Toy – Left Myself Behind

Domingo gris, domingo feo. ¿Domingo resacoso? –suerte tienes, yo con gripe, así que ni eso-. Venga, abre la ventana, sube el volumen, y dale al play. Voy a eliminar estos restos de vodka, ya verás.

Un 80% Toy, un 20% juguete, debido a la presencia en el quinteto de una teclista de aquí. Alejandra Díez era enfermera, y como otras tantas, se tuvo que marchar a Londres en busca de trabajo y dignidad. Lo encontró doblemente, primero en un servicio de urgencias, segundo en una de las bandas de rock que más promete. Para reconocerla en las fotos del grupo, no te fijes en el pelo, que lo llevan igual de largo todos, sólo que ella es bastante guapa, los chicos va a ser que no. Se ha creado tantas expectativas alrededor de estos músicos, que la primera banda que montaron –The Jing Jang Jong– la tuvieron que desechar, antes de que el disco que acababan de producir se publicase. Esto pasa cuando la prensa musical –inglesa- se dedica a lanzar grupos al aire con tal de ser los primeros en mencionarlos. Luego da igual si recaen mal y desaparecen directamente del mapa. Toy lleva un par de años creando el buzz, sacando singles y EP’s tan asombrosos que te entran ganas de montar una revista de estas, sólo para ser el primero en hablar bien de ellos. Pude verles en concierto en diciembre de 2012 en el Primavera Club, pero por culpa de una desorganización deficiente, me perdí la mitad de su actuación, menuda rabia.

toy

La música que hacen se inspira en géneros de una época en la que casi ninguno había nacido: krautrock, rock psicodélico, post punk. En entrevistas mencionan como influencias grupos que da gusto ver por ahí, Pink Floyd, Rolling Stones, Velvet Underground, MC5, Stooges, Television, Ramones. El resultado es apabullante, las guitarras son tremendas. El primer single que sacaron, hace dos años, Left Myself Behind, dura cerca de ocho minutos, siendo los últimos cuatro un baño de sonidos de guitarra distorsionados, épicos, grandiosos, saturados, frenéticos, apoteósicos. Puedo decir un taco? Joder! Es enorme. Es simplemente enorme. Top 10 de Fiouck.

Left Myself Behind, de Toy. Hala, mueve el culo, luego zumito y a misa.

 

 

Escucha Left Myself Behind, de Toy.

Joy Division – Love Will Tear Us Apart

Mucha fama tiene el Club de los 27, selecto círculo privado en el que se aceptan incluso mujeres, cuyos miembros tienen dos puntos en común: haber sido músico y haber fallecido a los 27 años por consumo de drogas y alcohol. Brian Jones, Jimi Hendrix, Janis Joplin, Jim Morrison, Kurt Cobain, Amy Winehouse, y algunos más. Otros tienen más prisa por llamar a la puerta –o será que no quieren formar parte del Imserso musical: Nick Drake, Sid Vicious y Ian Curtis forman el Club de los 21 a 26, menos conocido. En la puerta de entrada, se puede leer el lema “Live Fast, Die Young”. No se les hace más grande, sólo más intensos. Ian Curtis estará al frente de Joy Division tan sólo tres años, pero dejará un legado para siempre.

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ESG – Come Away With ESG

Scroggins.

(Del est. Post-punk, -funk -groove).

1. f. Chicas del Bronx musicalmente ignorantes e inventadoras de un estilo efímero de culto.

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Qué no haría una madre para salvar a sus hijas del abismo de la mala vida. Sobre todo cuando una vive en el Bronx a principios de los 80. La Sra. Scroggins tiene la cabeza ordenada y ve las cosas claras, la calle es fuente de perdición, nada mejor para retener a sus cuatro hijas adolescentes en casa que comprarles a cada una un instrumento de música. Big brother mother.

De un día para el otro, Renee, Valerie, Deborah y Marie Scroggins se ven con guitarra, bajo, congas y batería entre manos. Como los ahorros de la Sra. Scroggins (Chapeau, Madame!) no dan para impartirles clases de música, y como ellas no tienen ni idea (sólo recuerdan a James Brown tocando en la radio), como buenas autodidactas con un algo más (genio? talento? suerte?), se inventan un estilo propio, muy propio. Es más, único. Aunque más tarde se las meterá en el saco de la “No Wave”, con otras bandas neoyorquinas como Liquid Liquid y Bush Tetras, la música de las Scroggins quedará tan innovadora como efímera, única, totalmente mítica.

Come+Away+With+ESG(1983)

Funk minimalista, groove demoledor, punk exhausto, un bajo omnipresente, una voz fresca aunque en la sombra, el primer álbum de las chicas es asombroso, como lo son los discos que marcan un nuevo estilo, una nueva dirección en la compleja ramificación de la música popular. “Come Away With ESG” es un OVNI de verdad. Si bien ningún grupo le toma el relevo, muchos se inspiran de él. ESG es a fecha de hoy el grupo más sampleado de la historia, por artistas de la talla de Public Ennemy, LL Cool J, Big Daddy Kane, Beastie Boys, por sólo nombrar algunos de una lista interminable. Años más tarde harán una canción sobre el tema, “Sample credits can’t pay our bills”. Cuando sale es la sensación absoluta de las noches de NYC. Todo el mundo se enamora de ellas, tocan con The Clash, Public Image Limited (de mi querido John Lydon), Gang of Four, participan en la inauguración del Club The Hacienda de Manchester (el pendiente inglés del CBGB neoyorquino) invitadas por el mismísimo dueño del Club, Tony Wilson, y más tarde en el cierre de otro Club famoso en NYC, el Paradise Garage. Pitchfork, la biblia indie de internet, lo clasifica en el puesto 84 de los mejores álbumes de los 80’s.

Sacan un nuevo álbum (ESG) en 1991, otro (Step Off) en 2002 y finalmente el cuarto (Keep on Moving) se estrena en 2006, con la canción homónima muy en la línea del primer disco del grupo, hipnótica, minimalista, pero aún así más bailable que cualquier otra canción de los supuestos DJs ibicenco…jones. Hoy siguen dando conciertos por el planeta, como refuerzo han integrado a dos de sus propias hijas, Nicole y Chistelle. Hay ESG para rato.

Escucha Come Away With ESG, de ESG, entero…