Marvin Gay Sr era pastor, o reverendo, como se le quiera llamar. Como tal predicaba el amor en las sesiones de la congregación pentecostalista conservadora a la que pertenecía. Luego en casa pegaba a bofetones a su hijo, Marvin Jr. Y cuarenta años más tarde también le mató, con una escopeta. Uno se hace viejo. House of God, se llamaba la congregación, casi secta, por el estricto respeto a unas normas absurdas de ética moral, como, por ejemplo, ¿cómo maltratar a su hijo?. Y obligarle a abandonar el atletismo, su pasión, por la música. Ahí no le defraudó su hijo, a Marvin más tarde se le apodó el “Prince of Soul”, pero no tuvo tiempo de ser el King.
Desde muy pequeño aprendió a cantar en el coro de la “iglesia” de su padre. Y a tocar ciertos instrumentos, el piano y la batería principalmente. Pero las relaciones con su progenitor se deterioraron rápidamente, y después de coquetear con una primera banda llamada DC Tones, se largó de la Casa de Dios para introducirse en Casa de Elvis. Un dios por otro. Primero The Funk Brothers, luego The Rainbows, The Moonglows y por fin The Marquees. En paralelo se casa con una tal Anna Gordy. Bingo, ella es hermana de un tal Berry Gordy, propietario del pequeño sello Tammi, que poco tiempo después pasa a llamarse Tamla Motown. Berry acoge a Marvin, primero como batería de Smokey Robinson & The Miracles, luego como vocalista y cantante para otros artistas. Probó suerte como solista, pero sin mucho éxito. Siguió una época de duetos con las estrellas del sello, Mary Wells, Kim Weston y Tammi Terrell. Con esta última entabló una relación de profunda amistad, grabaron algunas perlas de la soul como Ain’t no mountain high enough, inmenso tema intemporal. Seguirían otros hits como Your precious love o This world were mine, pero un día en plena representación Tammi se desmayó en los brazos de Marvin. Se le diagnosticaría un tumor cerebral que acabaría con su vida tres años más tarde. Después de la muerte de la mujer de la que dicen que fue algo más que una amiga, Marvin Gaye cae en una depresión severa, de la que tardó años en recuperarse.
Y lo logró de la forma más sensacional, sacando hits tras hits. I Heard it through the Grapevine –1968, cuatro millones de copias vendidas, #1 del Billboard Hot 100-, How Sweet it is y la irrepetible What’s going on -1971, #4 de la lista Rolling Stones de las 500 canciones más grandes de todos los tiempos-. Nunca una canción había tenido un título tan actual como este, ¿verdad? What’s fucking going on?
Luego se metería con drogas, divorciaría, saldría de la Motown, se enamoraría de una niña de 17 años, sacaría más álbumes, crecería más y más su fama, hasta aquella fatídica noche del uno de abril de 1984. Iba a cumplir 45 años al día siguiente. Antes de ello, le daría tiempo a sacar una última joya, en el doble álbum Here my Dear, de 1978, que tuvo que realizar para saldar cuentas con su ex esposa. El álbum tardó mucho en ser aceptado y favorablemente criticado, y es cierto que hay que escucharlo bastantes veces antes de pillarle el truco. Pero en el disco 2, cara B, está A Funky Space Reincarnation, un tema de más de ocho minutos de duración, letra delirante de viaje en un universo paralelo en el que es piloto de una cama del espacio, funk en estado de gracia. Enorme…
Escucha entero Here, My Dear, de Marvin Gaye