Vince Taylor – Brand New Cadillac

El Angel Negro del rock. Las prisas pudieron con él. Nacido inglés, quiso ser Gene Vincent, y Elvis Presley, y Chuck Berry, y Little Richard, todos  a la vez. Pero Inglaterra nunca fue tierra de rockabilly, ni en 1958 cuando se lanza. Y por una razón muy extraña, en lugar de marcharse hacia la tierra prometida, se instala en Francia. De 1960 a 1965, Vince Taylor and The Playboys conoce cierta gloria en el país de Françoise Hardy y los yeyés. En 1959 sacan un verdadero hit, Brand New Cadillac, que The Clash versioneará menos de 20 años más tarde en su álbum London Calling –es la segunda canción del disco-. En 1961 se hace con los servicios del batería Bobby Clark, posiblemente el mejor batería rock de la época. En una versión de Twenty Flight Rock de Eddie Cochran, hace un solo de batería de varios minutos de otro mundo para la época –la calidad del vídeo deja mucho que desear, aún así merece la pena el vistazo-. Vince Taylor se produce en sus conciertos con chupa y pantalón de cuero negro, y luce una bonita cadena alrededor del cuello. Su forma de interpretar las canciones, exagerada por un elevado consumo de drogas, es bastante salvaje, y genera muchas veces verdaderos motines en el público. Se le empieza a conocer como el angel negro del rock. Su fama de bad boy le supera rápidamente y cada vez más salas se niegan a recibirle en concierto. Poco a poco va cayendo en una depresión, y se retira de la música pronto.

vince

De haber hecho lo mismo en los US, Vince Taylor hubiera muerto gordo, inflado a hamburguesas, rico y adulado. Al final acabó su vida como mecánico en un pueblo de Suiza, donde falleció en 1983 de un cáncer de los huesos.

Ver un vídeo de Brand New Cadillac, por Vince Taylor, clic.

Ver una versión Live de The Clash, clic.

David Bowie – The Rise And Fall Of Ziggy Stardust

46 años en lo más alto del podio, fuente inagotable de todos los superlativos, exageraciones y especulaciones, estrella, leyenda e icono vivo, siempre innovador, muchas veces desconcertante, a veces irritante, David Robert Jones es más que un músico, un compositor o un productor, más que el tipo más guapo en haber pisado un escenario, más que el artista que cuanto más se aleja más se habla de él. David Robert Jones es el puto amo y el rock sin Bowie habría muerto hace mucho.

Es más, no existiría este blog, fíjate si mola el Bowie.

Eso sí, hay un precio a pagar. Muchos mitos sobreviven a su alrededor. Que tiene 17 dedos, 4 de ellos en la mano izquierda. Que calza un 72. Que hace pompas de chicle silbando la internacional. Que habla catalán. Que ganó un campeonato local de rubik’s dos años antes de que saliera el juego. Que logra pelar cinco patatas en un minuto. Que puede cerrar un mapa de carreteras sin tirarlo por la ventana. Que Iron Man le pidió un autógrafo. Que le encanta ir a Ikea un sábado por la tarde.

Otro mito que perdura, que tiene dos ojos de color diferente. Falso. Los dos los tiene azules. Pero uno lo tiene machacado desde muy joven, cuando después de intentar robarle la novia a su mejor amigo George Underwood  (hasta los dioses saben ser unos grandes capullos), recibe un soplamocos bien merecido. Desde entonces el ojo malherido se quedó un poco paralizado, dolencia llamada “anisocoria” o lo que es lo mismo, asimetría en las pupilas. Gracias Fiouck.

ZiggyStardust

Eso no le impedirá dos cosas: serle fiel en amistad al George ese, y sacar el inmenso, grandioso y colosal “The Rise And Fall Of Ziggy Stardust And The Spiders From Mars”. Album conceptual de 1972, David Bowie o Ziggy Stardust, extraterrestre andrógina anunciador del fin del mundo, inspirado en los musicales de Broadway, el mimo de Marceau, el teatro Kabuki japonés, y la locura de Vince Taylor, cantante inglés rock a lo dios Elvis comido por las drogas y el alcohol. La revista Time lo coloca en el #43 de la lista de los 100 discos más grande de la historia, Rolling Stone en el #35 de su propia lista, los ingleses en el #20 en una encuesta nacional en 1997, y Fiouck en su top 10. El disco entero es una jodida y fabulosa maravilla.

 

 

Escucha The Rise and Fall of Ziggy Stardust, de David Bowie, entero