Arno – Putain Putain

Arno Hintjens, belga amarillo –no por Eddy Mercks y sus cinco tours, más bien por su hígado hipertrofiado- lleva más de 40 años mezclando blues y punk, chanson y new wave, ginebra y whisky, cerveza y vino, pastis y raki. En sus primeros conciertos, a principios de los 80’s, con veinte años, ya tenía pinta de cincuentón abusón cargadón. Empezó con un grupo llamado Tjens Couter en 1970. En 1977, forma TC Band, que se convierte en TC Matic tres años después. En 1980, Bélgica, artística y culturalmente, no deja de ser esa especie de almacen trasero de Francia, en la que se criaron artistas francófonos geniales que la historia retuvo como franceses. Jacques Brel, el más grande de todos los intérpretes de la Chanson Française, era belga. Hergé, creador de uno de los personajes de comics más famoso del siglo XX, Tintín, era belga. Y más recientemente, una de las escritoras más respetables y que más vende en el país galo, Amélie Nothomb, es belga.

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Y Arno, cantante belga, se quedó belga, -ya tenían los galos los eructos fétidos de Depardieu- a pesar de tener su periodo estrella en Francia. Europeísta convencido –sobre todo para la libre circulación del alcohol-, cantó siempre en tres idiomas, inglés, neerlandés y francés, muchas veces mezclándolos en una misma canción. Inspirado en el rock roots americano –o será en el bourbon?-, se dibuja una trayectoria a la Tom Waits, yendo a su bola, componiendo textos y melodías sin complacencia, sacudiendo las buenas conciencias. A veces dandy a lo Brian Ferry, a veces borrachy a lo Shane Mc Gowan de The Pogues, Arno se hace un hueco de músico culto que no falta nunca en los ambientes rock de la época. Primero con Oh La La La, rock etílico frenético festivo, en 1981. Y luego con Putain Putain c’est vachement bien, on est quand même tous des européens, algo así como Joder Joder, cómo mola, somos todos europeos, rock etílico frenético festivo –ya lo sé, la misma frase que antes, no es un copiar/pegar, es que es así-, himno irónico pro comunitario cantado en sus tres idiomas nativos, que arrasará durante un tiempo en los clubs de toda Europa. Pero también sabe emocionar, con canciones de amoooooor, emocionantes, simplemente hermosas, como Elle adore le noir pour sortir le soir –Adora el negro para salir de noche-.

Arno es un crack, en 2013 sigue en la brecha, más joven que a sus principios, divirtiéndose, divirtiéndonos. Nunca renunció a ello. En 1985, TC Matic hizo de telonero de Simple Minds, grupo de rock muy serio de los 80’s, en París. Al público que acudió no le gustó el delirio gracioso de Arno y su Putain Putain, la banda no tuvo más remedio que huir en plena actuación ante los violentos abucheos de pobres cretinos con dos dedos de frente. Después del concierto, a un periodista le espetó: “Eramos nosotros contra el mundo entero”.  Qué más da Arno, si no fuera por este blog y Mandela, hoy quien se acordaría de Simple Minds….

Hoy domingo, ya sabes, te dejo que espabiles con dos canciones etílicas frenéticas de Arno/TC Matic, luego zumito y a misa.

Ah, también te dejo con Elle adore le noir… wow…

Escucha Putain Putain, de Arno