En principio no tengo pensado irme de fiesta a Angola. Es más, la probabilidad de que pise el suelo de este país es bastante remota, por no decir nula. Error, craso error. Los angoleños tienen un sentido de la fiesta que aquí se ha perdido –y eso que España algo sabe de montar fiestas y armarla-. Lo tienen en la sangre, les es vital. Cualquier acontecimiento es merecedor de poner música y a bailar. Y qué música, ¡vaya!
Angola es la patria del Kuduro. Desde mediados de los 90’s, este país, que ha recobrado la paz desde 2002, sucumbe al sonido de un estilo musical que despertaría a un muerto. Mezcla de electroclash hip hop con percusiones africanas, el kuduro sirve una música alegre, frenética y euforizante. El nombre quiere decir “culo duro” y no es de extrañar cuando ves cómo lo bailan. A su lado, los jóvenes del Bronx parecen abueletes rígidos. El baile Kuduro se lo inventó un tal Tony Amado en 1996, después de ver una película de Van Damme en la que éste bailaba borracho –es cuando mejor actúa-. Hay que ver donde encuentra uno la inspiración.
Esta música lleva diez años exportándose a todos los países luso hablantes. En Portugal, es el grupo Buraka Som Sistema que lo popularizó primero. Formado en las afueras de Oporto, en un barrio donde residían mayormente inmigrantes angoleños, el fenómeno Buraka Sam Sistema se podría comparar a lo que fue Mano Negra quince años antes en Francia. Mezclar sonidos variados con un tempo muy rápido, letra combativa, y a bailar. En 2008, M.I.A. se interesó por ellos y de ahí nació el tema común Sound of Kuduro, extraído del segundo álbum de estudio de la banda, Black Diamond.
A partir de 2011 le tocó a Throes & The Shine retomar el relevo. Esta formación nace del encuentro entre Throes, dúo portugués de rock noisy, y Shine, dúo portugués de Kuduro. Al ritmo de por sí agitado del kuduro le añaden una buena dosis de rock guitarrero, para llegar a un resultado más exaltado y furioso aún, epiléptico. El Rockuduro. Es festivo total, aunque del álbum Mambos de Outros Tipos -editado hace poquito- sólo he podido rescatar una canción, Dombolo. Me la pongo en bucle. Habrá que ir a Angola pues.
algo africano que no es lo de siempre ¡¡¡ bien bien bien !!!
¡Verdad! ¡Aúpa Angóla! ¡Larga vida al kuduro y al rockuduro!