Fiouck’s Summer Series #11.
Verano 79. Play it again Helmut. Back to Deutschland. Juro por dios que me portaba bastante bien de joven, así que no entiendo por qué me castigaban mis padres mandándome para allá cada verano. Por lo menos aquel año se portaron algo mejor, eligieron Berlín. Veinte años antes de que se cayera la famosa tapia. La ciudad de uno de mis discos icónicos, The Idiot, de Iggy Pop.
Cuantos recuerdos cargaditos me trae aquel agosto 79. Residía en una casa en la punta más austral de la ciudad, pegada al muro. Es decir, el jardín acababa en un muro, y al otro lado empezaba el no man’s land, luego el muro, con torres de observación cada poco cientos de metros, luego otro no man’s land con regalitos escondidos diez centímetros bajo tierra. Por la noche a veces se escuchaban ladridos y se veía la luz de los focos. Me parecía todo totalmente surrealista, aunque también intuía que estaba viviendo algo irrepetible.
Pero había más. Para ir al “centro”, tenía que viajar mucho en autobús y luego en metro. Una de las líneas que me tocaba utilizar era “mágica”. Habiendo sido construida antes de la separación, dos o tres estaciones se encontraban debajo de Berlín Este. Claro, eran estaciones abandonadas, cuyo acceso desde la superficie estaría completamente cerrado. El aspecto “mágico” se lo debía a una particularidad de los trenes berlineses. Cuando empezaban a ralentizar para entrar en una estación, se liberaba el bloqueo de las puertas, con lo que se podían abrir a mano mucho antes de que se parara el tren. Así que cuando entraba en estas estaciones fantasma, polvorientas y oscuras, petrificadas en el tiempo y con olor a armario viejo, ralentizaba el tren sin nunca parar del todo y… yo abría la puerta. Me imaginaba saltar al andén y esperar el tren siguiente, pero nunca me atreví. También soñaba con que de repente se subía un montón de gente. De haber podido bajar a la estación, claro. Era una sensación extrañísima, mágica, mi cita con otro mundo, él de los libros a lo John Le Carré. No sé, me fastidia sobremanera no haber conocido a nadie desde entonces que hubiera vivido la misma experiencia.
Y por último, otro recuerdo que me marcó bastante. Un día me apunté a una excursión en autobús a Berlín Este. Nada más pasar la frontera –una de verdad, con soldados armados hasta los dientes-, pararon el autobús, se subieron policías y cogieron todas las revistas y periódicos que llevábamos encima. A mi me robaron –es que no encuentro otra palabra- el ejemplar de Le Monde que me había comprado con mi poco dinero de bolsillo. Se me ocurren un montón de tacos. Ah, y ya puestos, antes de devolvernos al Oeste, nos obligaron a bajar en un bar de la ruta y a consumir algo. Divisas, queridas divisas…
Un mes casi místico para mi. Si a ello añadimos la ingente cantidad de punks que invadían la noche berlinesa desfilando con crestas de todos los colores, y los tremendos conciertos a los que me llevaron en un par de ocasiones en salas pequeñas, le doy un 9,9.
Sin embargo, musicalmente lo tengo más bien asociado a The Buggles y su mega éxito Vídeo Kills The Radio Star. Poco más que añadir sobre esta canción con sonido bastante innovador y adelantado a la synthpop marca de los 80’s. Del dúo fundador, la historia sólo se ha quedado con Trevor Horn, el mago ochentero, productor de algunos de los artistas y grupos más prolíficos de la década: Frankie Goes to Hollywood, ABC, Grace Jones, Seal, Propaganda, Simple Minds, Tina Turner, Pet Shop Boys, Erasure, Mike Oldfield… Y lo que se sabe menos, en el vídeo de la canción –horrendo, no me acordaba, no sé si reírme o echarme a llorar- hacia el final sale un tercer músico dándole a unos teclados. Hans Zimmer, que años más tarde se convertiría en uno los más grandes compositores de BSO de Hollywood. Qué cosas…
bonita cancion,bonita historia
A ver si alguien se reconoce y POR FIN puedo intercambiar sobre estas famosas estaciones fantasmas! Invito yo a la caña!
Yo no viví esos magníficos y a la vez terribles tiempos de Berlín pero sí he visitado las estaciones fantasma.
Hay una asociación (sin ánimo de lucro) que se dedica a recuperar la memoria berlinesa entre la IIGM y la caída del muro que permite conocer esos y otros espacios increíbles de la ciudad ocultos a los turistas, narrados por guías entusiastas y muy documentados que ayudan a comprender y revivir cómo debió ser todo aquello.
Desde luego no es comparable con haberlo vivido de verdad, pero es una experiencia única.
Si vuelves a Berlín, ellos te podrán poner en contacto con miles de personas que lo vivieron y que ahora colaboran con ellos para que todo aquello no se olvide.
Ya veo que sólo comentas aquellas entradas donde hay alcohol a la vista!! 🙂
Pues no está en mis planes inmediatos volver allí, ya estuve de nuevo hace 6 ó 7 años. Berlín es una bella ciudad, sin duda. Y qué hervidero cultural! Esto no lo han dejado con el paso de las décadas…
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Un par de detalles: Uno, no son veinte años, son diez, el muro cayó en 1989. Otro, del dúo de Buggles es Geoff Downes, que fue miembro de Yes en el año siguiente (junto con Trevor Horn) y de nuevo a partir de 2011. También formó parte de Asia con más de una docena de discos en su haber. Vamos, que creo que sí que la historia se acordó de él.
Cierto lo de la fecha, era diez años antes, no veinte.
Sobre el segundo punto, si te soy sincero no sabía nada del otro, gracias por la info!