The Lovin’ Spoonful – Summer In The City

Anoche, Madrid fue lo más parecido a la ciudad que evoca para mi una de mis canciones fetiches, Summer in the City, de The Lovin’ Spoonful. Más de treinta grados poco antes de las doce de la noche, ni la más mínima brisa, las hojas de los árboles paralizadas como en una pintura hiperrealista. Paseando por el barrio, arrastrando mi alma –hace mucho, leí que un científico había llegado a la conclusión, después de pesar un cuerpo justo antes y después de fallecer, que el alma pesaba 7 gramos; una mierda, no hace falta estudiar para saber que pesa tanto como un asno muerto-, contando cada paso, buscando el aire y una buena razón para no huir a Islandia, a comer felizmente escrotos de carnero para combatir el frio. Summer in the city

No hay otra estación del año que te devuelva tan instantáneamente a tus primeros años, como el verano. Y quien dice pequeño, dice playa. Ya lo comenté en un post anterior, sobre Barry Ryan; en la playa de mi juventud, a mediodía, una funcionaria del ayuntamiento cogía el micrófono para darnos la hora y recordarnos que ella se iba a comer, tan pancha, dejándonos con música. Un gusto exquisito tenía esta mujer, la madre de todas las indies, sin lugar a duda. Un día nos regaló Summer in the city, de Lovin’ Spoonful. Y wow, desde entonces no me dejó esta canción. Lo que no sé es qué pasaría con la funcionaria, corría el año 67 ó 68, ahora tendría entre 90 y 120 años. Se iría feliz, con Barry, Peter, Mick, John –que no, no el soso de Liverpool, sino John Sebastian, fundador de los Lovin’-, dándole la mano hasta su último suspiro –oooooh qué bonito Fiouck-.

Spoonful

Cuando a John Sebastian le preguntaron, a principios de los 60’s, por el origen del nombre Lovin’ Spoonful, dijo que venía de la canción Coffee Blues, de Mississippi John Hurt –bluesman islandés americano, fallecido en 1966- en la que se le escucha decir “Well, please, ma’am, just a lovin’ spoon, just a lovin’ spoonful” hablando del café –sería con hielo-. La banda inicia su andadura en 1965, desde Greenwich Village, NYC. Producen un folk pop muy efectivo, ya que los siete primeros singles que sacan terminan todos en el top 10 de los charts US. Do you believe in magic, You didn’t have to be so nice, y sobre todo Daydream, que sube hasta el #2. En 1966 sacan su tercer álbum, Hums of the Lovin’ Spoonful, con una portada en la que salen con pinta espantosa. Contiene muchos hits y canciones que retomarán muchos artistas años más tarde –hasta Johnny Cash versioneará Darlin’ Companion-. Pero sobre todo contiene mi canción, Summer in The City. Cuando sale como single entra directamente como #1, en agosto del 66. Hoy figura en el #401 de la lista de Rolling Stones de las 500 mejores canciones de todos los tiempos. Fue reinterpretada múltiples veces: BB King, Quincy Jones, Joe Cocker, The Stranglers, Joe Jackson, Y mis queridos Comateens, grupo new wave emblemático, ya hablaré de ellos aquí. The Lovin’ Spoonful, Summer in The City, seguro que inspirada en Madrid…

Ciudad caliente, verano en la ciudad / Mi cuello se vuelve sucio y polvoso / Has tenido un bajón, ¿verdad? / No hay ni una sombra en toda la ciudad / Por todas partes, gente medio muerta / Caminando por la acera, más caliente que una cabeza de cerilla encendida…

 

 

Escucha Summer in the City, de The Lovin’ Spoonful