The Maisonettes – Heartache Avenue

¡Milagro!

Vosotros iréis a misa al final del post, yo me tomaré el zumito -con champagne, para celebrarlo-, porque esto se llama un milagro. Llevaba… cuánto… ¿años?, muchos años, tarareando una canción que no había forma de localizar. Lo peor era por la noche, cuando me desvelaba y de repente irrumpía el estribillo maléfico.

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Jimmy Ruffin – What Becomes Ff The Broken Hearted

Jimmy Ruffin, la estrella que pudo ser pero que no fue. Tanto es así que si bien te suena su apellido, el nombre no. Acuérdate, David Ruffin fue el cantante principal de The Temptations de 64 a 68, mientras que Jimmy, su hermano, recogía las migas de la ola soul negra promovida por las hermanas enemigas Stax y Motown.

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Sharon Jones and the Dap-Kings – Give the People What They Want

Sharon Jones, la nueva diva de la soul americana, las ha pasado canutas para estar donde está. Heroína muy a pesar suyo de una de estas historias con final feliz por los pelos. Cuarenta años que intenta hacerse un sitio en la industria musical, a base de música soul tendencia época dorada de la Motown. Y lo consigue in extremis después de superar hacer pocos meses un cáncer de las vías biliares. Una bonita lección de perseverancia y fe en sí mismo.

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The Supremes – Stop! In The Name Of Love

Vestido ajustado de lentejuelas, tres metros cúbicos de pelo en la cabeza, ojos rasgados y mirada sensual, piernas ligeramente abiertas, mano izquierda en la cadera, brazo derecho estirado hacia delante, palma abierta como si fueran a parar a alguien. Stop! In the naaaame of looooove….

Cerca de cincuenta años después, no se sabe si la canción llegó al #1 de los charts US por la música o por la coreografía, inventada por dos miembros de los Temptations pocos minutos antes de que Diana Ross y sus acolitas subiesen al escenario para la première del tema en un show televisivo. Aquel mes de 1965, The Supremes afianzan su papel de mejor banda de soul femenina, con su cuarto #1 en dos años –de un total de doce en toda la carrera del trio con la Ross al mando-.

Pero no lo tuvieron fácil. Diana Ross, Florence Ballard y Betty Travis eran amigas de la infancia. Acostumbradas a cantar cada vez que podían por su barrio, crean un primer grupo, ayudado en ello por Eddie Kendricks y Paul Williams, miembros de The Primes -que terminaría siendo The Temptations-. The Primettes graba primero para un sello marginal, pero las canciones nunca se llegan a publicar. Estamos a finales de los cincuenta, Diana Ross tiene quince años, Ballard uno más. Dos niñas, pegajosas. Durante semanas asedian la sede de la Tamla Motown, después de que desapareciera el sello para el que habían estado trabajando en vano. Smokey Robinson, ex vecino de las chicas, les permite entrar, y durante un año se dedican a hacer coros –“baby, baby, oooh”- y dar palmaditas, en sesiones de grabación de otros artistas, por 2,50$ la semana –al FMI le encantaría estos sueldos-. El dueño de la Tamla, Berry Gordy, termina fijándose en ellas, viéndolas interpretar un tema compuesto por Robinson, I want a guy. Firman en enero de 1961 –Diana Ross sigue sin cumplir dieciocho-, se convierten en The Supremes, y empieza una nueva bonita historia.

Las primeras grabaciones, obras de Smokey Robinson, son un fiasco. Todas las interpreta Diana Ross, menos una, Buttered popcorn, cantada por Florence Ballard. Como otros 37.208 grupos de la época, la música de The Supremes huele a coches enormes, barbacoas dominicales, amoríos de asientos traseros, pero no cuaja. Berry Gordy, él, huele a dólares. Nombra al trio prioridad absoluta de la Tamla y encarga a Robinson que se busque la vida para dar con un hit. Después de múltiples intentos infructuosos, a The Supremes le pasa lo mismo que a The Temptations en su momento, empiezan a arrastrar un mote humillante, The No-Hit Supremes. Gordy echa a Smoky y llama a los responsables de otro grupo femenino en plena gloria, Martha & The Vandellas, con Martha Reeves de cantante. Los compositores Holland/Dozier/Holland sacan título tras título para The Supremes, que ven como empiezan a integrar los charts. Empiezan con un #23, When The Lovelights Starts Shining Through His Eyes.

SupremesLa gloria llega durante el verano de 1964, cuando se publica el segundo álbum de las chicas, Where did our love go, disco superlativo a todos los efectos. Ochenta y nueve semanas seguidas en los charts, primer álbum en toda la historia de la música popular en tener tres singles que llegarán al #1, buque insignia del sonido Motown. Primer single coronado, el tema Where Did Our Love Go, #472 en la lista Rolling Stones de las 500 mejores canciones de todos los tiempos, versionada diecisiete años más tarde por Soft Cell, un millón de copias vendidas en un plis plas. Y luego Baby Love. Y finalmente Come see about me. Y se repetirá la rutina otras nueve veces. En total doce #1 –de los que diez fueron obra del trio Holland/Dozier/Holland, que dejo más abajo para la escucha- para una de las bandas ícono de los sesenta. Luego se separarán, se odiarán, una seguirá una brillante carrera en solitario, otra fallecerá, otras –hubo bastantes movimientos en la composición del trio a lo largo de los años- verterán hiel en los medios, nada que no hayamos visto mil veces. Rock’n’roll.

Stop! In the naaaame of loooove…

 

Escucha las mejores canciones de The Supremes

Rare Earth – Get Ready

Anoche estuve en casa de una persona que me presentaron hace poco. La primera vez que le vi, intercambiamos un poco sobre música, se le notaba bastante enterado y apasionado. Lo que no me podía imaginar, era que tenía en su casa una colección alucinante de cerca de 3.000 vinilos, siendo la mayoría de ellos ediciones originales. Alguna rareza tiene, aunque no es un caza tesoro. Disfruta escuchándolos y punto, como Elvis dios manda. Me regaló el vinilo de la reedición española de Ziggy Stardust –me fui de su casa con el disco en brazo, como un niño sale de casa de su abuela el día de reyes, dispuesto a dar una patada a quien se acercara demasiado-. Por lo que he podido ver, y por lo que hablamos, su colección cubre esencialmente dos décadas, los 60’s y los 70’s. No soy ningún especialista de ninguna década, pero como loco de la música yo también, algo sé. Y cuando me hablan de un grupo que en mi vida había escuchado y cuyo nombre nunca había oído, me pongo nervioso. Y cuando resulta que este grupo llegó a vender un millón de copias de su canción más famosa en los US a finales de los 60’s, me arrodillo y hago acto de contrición, me flagelo y recito cinco “Satisfaction” y tres “Anarchy in the UK” como penitencia.

Rare Earth, así se llama el grupo. Y tú dices “Hombre claro, ni sé cómo no los conoces”. Ya te vale. Y la canción en cuestión se llama Get Ready. Aunque resulta que no es de ellos, sino de The Temptations, pero vamos por partes. La banda se forma a principios de los 60, en Detroit, como The Sunliners. En 1968 cambian el nombre por Rare Earth, y después de un primer álbum que pasa desapercibido editado por el sello Verve, firman con la Motown. Wow, un grupo de blancos –que no sureños- en la Motown? Realmente no directamente, la Motown crea un sello sólo para ellos, y lo llama igual que la banda, Rare Earth. Para el primer disco que publican con el sello recién creado, utilizan en parte material que ya tenían previsto para Verve. Como queda una cara vacía entera, la rellenan con una versión enorme de Get Ready, de The Temptations.

Rare Earth

En 1966, Smokey Robinson compone un tema meloso para las cinco tentaciones. La letra dice “Get Ready because… I’m bringin’ you a love that’s true”. Ays, tan dulzón que parece una de Barry White… La canción no tiene el éxito esperado, por lo que a Robinson le cuesta el puesto de compositor oficial de los Temptations y es sustuido por Norman Whitfield. Hasta 1970, bastantes artistas la versionan, The Supremes, Dusty Springfied, The Miracles y finalmente Ella Fitzgerald, para quién será la ocasión de entrar por última vez en los charts US. En 1970, Rare Earth se hace con la canción, y saca una versión live, de cerca de veintidós (¡¡22!!) minutos de duración, en la que cada músico tiene su momento de gloria e interpreta a su manera la canción en distintos solos. Luego se supo que los gritos del público se añadieron después, y que no fue una versión en público, sino en un estudio en toda regla. Da igual, el resultado es una enorme mezcla de soul y rock –a mi me chiflan las canciones largas- que no aburre en ningún momento a pesar de su duración. Al principio el álbum no vende mucho, por ello se decide sacar una versión reducida de pocos minutos para el single. Éxito, la canción sube hasta el #4 de los charts yankees y permite darle una segunda vida al álbum entero, que llegará hasta el #10. Para Rare Earth supondrá el momento de mayor popularidad, si bien publicarán bastantes más álbumes hasta el año de su disolución, 1978.

Tengo unas tremendas ganas de poder lucirme con mi nuevo descubrimiento. Seguro que queda por ahí gente que no tiene ni p… idea de Rare Earth. Ja, lo van a pasar fatal.

 

 

Escucha entera Get Ready, de Rare Earth

 

Amy Winehouse – Back To Black

Diminuta, flaca, tatuada como un camionero, pintada como la mujer del camionero, un moño de antología, tenía ese magnetismo de los grandes, ese poder de atracción a la medida de su desamparo, esa extraña sensación de absoluta soledad cuando tenía al mundo rendido a su talento. Gozaba de una voz portentosa, en un cuerpo grácil, casi frágil. Toda la vida de Amy Winehouse se resume en contradicciones, polos opuestos, excesos autodestructivos, y todos los tormentos que suelen acompañar un absoluto desamor consigo mismo.

Resucitó un género, inventó un estilo, iluminó el mundo con 24 canciones, conmocionó con su voz ronca y melodías tristes. Dicen que nadie le ayudó, que el puto circo se alimentó con su lenta caída, esa prensa pestilente que le sobrevive, claro cómo no. Especulando sobre la fecha en la que nos iba a dejar, viéndole tambalearse alcoholizada en youtube. Escuchaban a Duffy y decían que era lo mismo. Miserables…

Amy Winehouse, la más grande del siglo XXI, la más rock’n’roll de las Soul Women… no se ha hecho la miel para la boca del asno.

amy

Back to Black, segundo álbum, aunque sea para escuchar una y otra vez a la canción del mismo nombre. Mi preferida.

We only said good-bye with words
I died a hundred times
You go back to her
And I go back to black