Carl Perkins – Blue Suede Shoes

Well, it’s one for the money, Two for the show, Three to get ready, Now go, cat, go. ¿Hay acaso letra más histórica? Blue Suede Shoes. Sesenta años en diciembre, un monumento del rock, el clásico de los clásicos, la chispa de la vida. Apuesto una copita de Rueda que seguirá sonando dentro de mil años, estemos donde estemos. ¿Se pueden criogenizar los tomates? Voy a poner una nota para que me descongelen lentamente el 21 de junio de 3015. Antes de preguntar por la canción, seguro que me mirarán equivocadamente y me anunciarán que el Madrid sigue sin lograr su undécima Copa de Europa.

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Imelda May – Tribal

El otro día se enteró un amigo mío de París que llevo dos años alimentando este blog a diario. Como él no habla español, quitando la frase “una ración de jamón y un vino rojo por favor” -ya, en francés hablamos de vin rouge-, no se lo había comentado nunca, total… ¿para qué?. Después de echarle un vistazo y decirme que para él bien podía haber sido escrito en sanscrito, me preguntó: “¿qué te aporta?”. Como era vía whatsapp, tenía tiempo de pensar mi respuesta. Aún así, no supe qué decirle. Sinceramente no lo sé.

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Gene Vincent – Be Bop A Lula

He tenido un domingo un poquitín delicado. Uno de estos que entran directamente y sin rodeos en el “Top 3 Domingos Delicados”, arrastrando un saco enorme de reflexiones y preguntas mil. ¿Por qué no le hice caso a mi frase dominical de siempre, “zumito y a misa”? Porque en el fondo no mandamos nada, las cosas ocurren y no hay más remedio que enfrentarse y vaciar el saco, en ayunas a poder ser. Era mi minuto “reflexión sobre la vida”, prosa neo filosófica de dos duros, parecida a aquellas frases o citas insoportablemente mediocres que circulan por Linkedin. Así que, volvamos a las raíces; nada mejor que las raíces cuando las cosas de repente no pintan igual que antes.

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The Jim Jones Revue – The Savage Heart

Ayer, según WordPress, el blog recibió una visita de uno que venía de google, después de realizar la búsqueda siguiente: “cámara escondida pilla mujer f******* en discoteca”. ¿Un acérrimo defensor del Sex & Drugs & Rock’n’roll o uno que sólo pretendía hacer de voyeur digital y se metió en el blog sin querer?

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Hank Mizell – Jungle Rock

OJO que hoy toca canción de culto. Estaba repasando mi colección de vinilos en busca de inspiración para el post dominical, cuando cayó entre mis manos un disco que no escuchaba en treinta años. Hank Mizell, Jungle Rock. Hank Mizell… wow. Un pedazo de la historia del rock’n’roll que estuvo a punto de pasar desapercibido –y tú diciendo, Fiouck quita “a punto”, porque este pollo no me suena nada-. Espera, te cuento la historia, es divertida. Bueno, más que divertida, curiosa. De estas anécdotas que a mi me encantan.

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The Cramps – Gravest Hits

El domingo es un día raro. En principio no tienes que ir a currar y deberías de alegrarte por ello, pero al final muchas veces lo pides a gritos. Ya desde muy chiquitín aprendes a mirarlo mal, porque no tienes más remedio que hacer los deberes, aún cruzando los dedos para pillar un buen trancazo y no ir al cole al día siguiente. Es un día que huele a aburrimiento, a comilona con sobremesa excesiva, a reflexión implacable sobre la fatuidad de nuestras vidas y a juramento solemne de que esto va a cambiar. Hasta el domingo siguiente. Así que ya que tienes el día jorobado, te lo voy a estropear un poco más, con uno de los grupos más raros que recuerde.

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The Stray Cats – Runaway Boy

The Stray Cats. Un grupo a parte, sin duda. Los recuerdo como si fuera ayer. Se me viene en mente un montón de calificativos desde el primer disco del trio. De repente, me convertí en el mejor batería del mundo, con los brazos dándole a unos Toms imaginarios desde muy alto; en el mejor contrabajista –Esperanza Spalding ni había nacido- y last but not least, en el guitarrista más alucinante de los últimos tropecientosmil años–.

The Stray Cats, no es para escribirles una oda de muchas líneas, con tal de rellenar un post. Como mucho, recordemos que en su día, aunque no más de tres meses, The Stray Cats se adueñaron de las pistas de baile, las fiestas, las radios y los tocadiscos –por dios, será posible utilizar esta palabra veinticinco años después?-.

Stray Cats Stray Cats

The Stray Cats irrumpieron en 1981 con un disco rompedor, un sonido tan novedoso que lo miramos pasar atónitos, una fenomenal música rockabilly, punk por la energía que desprendía. 1981, año bendito en el que decenas de grupos rock, góticos y new wave hacían cola para coger sitio en el Gran Libro de la Fiouck Music. Con sus reglas propias, sus criterios selectos. Pero The Stray Cats lo cambiaron todo, rompieron las piedras de la ley rock’n’roll, quisieron re-escribir los mandamientos, y coño, casi lo consiguen. Pero no duraron lo suficiente. Tres meses, esto es más o menos lo que se les vió.

Energía pura, wow. Un disco para la eternidad.

 

 

Escucha los mejores temas de The Stray Cats, en su primer álbum