The Knife – Fever Ray

Karin Elisabeth Dreijer Andersson es fundadora, con su hermano, de The Knife, dúo electrónico sueco; en paralelo, cuando se cansa del conceptualismo del combo, canta en solitario como Fever Ray. En ambos casos, ofrece una propuesta musical original, estilo electro indie, con la que venderá un pimiento, pero con la que logra figurar de vez en cuando en el cartel de grandes festivales, plataformas varias en las que aprovecha para soltar su verborrea torturada sin riesgo de que le corten el micrófono –ya sabes, a los festivales indie los medios ya no mandan periodistas, sino blogueros guays-. Porque la Karin, antes de ser músico, es una intelectual empedernida, de esas que hasta con dos kilos de hongos alucinógenos siempre tienes la sensación de haberte perdido un tren.

Que conste, me gusta la música que hace, digamos una gran parte de ella. Pero para criminalizar al hipercapitalismo, al racismo, las desigualdades, el lobbying de poderes ocultos, haber cogido una guitarra, no el Melody Assistant 7.3.1 para Mac, y un sonido algo más rock’n’roll. Bueno, digo yo, decirme si me equivoco. No es que ella diga soeces, como la Gaga, pero su música no pega. O no sé, igual me hago viejo. Por ejemplo, en una entrevista reciente, declaró que “la música es absolutamente apolítica ahora”. Totalmente de acuerdo con ella. Es un fenómeno un tanto curioso, precisamente en un momento de tanta convulsión socio económica.

The Knife

A lo que iba, Karin Dreijer –para los amigos- lleva catorce años al mando de The Knife, con su hermano Olof –que tiene pinta de macarrilla con Seat León-. En Suecia son los reyes, un referente absoluto de la creatividad y vanguardia musical. Cinco álbumes han publicado con su propio sello, Rabid Records, siendo el último de este año. Se dicen influenciados por nombres y entidades tan variopintas como David Lynch, el cine coreano, Aki Kaurismäki, Kate Bush y Siouxie & The Banshees. Raras veces se producen en público, de hecho esperaron a 2006 para subirse por primera vez a un escenario. Y cuando lo hacen, suele ser escondidos detrás de trajes extravagantes, máscaras y pinturas faciales –una pena porque Karin no es sueca en vano, ja-.

En 2009, decide probar otra música en solitario, y saca un primer álbum como Fever Ray. Siguen otros dos. Es menos electrónica, más indie, a medio camino entre Lana del Rey y Bjork. Lo bueno es que parece haberse dejado los discursos lenitivos para The Knife, así que la invitan más para actuar. A ver si su médico le recomienda tomar un poco el sol y nos la manda para acá.

[Te dejo con dos temas del álbum Deep Cuts, de 2003, de The Knife, y otros dos del primer disco Fever Ray, homónimo, de 2009].