonita historia. O curiosa. O sorprendente. Bueno, una historia. Que sólo la música nos propicia de vez en cuando. Una historia que pone en escena a una Señora ya mayor –rondará los 70 años-, si bien el relato empieza cuando era todavía una joven ortodontista, aprendiz de Torquemada, obrera del sarro y los empastes. En 1970, Linda Perhacs trituraba muelas canturreando suaves melodías, arrancaba gritos de sufrimiento tarareando estribillos atmosféricos, aliviaba dolores del fin del mundo recitando versos de amor. ¿Una sádica a lo Bret Easton Ellis?

Na, sólo una cantante frustrada por la educación recibida –¿Cantante? ¡Serás dentista, hija, y traete el pan, que tu madre se lo ha dado de comer a las palomas de camino a casa, tu madre me vuelve loco hija sabes, serás dentista hija, y apaga la luz al salir, que cuando seas dentista podrás encender todas las luces que quieras-. Oye, a veces estos monólogos salen en las películas y quedan guay. Pues aquí igual, basta con un poco de imaginación para la escena. Pero resulta que un día, estando el hada borrachina de resaca, esta hizo que se tumbara en la silla de la consulta Leonard Rosenman. Digamos que es como si, siendo mecánico del único taller de Villavieja de Yeltes, provincia de Salamanca, Alonso te dejara su coche averiado a cuatro horas de empezar el gran premio de Estoril. Como que sabrá ser agradecido si le salvas las papeletas. Pues Linda le alivio las penas a Leonard Rosenman –no vayas a imaginar ningún trato especial en el método empleado- y este, después de escuchar los famosos estribillos, melodías y letras, le espeta: “¿Dentista? Serás cantante, Linda, enciende la luz y firmemos abajo los dos”.

Resulta que el Leonard Rosenman no era precisamente un desconocido. Era el autor de la música de varias películas –Al este del Edén, de Elia Kazan, Rebelde sin Causa, de Nicholas Ray, Confidencias de Mujer, de George Cukor, etc- que le habían convertido en un tipo en el que confiar. Así que le convence para componer de verdad, luego forma un equipo de músicos unidos a la causa, alquila un estudio, paga las sesiones de grabación, firma con un sello y se sienta satisfecho, las manos preparadas para contar los fajos de billete que no van a tardar en llegar. Pero no llega nada. Cero patato. El sello pasa completamente del disco –Parallelograms, 1970-, no lo promociona nada y pronto lo deja en el cajón de los artistas malditos. Linda, que ya no sabe si encender o apagar la luz, vuelve a su clínica dental y el sarro que se había acumulado durante su ausencia de hippie con delantal blanco.

Porque Linda en el fondo era una hippie, además de una mística que visionaba la música con colores y formas –según decía-. Donde Leonard había tenido olfato –pero ningún don de manager-, es que Linda Perhacs había compuesto uno de los álbumes de folk psicodélico más hermoso de la época. Y este iba a desaparecer del mapa…

Linda Perhacs

En 2003, la artista olvidada recibe una llamada de un tal Michael Piper, del selllo Wild Places. Le dice que lleva dos años detrás de ella intentando dar con su paradero. Que el disco ya tiene millares de admiradores. Que quiere reeditar el álbum. Que encienda la luz y firme abajo. Ella acepta, rescata las cintas originales, remasteriza el conjunto de temas con ingenieros de sonido que bien podrían ser sus hijos, lo deja en manos del sello y vuelve a su gabinete, donde la luz se ha ido por una tormenta. Estamos en 2005 y a partir de ahí, el disco se convierte poco a poco en objeto de culto y admiración por parte de un sinfín de artistas: Sonic Youth, Devendra Banhart, Prefuse 73 y sobre todo Daft Punk, que incorpora a la BSO de su película, Electroma, la canción If You Were My Man.

Hasta finales de 2013, cuando Julia Holster, cantante folk intimista convence a Linda Perhacs para volver al ruedo. Cuarenta y cuatro años después. ¿Apuesta arriesgada? Si bien la joven Miss Taladradora se ha convertido en una señora mayor, el resto sigue intacto. Voz etérea, melodías mágicas. 44 años. Nunca antes se había tenido que esperar tanto tiempo entre dos álbumes de una misma artista. Un álbum de debut maravilloso, un álbum de fin asombroso. The Soul of Natural Things, una auténtica joya de disco, con la canción homónima como single de presentación.

Muchas veces he intentado invitarte a escuchar los temas que subo con el post. Esta vez me gustaría que me hicieras caso, y que te dejaras invadir por la propuesta musical de Linda Perhacs. Diez canciones –sólo tengo dos para ti- fuera del tiempo, suntuosas y cósmicas.

 

 

 

8 comentarios en “Linda Perhacs – The Soul of All Natural Things

    • Lo dices por el físico de la señora? La voz no se ha alterado ni la inspiración, la mística y los buenos sentimientos son iguales.
      Lo que sí espero ha cambiado, son sus instrumentos de tortura

  1. Creo que ésta señora no tuvo el «éxito» esperado en su debut discográfico porque su labor era más importante que llegar al gran público: «ease the pain of all the simple souls who crossed her path». Puedes llamarlo karma, destino, «misión»….ella lo superó y la recompensa ha llegado, no importa a que edad, no hay casualidades sino destinos y no se encuentra sino lo que estaba destinado a ser. She has released her soul, el destino último de todo ser humano.
    Y con respecto al comentario del post de ayer, no pienses en largo ni corto, sólo en : he dicho TODO lo que quería decir?
    Have a nice day! 😉

      • No me refiero a recompensa social (éxito o dinero) sino que a sus 70’s ya jubilada de los tornos y las amalgamas, tenga esa fuerza interior de volver a intentar hacer aquello que la hace feliz…. 😉

  2. Pingback: The Pop Group – Citizen Zombie | Un día, un disco.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s