Anika Henderson nació en la segunda mitad de los 80. Por ahí, no se han molestado en incluirlo en ninguna bio. En todo caso, una década después de First Issue, el primer álbum de Public Image Limited. Siete u ocho años después de la aparición y el eclipse en el mismo año del genero No Wave –ESG o Liquid Liquid-. Es una pregunta idiota lo sé, pero ¿por qué sacar un disco in memoriam en 2010, como si el tiempo no hubiera volado?
Archivo de la etiqueta: No Wave
Yvette – Process
En agosto de 1981, me sacaron una foto, de día, delante de la entrada cutre del CBGB en Nueva York, con su toldo de tienda de ropa para amas de casa. Yo todavía era un chaval, y aunque la sala estaba todavía lejos de alcanzar la condición de mito y leyenda del rock, la conocía muy bien por un vinilo que tenía en casa –este sí lo sigo teniendo, wow-, un doble recopilatorio de los mejores conciertos que se dieron entre 75 y 76. El disco empezaba por una voz en off –realmente era un tipo de la sala que se subía al escenario antes de cualquier actuación, para dar la bienvenida al público- que decía “With you from the Bowery, New York City… ¡Welcome to the CBGB!” y enseguida arrancaban las guitarras de Tuff Darts con su tema All for the Love of Rock’n’Roll –aquí puedes escucharlo en youtube-.
Lizzy Mercier Descloux – The Long Goodbye
¡Puah! Hoy igual no procede reírse, toca día no future, negro negro negro negro, Fiouck’n’roll cumple cincuenta años. Me entenderán los que ya han pasado por ahí. Los demás, os ruego no bostezar de aburrimiento, ya os tocará. Menuda faena cumplir esta m… de medio siglo, me supera, suena a acabado, a calcetines ejecutivos en mocasines de borla, a pantalón salmón demasiado corto, a chaqueta azul marino, a coche familiar, a pareja recelosa, a astemia de las cuatro estaciones, a televisor encendido, a pelo rapado para borrar la tonsura, a tripa de sobremesa, a vinilos polvorientos en el fondo del armario, a lady gaga de sonido de llamada, al hormiguero, a chequeo médico intranquilo. ¡Buaaaah, no quierooo! Pero por si acaso, que sirva el post de hoy para dejar constancia de la canción que quiero escuchar en mi último suspiro –si me pilla de sorpresa, ponerla después, nunca se sabe-: The Long Goodbye, de Lizzy Mercier Descloux.
Martine-Elizabeth Mercier. Nació en Paris en 1956, aunque se crió en Lyon con su madre –no conoció a su padre antes de cumplir cuarenta y siete años, pocos meses antes de que un cáncer se la llevara, en 2004-. Antes de cumplir los dieciocho, subió a Paris para estudiar Bellas Artes, adolescente probablemente atormentada, poeta, dibujante. Encontró un estudio en el 11 rue des Halles, justo en frente de una tienda llamada Harry Cover –un juego de palabras con haricot vert, judía verde, muy malo-, lugar que se iba a convertir en el punto neurálgico parisino de todas las modas y corrientes musicales de finales de los 70’s, punk rock y new wave. Vinilos importados, posters, camisetas, libros, ays, cómo mola. Ahí conoce al dueño, Michel Esteban, con el que entabla una profunda amistad –y algo más al principio-que perduró hasta el último soplo de vida de Lizzy. Michel Esteban fue una figura en el underground parisino. Fundó el fanzine Rock News en 1975, que cubrió toda la actividad rock y punk londinense y neoyorquina durante algunos años. Con Lizzy, presenciaron y relataron todos los conciertos que han marcado esta bendita época, Sex Pistols, Clash, Stooges, Patti Smith, Ramones, Siouxsie, Billy Idol –antes de que se volviera pop-.
En 1975 ambos se marchan a Nueva York. Allí comparten piso con Patti Smith y Richard Hell. Con John Cale, Esteban funda el sello Ze Records, editor de algunos de los artistas más importantes de la época y apoyo material del movimiento No Wave. Mientras tanto, Lizzy escribe, aprende a tocar, compone sus primeras canciones. En 1978, publica su primer EP, Rosa Yemen, y el año siguiente, el álbum Press Color. Alabado por la crítica, desgraciadamente se distribuye muy mal y no vende apenas, fracaso que ella encaja muy mal. En 1981, desde Las Bahamas, saca un segundo álbum, precursor de la world music, mezcla de sonidos procedentes del Caribe, África, rock, soul y funk. Luego viaja a África, continente que recorre siguiendo los pasos de Arthur Rimbaud, desde Etiopia hasta Soweto, Sudáfrica, en pleno apartheid, y bastante antes de Paul Simon. En 1984 saca su tercer álbum, Zulu Rock, del que CBS saca el único hit de su carrera, Mais où sont passées les gazelles –Pero dónde han ido a parar las gacelas-. En 1986 se va a Brasil, desde donde se publica el cuarto, One for The Soul, acompañada por la trompeta de Chet Baker en cuatro canciones. Dos años más tarde sale Suspense, quinto álbum, desde Londres. Este es el disco que contiene mi marcha fúnebre, The Long Goodbye. Luego ya se cansa, sigue componiendo para otros, bandas sonoras, pinta, escribe poesía, desde el caribe francés durante algunos años, y finalmente en Córcega, l’île de Beauté –la Isla de la Belleza- en la que la más fea de las enfermedades la fulminó en 2004.
Yo me quejo de cumplir cincuenta. Ella no pudo. Me encanta la música que hizo, y me fascina el personaje y su historia. The Long Goodbye.
Escucha algunas canciones de Lizzy Mercier Descloux
ESG – Come Away With ESG
Scroggins.
(Del est. Post-punk, -funk -groove).
1. f. Chicas del Bronx musicalmente ignorantes e inventadoras de un estilo efímero de culto.
Real Academia Fiouckola © Todos los derechos reservados
Qué no haría una madre para salvar a sus hijas del abismo de la mala vida. Sobre todo cuando una vive en el Bronx a principios de los 80. La Sra. Scroggins tiene la cabeza ordenada y ve las cosas claras, la calle es fuente de perdición, nada mejor para retener a sus cuatro hijas adolescentes en casa que comprarles a cada una un instrumento de música. Big brother mother.
De un día para el otro, Renee, Valerie, Deborah y Marie Scroggins se ven con guitarra, bajo, congas y batería entre manos. Como los ahorros de la Sra. Scroggins (Chapeau, Madame!) no dan para impartirles clases de música, y como ellas no tienen ni idea (sólo recuerdan a James Brown tocando en la radio), como buenas autodidactas con un algo más (genio? talento? suerte?), se inventan un estilo propio, muy propio. Es más, único. Aunque más tarde se las meterá en el saco de la “No Wave”, con otras bandas neoyorquinas como Liquid Liquid y Bush Tetras, la música de las Scroggins quedará tan innovadora como efímera, única, totalmente mítica.
Funk minimalista, groove demoledor, punk exhausto, un bajo omnipresente, una voz fresca aunque en la sombra, el primer álbum de las chicas es asombroso, como lo son los discos que marcan un nuevo estilo, una nueva dirección en la compleja ramificación de la música popular. “Come Away With ESG” es un OVNI de verdad. Si bien ningún grupo le toma el relevo, muchos se inspiran de él. ESG es a fecha de hoy el grupo más sampleado de la historia, por artistas de la talla de Public Ennemy, LL Cool J, Big Daddy Kane, Beastie Boys, por sólo nombrar algunos de una lista interminable. Años más tarde harán una canción sobre el tema, “Sample credits can’t pay our bills”. Cuando sale es la sensación absoluta de las noches de NYC. Todo el mundo se enamora de ellas, tocan con The Clash, Public Image Limited (de mi querido John Lydon), Gang of Four, participan en la inauguración del Club The Hacienda de Manchester (el pendiente inglés del CBGB neoyorquino) invitadas por el mismísimo dueño del Club, Tony Wilson, y más tarde en el cierre de otro Club famoso en NYC, el Paradise Garage. Pitchfork, la biblia indie de internet, lo clasifica en el puesto 84 de los mejores álbumes de los 80’s.
Sacan un nuevo álbum (ESG) en 1991, otro (Step Off) en 2002 y finalmente el cuarto (Keep on Moving) se estrena en 2006, con la canción homónima muy en la línea del primer disco del grupo, hipnótica, minimalista, pero aún así más bailable que cualquier otra canción de los supuestos DJs ibicenco…jones. Hoy siguen dando conciertos por el planeta, como refuerzo han integrado a dos de sus propias hijas, Nicole y Chistelle. Hay ESG para rato.
Escucha Come Away With ESG, de ESG, entero…