MC5 – Kick Out The Jams

¿Qué fue primero, la gallina (Iggy & The Stooges) o los huevos (MC5)? No es que me impida dormir –para esto está mi p… nariz- pero no estaría mal zanjar de una vez por todas el tema de quién c… es el padre de la punk music? Algo así como el padre putativo, el pater punkus putativus. Pepe IggyPop o Pepe FredSonic.

En un post anterior sobre Iggy Pop (clic), yo le daba a MC5 cierta ventaja cronológica. Pero finalmente, tampoco queda muy claro: hay constancia de que MC5 empieza por el 64 a torturar las guitarras de la época, por otra parte hay fuentes que sitúan a Iggy Pop de batería en el 63, para un grupo llamado The Iguanas (de ahí su mote). Tampoco ayuda la fecha en la que firman ambos grupos su primer contrato con un sello: la misma. Resulta que el representante de Elektra fue a ver a MC5 en concierto, pero aquella noche ambos grupos tocaban a la vez, y fue el líder de MC5 quien le recomendó que firmara también con Iggy y los suyos. Si nos referimos a la música en sí, tampoco gana ninguno. Al principio ambas bandas producen el mismo caos acústico: guitarras + bajo + batería + letra rabiosa. Por decir algo. Pero en el planteamiento mismo termina MC5 vistiendo el amarillo.

MC5

En 1964, Wayne Kramer y Fred Smith (Fred Sonic, futuro marido de Patti Smith), amigos de la universidad, montan cada uno por su parte un grupo de rock. Ambos tienen las mismas influencias –considerando la música que están a punto de tocar, no se sabe muy bien a quien escuchaban, aunque se habla de Chuck Berry, The Ventures, cosas así-, pero deciden intentarlo por separado. Finalmente, después de perder poco a poco cada banda a sus músicos, deciden unir esfuerzos y pasión en un grupo único. Primero como Headhunters, luego como MC5 –iniciales de Motor City Five, puesto que la banda es originaria de Detroit, Michigan, ciudad del automóvil-. Después de estabilizar la plantilla con músicos y cantante –Rob Tyner, muy comprometido políticamente con grupos izquierdistas, si bien hay que considerar con cautela la palabra izquierda en EEUU-. Enseguida el grupo conecta con muchos movimientos sociales de los sesenta: the Black Panthers y the White Panthers –ambos partidos anti racistas, de obedencia marxista, pero uno con miembros negros y el otro con blancos, welcome to the USA-, la Beat Generation de Allen Ginsberg –y sus recetas de zumo de zanahorias-, etc. “Contratan” los servicios de un “manager”, John Sinclair, co-fundador de las White Panthers-, y empiezan a producirse delante de cada vez más público. Corre la voz que MC5 toca un sonido radical y nuevo, y montan unos shows provocadores, en los que llaman a la revolución y se escucha más “motherfucker” que “flower power”. En 1968, la empresa de John Sinclair, Trans Love Energies –¡los sesenta tio!- edita el primer single de la banda, con dos temas: Lookin at you y Borderline. Se venden 7.000 copias en pocos días, todo un éxito para la música producida. Después de las revueltas de Detroit de 1967, la banda se instala en la ciudad vecina de Ann Arbor para seguir componiendo más temas. En octubre de 1968, vuelven a Detroit, para actuar en el Russ Gibb’s Grande Ballroom, dos noches seguidas. El dueño de Elektra, que tiene olfato, decide grabarlos para editar un álbum. De aquellas dos noches de locura nace el mítico disco Kick Out The Jams. ¿Es este el primer disco punk de la historia de la música? Que cada cual opine, yo digo que sí. No es tanto porque sale un año antes que el disco The Stooges, del Iggy y sus acólitos, sino porque detrás hay un compromiso socio político que no le interesa a Iggy Pop. Y esa es la antorcha que retomarán siete u ocho años después John Lydon/Rotten (The Sex Pistols) y Joe Strummer (The Clash) cada uno con su estilo.

Escucha entero Kick Out The Jams, de MC5

 

Devo – Q: Are We Not Men? A: We Are Devo!

Hubo una época en la que llevar una maceta de plástico rojo en la cabeza parecía lo más normal del mundo, vestirse con monos amarillos chillones no incendiaba las redes, y cantar sobre mongólicos no acarreaba un aluvión de denuncias políticamente correctas. Bendita época de libertad (que sí, estamos regresando, y mucho) ilustrada como nadie por Devo, el grupo más irreverente de finales de los 70s y principios de los 80s.

En la primera mitad de los 70s, una pandilla de amigos de la universidad de Akron (Ohio, la ciudad de los neumáticos) se interesa por la corriente “de-evolution” : no evolucionamos, regresamos. Es cierto que viviendo en los EEUU, cualquiera con dos dedos de frente debería llegar a esa misma conclusión.  Aún tomándosela a broma, el grupo monta primero espectáculos (ays estos conceptualistas) y luego actuaciones musicales. Los hermanos Mothersbaugh, los hermanos Casale, y Josh Freese (del que no se sabe si tenía hermano) adoptan definitivamente el nombre Devo y empiezan, allá por el 75 a alegrarle la vida a los autóctonos cansados, hasta que, bingo, nada menos que Bowie, Iggy Pop, Brian Eno y Robert Fripp les caigan encima mostrando interés por el tono de sus canciones.

devo

Reúnen los cuatro algo de dinerillo para producir el primer álbum de la banda, y se van todos a Colonia a grabarlo. Colonia, no es precisamente la alegría de la huerta, aún así, de los estudios alemanes sale en 78 el disco más loco, tarado y acelerado de la década, una mezcla jubilosa y gozosa de punk new wave.  “Q: Are we not men? A: We are Devo!”. Ahí está el no polémico «Mongoloid», ese grandioso “Gut Feeling” (con una intro que no para de acelerar hasta que te cueste seguirle el ritmo con tu dedo en la mesa, inténtalo), aquel infernal “Slap Your Mammy” (olvídate del dedo, no vas a poder), una versión sincopada e irreverente del “I can’t get no satisfaction” de los Stones, y un explosivo  “Uncontrollable Urge”.

Luego conocerán el éxito con su tercer álbum “Freedom of Choice”, pero la joya está aquí abajo. Hala, gracias Fiouck.

Iggy Pop – The Idiot

A Iggy Pop, icono punk-rock de los últimos 40 años, iguana coja con torso torcido -por culpa de una pierna más corta que la otra-, cara de pocos amigos, fanático del salto del ángel sobre hinchas, no se le conoce ni camiseta, ni camisa, ni chaqueta, ni ningún tipo de prenda de arriba. Apareció semidesnudo y se irá semidesnudo.  Y cuando se vaya el rock habrá perdido a medio dios y quedarán escasos pretendientes para ocupar la otra mitad.

A mediados de los 60, James Newel Österberg Jr. ya va dando saltos por todas partes, que si los Doors, que si los Stones, que si MC5 y Sonics. En el 63 monta una primera banda, The Iguanas -ya ya, de ahí…-, y luego en el 65 lanza The Psychedelic Stooges, con Ron Asheton (guitarra), su hermano Scott (batería, fallecido el 16 de marzo de 2014) y Dave Alexander (bajo). El sonido es increíblemente novedoso, algunos dirán que simplemente muy alto, en todo caso revoluciona el Michigan y pronto el resto del país.

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En 72 conoce a David -la otra mitad- Bowie. Flechazo inmediato, el consumo mundial de heroína se dispara, y The Stooges se tambalean. Desaparece Dave Alexander, a punto está Iggy Pop de hacer lo mismo,  pero Bowie vela. Le lleva a curas de desintoxicación, de gira (Station to Station Tour), y a Berlín para reponer fuerzas -es un decir-. Allí es donde Iggy saca su primer álbum solo, The Idiot.

En este disco a Bowie ya sólo le falta hacer el café. Produce, escribe, compone, toca, canta (coros), saxofonea, sintetiza, xilofonea, pero la marca es indudablemente la de Iggy Pop, con su voz de ultra tumba.  Tenebroso, oscuro,  influenciado por el Krautrock e iluminado por las drogas, Iggy Pop saca lo que se considera su mejor álbum.

Nightclubbing, Sister Midnight, Funtime, todas en el altar. Y China Girl -que Bowie volverá a interpretar 6 años después en su disco Let’s Dance-, alcanza el grial, rock’n’roll for ever…