David Ricketts y David Baerwald. Podían haberse llamado Ricketts & Baerwald (R&B, ja, qué bueno), pero pensarían que no era muy vendedor, más bien evocador de un bufete de abogados que de un dúo de música. Por eso decidieron llamarse David & David, y la verdad es que la fastidiaron por igual. Por una(s) razón(es) que, cerca de 30 años después, sigue(n) siendo un misterio, este dúo de Los Angeles no conoció la gloria, no llenó estadios, no vendió millones de discos, ni tuvo fama, ni dinero ni mujeres (bueno, ya sabéis a qué me refiero), ni, y eso es lo peor, conocieron un fin trágico (muy rock’n’roll eso del fin trágico, muy joven a poder ser).
En su lugar pasaron casi desapercibidos. Y siguen allí, en 2013, vivos. Y no son leyenda, menos para algún que otro rescatador de posibles glorias como yo. Pasearán por la calle y nadie se les acercará para pedirles un autógrafo. Posiblemente hasta su niñera ignore qué obra maestra sacaron aquel año.
1986, EEUU, el ex actor neo payaso Reagan manda desde hace cinco años. El país da sus primeras señales de desencanto. De repente no parece todo inmutable. Los americanos empiezan a hacer inconscientemente suya la famosa frase que un día pronunció Georges Clemenceau, “los americanos son el único pueblo en haber pasado de la barbarie a la decadencia sin haber conocido la civilización”.
Y David & David lo va a plasmar en un memorable álbum (y único de la banda) de la forma más conmovedora posible. Malestar general, decepción existencial, violencia domestica, desamores, soledad, sueños rotos, todos los ingredientes de una sociedad en decadencia. Y como siempre que duele la verdad, se la ignora. Única forma de entender por qué el disco tiene esa discreta recepción.
Boomtown, hermoso álbum, emocionante, con canciones que tendrían que estar en el imaginario musical común. Un disco “lleno de poesía y relatos convincentes de los tiempos difíciles que muchos soportaron en silencio”, como dice Allmusic para acompañar una nota de 4,5 sobre 5. “Welcome to the Boomtown”, “Ain’t so easy”; “Swallowed by the cracks”, bellas canciones llenas de sensaciones agridulces, por desgracia tan de actualidad 27 años después.
Escucha Boomtown, de David & David, entero