Hoy es el día de la madre. Lo digo para que no te olvides, no tanto de hacer cola en la floristería –seguro que eres un buen hijo, ¿verdad?-, sino de pasar primero por el cajero, con la cartera cargada a tope de tarjetas de crédito, débito, prepago y demás modalidades de pago. Porque hoy, como por arte de magia, los ramos cuestan el triple. Y no valen las artificiales, ¿o quieres que te mire mal? Pero qué no haríamos para su madre…
Mamas Sólo Hay Dos
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