Esta mañana, mirando a lo lejos, cuando el sol todavía se hacía esperar, vi doblemente la luz. El alba preciosa. Veintitrés años en España y justo hoy acabo de entender esta regla gramática, un pelín retorcida bien hay que decirlo, que me dio más de un quebradero de cabeza: ¿por qué EL si luego el adjetivo se conjuga en femenino? Vale que sabía que se decía El alma, pero no entendía por qué estaba pura o apaciguada, debiendo ser suciO o atormentadO o lo que sea, pero terminando con una O bonita y redondita. El hada buena. El ala blanca. El águila altiva. El Anoushka hermosa. ¡Champagne! I am the milk.
Anoushka Sankar – Karsh Kale – Breathing Under Water
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