Mártir del blog. Yo soy un mártir de este blog. Y aquí no hay duende. Ni geniecillo, ni gnomo, ni elfo, ni espectro, ni leches en vinagre para inspirarme. Si acaso un poco de fantasma. Lo que hay es un Calimero enorme. Uno súper alto, kilométrico, casi no se le ve la cáscara gigante que tiene en la cabeza. Cuando suelta su “es una injusticia”, suena como a cámara lenta, con una voz profunda y baja que rompe los cristales. Así que hoy, hare un post cortito, que la cosa me pesa.
Archivo por meses: mayo 2014
Lykke Li – I Never Learn
No es Likke, sino Lykke. Claro, un sueco te diría “se escribe como se pronuncia”. Claro. Hasta hoy, siempre que yo mencionaba a esta cantante con hielo en el pelo, estaba mal escrito. Como si de otra se tratara. De todos modos ella está acostumbrada, según dice, su carrera es un gran malentendido. Desde que a un DJ belga, The Magician, se le dio por sacar un remix de I Follow Rivers, mega hit que permaneció una eternidad en los charts dance de Europa, la gente se cree que Lykke Li es una cantante pop entre David el Jeta y la canción del verano, una chica ligera y alegre. Nada más lejos de la realidad.
Future Islands – Singles
Ay, sobre gustos y colores, no ha escrito Fiouck. Desde finales de marzo, mi raquítico Facebook ha sido invadido por millones –bueno vale, digamos que algunas- de publicaciones y links hacia vídeos y reseñas sobre un grupo que hasta esta mañana no conocía, Future Islands, pero que tenía apuntado en mi famosa lista “Días de vacas flacas”. Al leer algunos comentarios de fans, entre el éxtasis y el desvanecimiento, algunos de gente con gusto musical exquisito -aunque dándole peligrosamente al indie folk a mi juicio-, me decía “la cosa promete Fiouck, ponte las gafas y el audífono, a por ellos”.
Tune Yards – Nikki Nak
Si tienes cierta edad, recordarás a un tal Pee Wee, personaje de la tele US que un joven Tim Burton traspasó a la gran pantalla en 1985, en la primera película que rodó, Pee Wee Big Adventure. Pee Wee, un pidehostias en toda regla, me horripilaba este tipo. Por cierto que un par de soplamocos le hubiera venido bien, igual se libraba de ser arrestado por la policía de su país en dos ocasiones. Primero en un cine porno de Sarasota en Florida, por ipsación quiroerastica –me parto, esta expresión me sirve para contrarrestar la palabra pidehostias, muy coloquial me dicen-, segundo por estar en posesión de material vídeo pedófilo. En fin, un personaje nada reluciente. Y a qué viene todo esto Fiouck? A mi no me mires, la culpa la tiene Merrill Garbus.
The Roots – Things Fall Apart
Todo nuevo álbum de The Roots siempre es un acontecimiento. No genera tanta expectativa como un nuevo “nuevo testamento” (U2) o una nueva recopilación “Cien recetas de carne” (Miss Solomillo), sin embargo después de veintisiete años de carrera, se merece más atención que muchos de los 467 grupos o artistas que ya tienen su post en este blog. No gozan de la misma fama que los Eminem, 50 cents o Snoop Dog –no me pidas más, que ya he llegado a mi límite-, sin embargo se les tiene más respeto que a casi todos. ¿Por qué?
Earth Wind & Fire – That’s The Way Of The World
A finales de los 70’s, cuando sonaba en la radio o la tele Earth Wind & Fire, me chirriaban los oídos. Lo mismo que cuando se escuchaba –sin querer, ¡que conste!- Anita Ward, los Bee Gees, Boney M, Chic, Gloria Gaynor, Eruption, Santa Esmeralda o el inefable Patrick Hernández. Para mi, todo era una misma canción “disco”, tortura imaginada por un resucitado Torquemada, con mono de nailon cubierto de lentejuelas abierto sobre un pecho peludo, bola de pelo afro exagerada y zapatazos con suelas kilométricas. No entendía qué había hecho yo de malo para tener que sufrir semejante bazofia musical. Craso error, a Earth Wind & Fire nunca les debí de incluir en el mismo saco, fue más que nada fruto del desconocimiento. Porque esta banda sí que tenía talento y una discografía detrás de ellos que más de un grupo quisiera para si.
Vulfpeck – My First Car
Vulfpeck, o cómo burlarse de todo el tinglado de la industria musical. Esta banda de funk soul de California acaba de realizar el golpe perfecto. La idea es sencilla pero a nadie se le había ocurrido hasta el momento. ¿De qué hablo? Vamos por partes.