Po vaya. Me acabo de enterar –la de cosas que uno aprende- que Sudáfrica ya no tiene fabricante nacional de aspiradoras. Defy, el último de ellos –si es que llegó a tener más-, fue adquirido en 2011 por un grupo turco, Arçelik, por una montaña de Rands –la moneda local-, que una vez pasado a euros se parece más a un montículo. Uno pequeñito, que una vez pasado a la economía del Tomate cretino vuelve a tener miles de kilómetros de alto. Todo es jelatifo, como hubiera dicho mi profesor de alemán.
Felix Laband – Deaf Safari
Responder