Esto es lo que pasa cuando, a punto de concluir el día, me encuentro todavía sin saber a quien sacar en el post del día siguiente -el que estás leyendo ahora-. Abro mi chuleta, donde suelo apuntar nombres de grupos para futuras entradas, busco al primero que me llame la atención –obviamente el primer criterio es que me guste-, y cruzo los dedos para que te guste/impacte también.
Archivo por meses: septiembre 2014
Cinema Paradiso – BSO
Venga, escúchame y hazme caso por una vez, enchufa el player abajo antes de leer. Pon la música de la escena final.
La Lupe – Puro Teatro
La Lupe, o cómo equivocarse de dios y acabar mal.
The Plastic Wave – Autotomy
Acabo de leer una noticia que me ha dejado perplejo. Para que me entiendas, diré que, debido a la edad que tengo –te juro que no voy a hacer de calimero-, casi siempre he conocido a Irán y EEUU repartiéndose soplamocos. “¡Barbudo feo!”, “¡pues anda que tú, hijo de satán!”, “Allah la tiene pequeña”, “Bushiño, por el culo te la hinco”, ya ya, bueno, cosas así ya sabes, estamos entre gentlemen. La cosa remonta a 1980, cuando miles de barbudos feos retuvieron en su embajada a decenas de hijos de satán durante un buen rato. Desde entonces, como que no ha habido mucho acercamiento.
Moodoid – Le Monde Moo
Me han dicho varias personas que mi post de ayer olía a pereza total, como que no muy digna. Que a ver si levantamos cabeza, Fiouckiño. Pues vamos mal. Si ayer fue pereza, hoy es apatía. Peor, se trata de un caso flagrante de astenia otoñal. Odio cuando el verano da las primeras señales de flaqueación, o flaqueamiento, o flaqueismo, como se diga. Unos dirán que de qué hablo, que en Islandia para sentir los efectos de tener 33 grados, se tienen que quemar las botas en las laderas de un volcán con nombre impronunciable. Yaaaaa. Pero se le ve, el verano quiere tirar la toalla y pasar el relevo. ¡¡Si anoche he tenido que taparme con las sábanas!! This is the end, entiéndeme, el muy cabrón me va a dejar tirado.
The John Steel Singers – Everything’s A Thread
No he montado nunca un grupo de música, pero sí varias empresas. Aunque sean dos aventuras muy distintas, ambas tienen un punto en común: en algún momento hay que darle nombre. Al principio es divertido; se te ocurre un montón de idioteces ideas, absurdas o divertidas muchas. Pero pronto hay que volver a la triste realidad –al registro mercantil la guasa no le va-, como cuando ajustas la corbata después de pasar tres semanas sin cambiar de camiseta –lo digo por ti, yo sólo me he cogido cinco días-. Los grupos lo tienen más fácil, sólo se tienen que preocupar que no este ya cogido, luego cualquier ocurrencia vale. Y siempre me ha gustado averiguar su origen.
Throes & The Shine – Mambos De Outros Tipos
En principio no tengo pensado irme de fiesta a Angola. Es más, la probabilidad de que pise el suelo de este país es bastante remota, por no decir nula. Error, craso error. Los angoleños tienen un sentido de la fiesta que aquí se ha perdido –y eso que España algo sabe de montar fiestas y armarla-. Lo tienen en la sangre, les es vital. Cualquier acontecimiento es merecedor de poner música y a bailar. Y qué música, ¡vaya!