Un día del 66, a un genio introvertido de pelo largo con serio trastorno de la personalidad y complejo de Edipo, bajo los efectos de todo tipo de sustancias, le da por cambiar una estrofa de una canción que lleva tiempo tocando en el “Whysky a Gogo” de Los Angeles, estrofa que queda aquella noche en “Father, yes son? I want to kill you. Mother, i want to fuck you”. En el mismo instante, pierde un local donde tocar, gana un contrato con Elektra, y empieza la leyenda.
Un año después, The Doors saca su primer álbum homónimo. Break on Through, The Crystal Ship, Light my Fire, y otras 8 canciones para lo que se considera todavía como el mejor LP de debut de una banda rock.
The end, la famosa canción, sale con un grito en lugar del muy polémico “fuck you”. Dura cerca de 12 minutos, huele a napalm, jungla, porro, sudor y helicópteros calcinados. Rock’n’roll…
Ayer falleció el teclista de la banda, Ray Manzarek. M… enfermedad.
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