Quill – Woodstock #29 worst paid artist

Pronto llegará la temporada de los festivales, y de nuevo algunos se vanagloriarán de ofrecer la mayor concentración de Converse y barbas de tres semanas del universo mundial. Todo de risa –aunque, ojo, con todo el debido respeto y mil sombreros levantados, para quienes se arriesgan a montar y financiarlos, muchas veces para perder hasta la casa-, si comparamos con Woodstock. Apunta en tu agenda estas fechas, para encender una vela cada año: del 15 al 18 de agosto de 1969. Un buen trozo de la historia del rock’n’roll se firmó aquellos cuatros días.

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King Crimson – In The Court Of The Crimson King

El álbum In the Court of the Crimson King, de King Crimson, no está en la lista de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos de la revista Rolling Stones. Lo acabo de comprobar, me ha dado un bajón… Pensaba llamar a Tele Búlgaro para poner un poco de orden en esta revista que se está desmadrando. ¿Cómo, qué dices, que no sabes quién es King Crimson? Porca miseria… y yo que pensaba tener una audiencia digna… This is the end…

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Can – Tago Mago

Qué guapo sale mi John Lydon en la portada de su nuevo libro, La Rabia es Energía. Me enteré ayer de que había sacado una nueva autobiografía –después de su famosa No Irish, No Blacks, No Dogs, de 1994-, al recibir vía whatsapp la foto de la portada de la edición francesa, ya que no hay fecha de publicación en España. Como era de esperar, reparte gran cantidad de soplamocos a un montón de idiotas mentirosos, como la Vivienne Westwood, que se atrevió a reclamar la paternidad del título de la canción Anarchy in the UK. Por dios Vivienne, ¿te importaría volver a tus frufrús para doncellas de Ascott y dejar el rock en paz?

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Popol Vuh – Aguirre

Esta mañana estuve dando un enésimo repaso a mi “colección” de vinilos, en busca de una buena idea para la entrada de hoy. Good Fiouck, que acumuló antiguallas a lo largo de los años pensando en que un día le sacarían de apuros. Quiero decir, en los 80’s, ya sabía que un día tendría un blog en internet, fíjate qué espabilado. Y eso que de “colección” le queda poco. Después de tantas mudanzas, ladrones de poca monta y amigos impresentables que no devuelven lo prestado, podrían caber en una caja de zapatos. Vale que zapatos grandes, pero aún así, duele.

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The Moody Blues – Nights In White Satin

Fiouck’s Summer Series #27.

Estoy de las Summer Series hasta el moño. Después de esta, quedan cuatro, pero se me hace eterno. Tanto one hit wonder veraniego me va a acabar vegetalizando las neuronas, justo cuando las necesito todas, en forma olímpica y dispuestas a dar guerra. Hoy toca, para más inri, una de las baladas más melosas y aburridas que recuerde. A su lado, Barry White parece un digno representante del punk hardcore, luciendo cresta amarilla, tutu fucsia y Dr Martens verde manzana. Je, hoy tengo alma de gurú de la moda callejera.

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Aphrodite’s Child – Rain And Tears

Grecia. Si digo Grecia, ¿qué me viene en mente? Lo primero, el queso Feta, indispensable si no quieres que tus ensaladas se mueran de aburrimiento. Luego el Ouzo, el chinchón de los dioses, que en algunos casos roza el 80% de grado alcohólico, perfecto para abrir apetito y como digestivo, también con la ensalada, el límite lo pone tu hígado. Los Monasterios de Meteora, el lugar de culto más inverosímil y bello del planeta. Los Tiempos Perdidos, de Aris Fakinos, posiblemente uno de los dos libros más hermosos y mágicos que he leído –el otro es El Mago, de John Fowles, que curiosamente transcurre en una isla griega-. Y Aphrodite’s Child, el grupo de rock psicodélico y progresivo que nadie se esperaba.

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Anathema – A Fine Day To Exit

Tenía esta canción en una vieja play-list. No recuerdo haberla metido, y cada vez que suena, digo “Who the fuck son estos pollos?”. Que conste que me gusta, pero veo pasar el nombre del grupo, y soy incapaz de poner una sola info sobre ellos. Así que como hoy es domingo de noviembre soleado, de estos de abrir las ventanas para que la casa respire un poco, antes de que se ponga a oler a repollo cocido durante los próximos 5 meses –por dios, me voy a echar a llorar-, dije, mira, audiencia, he aquí un grupo desconocido para el disfrute de tus oídos dominicales.

Según he podido indagar –puede que sea yo el único cretino en no saber nada hasta ahora de ellos-, llevan ya veintitrés años dándole a la cosa. Digo a la cosa porque no se sabe muy bien a qué le dan. Se supone que hacen una música estilo Doom-Death, en el que sólo tres grupos pelean para estar en el podio –que alguien les explique en qué consiste un podio, y cuántas plazas ofrece-, Anathema, My Dying Bride y Paradise Lost. El doom death es una mezcla de doom-metal y death metal. Mucho más claro ¿verdad? Por lo meno nos hemos librado de que lo llamen metal-metal. Para que nos entendamos, mezcla los tempos lentos, pesimistas y depresivos del doom metal, con la voz trash del death metal. Dicho así, es probable que me quede con la canción de hoy.

Anathema A Fine Day To Exit

En 1990, en Liverpool, los hermanos Cavanagh –tres de ellos- forman una primera banda llamada Pagan Angel, con el cantante Darren White, antes de rebautizarla Anathema después de un primer EP sin más historias, y de separarse del vocalista. Dejan los sonidos más metal para centrarse en un rock más atmosférico, progresivo, melódico. Pues eso, doom-death. Y así hasta el año pasado, cuando sale el noveno disco de una carrera súper digna, cuatro lustros durante los que se han ganado –por lo que he leído- una fama de muy buenos músicos, fiel a un estilo, con actuaciones en directo de infarto. Tienen fans muy fans, de estos que eligen el nombre del grupo como password de la cuenta gmail, o que le hacen un QCM eliminatorio sobre el grupo a cualquier chica ligona.

Te dejo con la canción incluida en mi playlist, A Fine Day To Exit, del álbúm del mismo nombre, de 2001. Arranca muy lenta –doom- pero a los tres minutos se pone las pilas –death-. Hala, abre la ventana y déjate doom-deathear. Luego zumito y a misa.

 

 

Escucha A Fine Day To Exit, de Anathema