The Psychedelic Furs – Heaven

Richard Butler, aire ochentero a más no poder, cara pálida y seca de no tener siempre para comer, voz entre Bowie y Lydon/Rotten cascada por tabaquismo excesivo, genio olvidado de aquellos despiadados años 80, fue el cantante y líder de The Psychedelic Furs, grupo post-punk new wave tirando a rock digno hacia el final de su trayectoria.

Furs

Butler. Un apellido rock’n’roll ¿verdad? A mi me hubiera gustado llamarme así, Fiouck Butler, suena bien. Richard y su hermano Jim fundaron la banda en 1977, no tan convencidos como yo de que sólo con un apellido basta. The Psychedelic Furs vs The Fucking Butler Brothers (por ej.), nunca se sabrá. Y la historia casi les da la razón. Después de actuar en múltiples conciertos en Inglaterra –dónde, si no-, sacan un primer álbum, homónimo, producido por un tal Steve Lillywhite. Este personaje no es un cualquiera, si bien en aquella época está al principio de su carrera, desde entonces se ha convertido en uno de los productores musicales más prolífico de la música popular, con cinco grammys para álbumes de U2, The Killers, Rolling Stones, Peter Gabriel, Talking Heads y una lista más larga que la de los beneficiarios de las esplendideces del preso más famoso de España. Aunque viniendo de la escena punk, el sonido del disco está claramente influenciado por Bowie. Recibe una buena acogida en UK y otros países europeos –yo tenía el vinilo, dónde estará, maldición-, incluso llega a entrar en los charts, aún con una propuesta musical no tan fácil. El disco lo abre la genial India, un tema que tarda más de dos minutos en arrancar aunque merece la pena la espera, uch.

En 1981 publican un segundo trabajo, Talk Talk Talk, con el que logran cruzar el atlántico –y también medio planeta ya que en Nueva Zelanda será todo un éxito-. El sonido es más accesible, si bien Richard Butler parece haber logrado lo impensable: fumar más de cinco paquetes al día. Del disco se extraen dos sencillos, siendo uno de ellos Pretty in Pink, que llama la atención de un tal John Hughes, joven cineasta americano que se especializará en películas para público adolescente y veinteañero. Cinco años más tarde, se inspirará en la canción para realizar una película homónima, versión moderna de Romeo y Julieta, que arrasa en taquilla y le permite a Richard Butler por fin comer cada día.

En 1982 sale Forever Now, tercer disco –que contiene el hit Love My Way-, y dos años después, Mirror Moves. En este cuarto álbum está la perla de The Psychedelic Furs, Heaven, himno inconfundible de esta época. “Gorgeous pop song”, dijo de ella el crítico de Allmusic. A la altura del tema Bitter Sweet Symphony de The Verve, y también en mi top 20.

Heaveeeeeennnnnnnn…..

 

 

Escucha las mejores canciones de The Psychedelic Furs