The Divine Comedy – Absent Friends

The Divine Comedy es Neil Hannon. Neil Hannon es The Divine Comedy. El nombre The Divine Comedy viene de la obra de Dante Alighieri -Oooooh-, mientras que el nombre de Neil Hannon viene de sus padres, que así le llamaron porque los padres suelen darle un nombre a los hijos. Punto. No todo tiene porque estar rodeado de misterio o de Oooooh. En fin, Neil Hannon se llama así, fundamentalmente porque al nacer era muy joven para opinar. Hala.

Neil Hannon es claramente un caso a parte. Soy fan fan fan de un tipo que, primero es irlandés –no me habléis de los irlandeses, o en mal-, segundo hace música indescriptible –habladme de música indescriptible-, y tercero es un eterno adolescente loco por la literatura clásica –regalad vuestros libros, que fluya el conocimiento-. Como nos gusta calificar los artistas y/o sus discos con etiquetas reconocibles o manejables, diría que hace pop de cámara. Imagínate un cuarteto con pelucas a lo Luis XVI, pero con un enchufe detrás de la cómoda, y una de Bombay Sapphire en la mesilla –y un poco de harina en la bandeja, ¿será para empolvarse?-, ahí le tienes. No es música conceptualista, ni mucho menos, muchas veces es tremendamente alegre, por mucha emoción que transmita. Mira, es como Rufus Wainwright por la voz, con influencias en ciertos compositores contemporáneos. Ravel o Stravinsky por las composiciones clásicas de sus temas, Michael Nyman por el lirismo actual, todo mezclado con un toque barroco.

MI0000411204

Le he visto varias veces en concierto, como The Divine Comedy –Joy, Madrid 2006-, o como Neil Hannon –Sala Sol, Madrid, 2009-, tengo casi todos sus álbumes, y si vuelve mañana, iré, aunque sea sólo para escuchar Our Mutual Friend. Esta canción sale en el octavo álbum de la banda, Absent Friends, lanzado en 2004. Ni súper charts en su salida, ni ranking posterior a lo Rolling Stones, tan sólo miles de críticas de medios musicales, como esta de Fiouck, “Our Mutual Friend es una de las más bellas canciones de mi vida y figura en mi top 10”. Malas lenguas aseguran que en mi top 10 entran ya más de 50 canciones. Deja, ya hablaré con ellas. Hop.

 

Escucha entero Absent Friends, de The Divine Comedy

The Clash – The Clash UK

No estoy cómodo con The Clash. Como fan desde siempre de los Sex Pistols, siempre me ha costado serlo de los Clash. Escucho su música –ay London Calling-, y reconozco su importancia, su recorrido, sus luchas, su legado. Es complicado verles algún defecto, y ese es tal vez el problema de esta banda. Son casi perfectos, es irritante. Súper músicos, súper creativos, súper sinceros, súper comprometidos. Seguro que siempre encuentran sitio para aparcar delante de casa, y que hacen una tortilla de patata de mil demonios. No se les puede echar nada en cara, por ejemplo incluso después de cuatro álbumes de éxito seguían sin un duro –consiguieron de su discográfica que el doble London Calling y el triple Sandinista se vendiesen a precio de sencillo, asumiendo ellos la diferencia sobre sus royalties-. Unos tipos guay. Forges les podría retratar con el pelo para atrás y ricillos en la nuca, que ni se inmutarían. O le dedicarían una canción, al amigo Forges. Como hicieron con malicia en el primer álbum de la banda, The Clash UK, la canción Garageland está dedicada al periodista del New Musical Express que les retrató de esta forma después de verles en un concierto en 1976: “The Clash es la típica banda que debería volver rápido a su garaje, preferiblemente con la puerta cerrada y el motor en marcha”. Estos periodistas, ni idea.

The Clash fue una banda bicéfala. Difícil decir quién de Mick Jones o de Joe Strummer fue el alma. Ambos eran guitarristas y cantaban, procedían de los mismos suburbios, aspiraban a lo mismo, luchaban por los mismos principios y las mismas causas. Y si al final nos quedamos más bien con la figura de Strummer, es porque este nos dejó hace relativamente poco –con 50 años, repentinamente, uch, cuídate Fiouck, cuídate-. Claro, así uno recuerda menos a Mick Jones, y eso que posteriormente a The Clash siguió haciendo muy buena música con el grupo Big Audio Dynamite –también llamado BAD-. Strummer, Jones, Simonon, Levene, Chimes. Cinco músicos que se propusieron cambiar las cosas –The Sex Pistols sólo se burlaban de ellas – y que en parte lo consiguieron. Estuvieron en todas las acciones, los movimientos, las marchas, las manifestaciones, los conciertos benéficos. Y durante los diez años de vida del grupo, sacaron seis álbumes de estudio, todos más o menos imprescindibles en la historia del rock. En su lista de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos, la revista Rolling Stones clasifica London Calling en el #8. Larry Mullen, batería de U2, declaró mucho después: “The Clash fue la mejor banda del mundo y de seguir hubieran sido más grandes que U2. Durante mucho tiempo fue el grupo con el que nos medimos”.

The_Clash_UK

Volvamos un poco para atrás. 1976, el movimiento punk arrasa en UK. Joe Strummer ha visto los Sex Pistols en concierto, y le flipa. Conoce a Mick Jones y al resto del equipo y forman The Clash. Si desde el principio su idea de la música es distinta a la de los Pistols –dijo Mick Jones años más tarde “Éramos amiguetes hasta cierto punto, pero había, obviamente, un poco de competición entre ambos grupos. La diferencia radicaba en las finalidades de cada uno, ellos pensaban en destruir, nosotros en crear”-, se aprovechan del tirón de Rotten & Co y actúan de teloneros en algunos conciertos. Tocan algunos temas que terminan grabando en estudio a principios de 1977, y en abril de aquel año sale el primer álbum, epónimo, de la banda. Aclamado por la critica y el público, se coloca #12 en los charts ingleses. En 1983 el New Musical Express lo incluye en el #13 de su lista de los mejores álbumes de todos los tiempos. Dos años más tarde, CBS por fin lo sacará en el mercado US como The Clash US, después de quitar una de las mejores canciones del disco, I’m So Bored With The USA-. Punk Music genialmente bien hecha. Aunque sigo prefiriendo a los Sex Pistols.

 

 

 

Esucha entero el álbum The Clash UK, de The Clash

Eduard Khil – Trololo

Domingo. A puntito de entrar en mayo. Y a puntito de nevar. Así que, puesto que los elementos se están poniendo del revés, te dejo con la canción y actuación más inverosímil de toda la historia de la música moderna. Moderna es un decir. Sigue leyendo

Amadou & Mariam – Un Dimanche A Bamako

Malí forma parte de los países más pobres del mundo, con un ingreso per cápita promedio anual inferior al gasto en copas per cápita en España, crisis o no. No sé si se toman copas allí, o si fuman cigarros grandes, o si son naturalmente alegres y creativos, pero siempre he escuchado música procedente de este país. Salif Keita, Ali Farka Touré, Kandia Kouyaté, Toumani Diabaté, Omou Sangaré, Tinariwen – formación tuareg que mezcla música tradicional con sonidos rock, que recibió un Grammy Award en febrero 2012 en Los Angeles, y que tuve la suerte de ver en Madrid un mes después-, y desde hace algunos años, Amadou & Mariam.

Amadou & Mariam - Dimanche A Bamako

Amadou Bagayoko y Mariam Doumbia nacieron en Bamako, capital del país, hace ya mucho –digo mucho cuando es anterior a mi, uno tiene su coquetería-. Ambos perdieron la vista con los (pocos) años. Se volcaron en la música desde su más temprana edad y fue la música la que les unió, en 1975, en el Instituto para Jóvenes Ciegos de Bamako en 1975. Desde entonces no se han dejado nunca, ni cuando emigraron a Abiyán, Costa de Marfil, ni cuando se fueron a Francia, ni cuando llegó la fama y el reconocimiento internacional. Durante los 90, viven una primera temporada en París. Graban un primer disco, Sou ni Tilé, cuyo single Je Pense A Toi vende más de 100.000 ejemplares en 1998 en el país vecino. Sigue un segundo álbum y una serie de giras por Europa y los US. En 2003, Manu Chao, ya separado de Mano Negra, se enamora de su música y colabora con ellos en la composición de un nuevo disco, Un Dimanche A Bamako, que sale en 2004. El álbum, una pequeña joya de música maliense para oídos occidentales, recibe muchos premios, en UK y Francia entre otros, donde se venden más de 300.000 copias. Desde entonces, Amadou & Mariam son el ojito derecho de muchos artistas, les invitan a festivales, colaboraciones, actos reivindicativos. En 2006 co-interpretan el himno oficial del Mundial de Alemania, Zeit Dass Six Was Dreht, con el local Herbert Grönemeyer. En 2009 cantan delante de Barack Obama durante la entrega del Premio Nobel de la paz. El año siguiente forman parte del espectáculo de la ceremonia de inauguración del Mundial de Sudáfrica, al lado de Black Eyed Peas, Alicia Keys (¿quién?), Tinariwen. Menudo destino para dos niños malienses ciegos. Una bonita historia. Un disco hermoso.

Escucha entero Un Dimanche A Bamako, de Amadou & Mariam

Zaz – Je Veux

ZAZ lo tenía todo -y lo sigue teniendo, entendámonos-. Todo el talento del mundo, una voz muy especial, una energía sin límite, una fe inquebrantable, amigos y padrinos que desde el principio creyeron en ella y movieron montañas para allanarle el camino. A pesar de todo, Zaz tardó casi 15 años en llegar donde está, incomprensiblemente, sobre todo si comparamos con la mediocridad que nos invade a diario. Y claro, si no la conoces, dices: “oooooh, y dónde está ahora esta pobre muchacha?”. Oooooh, está en una nube celebrando el millón de copias vendidas de su primer álbum, Je Veux.

Sigue leyendo

The Beach Boys – Pet Sounds

Un disco que ocupa el #2 de la clasificación hecha por Rolling Stones de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos, no es cualquier disco. Por mucho que el grupo detrás de él tenga ese nombre horrendo y soso. Si los Cow Boys guardan vacas, los Beach Boys guardan tablas de surf. Y se ocupan del combi Volkswagen, buscan romero y tomillo para mezclar con el tabaco, custodian el rebaño de rubias. Pero, ¿sacar un disco que inspiró a los mismísimos cuatro sosos de Liverpool para su Sgt. Pepper’s?

Vale que no fue el primer intento de la banda. Concretamente el número 11. Diez discos sacó la banda antes de entender que, después de 100 canciones hablando de surf, igual era hora de cambiar de registro. Además tenían una obsesión –la misma que Bob Dylan, más o menos-, acabar con la hegemonía de la invasión británica en suelo US. Con Pet Sounds, lo van a conseguir, pero a destiempo.

A finales de 1965, Brian Wilson, el líder carismático -aunque medio loco- de la banda,  intuye que el grupo va hacia el muro si no da un giro en su trayectoria musical. Decide abandonar las giras para centrarse en la composición de algo nuevo. Algunas semanas antes, los cuatro sosos han lanzado Rubber Soul; Brian Wilson queda fascinado por el álbum, su unidad, la complementaridad de cada tema. Sabe que tiene que sacar algo grande para, no sólo contrarrestar el golpe, sino poner el listón tan alto que nadie más podrá hacerle(s) sombra. A su mujer, Marylin –adivina el color de pelo… has perdido, era morena- le anuncia: “Marilyn, voy a hacer el mejor disco! El mejor álbum de rock de todos los tiempos”. Ya sabes, si le sueltas esto a una mujer, más te vale no fallar.

pet_sounds

Y no falló. Brian Wilson era un genio. Con problemas psicológicos y adiciones a todo tipo de sustancias incluidos. Contrata a un joven letrista y publicista, Tony Asher, que sabe encontrar las palabras para expresar sus ideas. Componen en dos meses algunas de las mejores canciones pop de la historia de la música. El resultado se queda muy lejos de los temas surf, alegres y despreocupados, marca de la casa hasta la fecha. Pet Sounds es increíblemente innovador y precursor, y anuncia antes que cualquier otro disco la llegada del rock psicodélico. 13 canciones para un álbum mítico. Como muchas veces, el éxito de ventas no llega de inmediato. No pasa del #10 en los charts cuando se estrena. Pero los cuatro sosos quedan impresionados. McCartney regaló una copia a cada uno de sus hijos para “su educación musical”. Y de la canción God Only Knows, siempre dijo que era la mejor canción pop jamás escrita. Pet Sounds obligó a los Beatles a superarse, y justo después de Rubber Soul, sacarían Sgt. Peppers Lonely Heart Club Band, que Rolling Stones terminaría colocando en el #1 de esta misma lista de los 500 mejores álbumes. Eso sí, no todos opinan lo mismo. The Times, El New Musical Express, Mojo y muchas más revistas musicales han elegido Pet Sounds como el mejor álbum de música popular de todos los tiempos. Es un álbum esencial, roza la perfección en la composición e interpretación. Tenía el vinilo, con esa caratula horrorosa, quiero creer que me lo robó un fan. Capullo.

Escucha entero Pet Sounds, de The Beach Boys

Johnny Cash – Hurt

¡Confieso!

Pegadme si queréis! Crucificadme si osáis! Llamadme banquero si os atrevéis! Lo confieso, poco, por no decir nada, conozco de Johnny Cash. LA figura country de los Estados Unidos. Ya! Yaaaaaaa! ¿¡y a mi qué?! Qué culpa tengo yo si la Country, al igual que la folk music, no me pone, no me excita, me aburre, ¡no lo puedo remediar!

Sí, sé lo importante que es Johnny Cash en la cultura norteamericana del siglo XX. Algo así –con perdón- como el Miguel Ríos de aquí. O el Johnny Hallyday de Francia. O el Adriano Celentano de los tramposos Italianos. Un pilar. Una leyenda. Un faro en la oscuridad; de estos que apuntan a la bodega, en busca de alguna botella buena para celebrar que el mundo se va a la mierda. Artistas ilustres, detrás de los que andan cientos de periodistas para mantener la necrología al milímetro –y millones de bloggeros con el copiar/pegar al acecho-.

Yo no le conozco. Puedo repetir lo que dice la Wiki de él. Y lo más probable es que lo haría con el máximo respeto, quitándome el sombrero y la cabeza agachada ante el talento. Sé quién es por lo que supone en la historia reciente yanqui. Sé quien es por esa maravillosa película sobre su vida, En La Cuerda Floja, con Joaquín Phoenix en el papel de su vida. Sé quien es por los cerca de cien millones de discos vendidos sólo en los EEUU. Sé quien es por los relatos de sus innumerables excesos cometidos a lo largo de sus cincuenta años de escenario. Sé quien es porque sí, en el fondo, me avergüenzo de no saber apenas nada de él.

Y sí, es fácil hacer un post sobre Johnny Cash, disculparse ante el personal por no contar nada, y dejarle con su canción Hurt.

zx

¿Hurt? Esta canción de la banda rock industrial Nine Inch Nail, que poco antes de fallecer versioneó Johnny Cash, plasmando su letra en un vídeo en el que se mezclan imágenes de su vejez con momentos felices/amargos de su vida adulta. Si no la he escuchado mil veces, visto mil veces, sentido mil veces… Y siempre se repite la magia, piel de gallina y emoción, mucha emoción. No lo puedo remediar. Escúchala. Ve el vídeo. Quita el sonido del futbol, de la política y de la calle. Manda callar a los niños. A tu pareja. A tu jefe. Ciérrate, y dedícate cuatro minutos y tres segundos. Porque no olvides, algún día te tocará también decir: And you could have it all / My empire of dirt / I will let you down / I will make you hurt.

Escucha Hurt, de Johnny Cash