The Supremes – Stop! In The Name Of Love

Vestido ajustado de lentejuelas, tres metros cúbicos de pelo en la cabeza, ojos rasgados y mirada sensual, piernas ligeramente abiertas, mano izquierda en la cadera, brazo derecho estirado hacia delante, palma abierta como si fueran a parar a alguien. Stop! In the naaaame of looooove….

Cerca de cincuenta años después, no se sabe si la canción llegó al #1 de los charts US por la música o por la coreografía, inventada por dos miembros de los Temptations pocos minutos antes de que Diana Ross y sus acolitas subiesen al escenario para la première del tema en un show televisivo. Aquel mes de 1965, The Supremes afianzan su papel de mejor banda de soul femenina, con su cuarto #1 en dos años –de un total de doce en toda la carrera del trio con la Ross al mando-.

Pero no lo tuvieron fácil. Diana Ross, Florence Ballard y Betty Travis eran amigas de la infancia. Acostumbradas a cantar cada vez que podían por su barrio, crean un primer grupo, ayudado en ello por Eddie Kendricks y Paul Williams, miembros de The Primes -que terminaría siendo The Temptations-. The Primettes graba primero para un sello marginal, pero las canciones nunca se llegan a publicar. Estamos a finales de los cincuenta, Diana Ross tiene quince años, Ballard uno más. Dos niñas, pegajosas. Durante semanas asedian la sede de la Tamla Motown, después de que desapareciera el sello para el que habían estado trabajando en vano. Smokey Robinson, ex vecino de las chicas, les permite entrar, y durante un año se dedican a hacer coros –“baby, baby, oooh”- y dar palmaditas, en sesiones de grabación de otros artistas, por 2,50$ la semana –al FMI le encantaría estos sueldos-. El dueño de la Tamla, Berry Gordy, termina fijándose en ellas, viéndolas interpretar un tema compuesto por Robinson, I want a guy. Firman en enero de 1961 –Diana Ross sigue sin cumplir dieciocho-, se convierten en The Supremes, y empieza una nueva bonita historia.

Las primeras grabaciones, obras de Smokey Robinson, son un fiasco. Todas las interpreta Diana Ross, menos una, Buttered popcorn, cantada por Florence Ballard. Como otros 37.208 grupos de la época, la música de The Supremes huele a coches enormes, barbacoas dominicales, amoríos de asientos traseros, pero no cuaja. Berry Gordy, él, huele a dólares. Nombra al trio prioridad absoluta de la Tamla y encarga a Robinson que se busque la vida para dar con un hit. Después de múltiples intentos infructuosos, a The Supremes le pasa lo mismo que a The Temptations en su momento, empiezan a arrastrar un mote humillante, The No-Hit Supremes. Gordy echa a Smoky y llama a los responsables de otro grupo femenino en plena gloria, Martha & The Vandellas, con Martha Reeves de cantante. Los compositores Holland/Dozier/Holland sacan título tras título para The Supremes, que ven como empiezan a integrar los charts. Empiezan con un #23, When The Lovelights Starts Shining Through His Eyes.

SupremesLa gloria llega durante el verano de 1964, cuando se publica el segundo álbum de las chicas, Where did our love go, disco superlativo a todos los efectos. Ochenta y nueve semanas seguidas en los charts, primer álbum en toda la historia de la música popular en tener tres singles que llegarán al #1, buque insignia del sonido Motown. Primer single coronado, el tema Where Did Our Love Go, #472 en la lista Rolling Stones de las 500 mejores canciones de todos los tiempos, versionada diecisiete años más tarde por Soft Cell, un millón de copias vendidas en un plis plas. Y luego Baby Love. Y finalmente Come see about me. Y se repetirá la rutina otras nueve veces. En total doce #1 –de los que diez fueron obra del trio Holland/Dozier/Holland, que dejo más abajo para la escucha- para una de las bandas ícono de los sesenta. Luego se separarán, se odiarán, una seguirá una brillante carrera en solitario, otra fallecerá, otras –hubo bastantes movimientos en la composición del trio a lo largo de los años- verterán hiel en los medios, nada que no hayamos visto mil veces. Rock’n’roll.

Stop! In the naaaame of loooove…

 

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