Supertramp – Crime Of The Century

Supertramp, banda bicéfala por excelencia, aguantó un poco más que Pink Floyd como estandarte de una música muy marcada 70’s -rock progresivo y a veces conceptual-, pero terminó encajando mal el cambio generacional y la llegada de otros sonidos más frescos (punk) o modernos (new wave). Eso sí, el grupo de Rick Davies y Roger Hodgson vendió más discos que la suma de los grupos de estos dos géneros. De 74 a 79, Supertramp sacó cuatro álbumes (del nº 3 al nº 6 de los 11 producidos en total) que vendieron más de 40 millones de ejemplares.

En 1969, Rick Davies, el pobre, y Roger Hodgson, el rico, se conocen vía un anuncio publicado por el primero. Parece ser que desde el primer momento no se llevan del todo bien -apunta, si estás pensando en montar una banda, elige compañeros de aventura conflictivos, es un criterio de éxito-. Aún financiados por un mecenas holandés multimillonario llamado Stanley August Miesegaes, no logran conectar con el público. Los dos primeros discos, Supertramp e Indelibly Stamped -este último con una portada que hizo hablar más que las canciones que contenía, por el busto desnudo de una mujer tatuada- son pésimos coñazos estrepitosos fracasos. Aún así la banda forma parte del tercer festival de la Isla de Wight, la mayor de todas las ediciones, legendario certamen en el que se aglutinan más de 600.000 personas en los cinco días del evento. Pero no como cabeza de cartel, ocupado por monstruos como The Doors, The Who, Procol Harum, Jimi Hendrix y Joan Baez. Sam, el mecenas, se retira, después de desembolsar 150.000 libras para la grabación. Cuesta llegar a la cima.

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Después de múltiples cambios de músicos, decisiones mil veces aplazadas de tirar la toalla, acercamientos al LSD para alguno, ganas de largarse a la India para otros, Davies y Hodgson dan en el clavo con el tercer álbum, Crime of a Century. El disco tiene todos los componentes propios de la época. Una portada kitch -dos manos agarrados a los barrotes de una ventana de cárcel flotando en el espacio-, unas temáticas sombrías e irónicas, donde prima la locura y la alienación, críticas al sistema educacional, instrumentos galácticos (harmónica y clarinete), dedicatoria agradecida («To Sam«). El disco sale en 1974, y recibe una calurosa acogida, tanto de la crítica como del público, a ambos lados del charco. Uno de los primeros LPs que compré. Sí sí, en esta época se compraban los discos. Y milagro, lo sigo teniendo. Realmente no envejece…

Luego vendrán otros álbumes de leyenda, «Crisis, what crisis«, «Even in the quietest moments«, » breakfast in America«. Discos que finalmente uno no se cansa de re-escuchar.

Escucha Crime of the Century, de Supertramp, entero.