En la película Intocable, llena de humor y emoción y que logra no caer nunca en la trampa de lo lacrimoso facilón, hay una escena deliciosa en la que Omar Sy, el más jolibudiano de los actores negros galos, se pone a bailar funky en una recepción burguesa repleta de personas más acostumbradas a mover discretamente los dedos al son de Wagner que el culo al ritmo de Earth, Wind & Fire. El baile del actor y su alegría siempre contagiosa terminan logrando su propósito: todos a bailar felices, mientras, a su “jefe” y cada vez más amigo, le entra la risa tonta.
Earth, Wind & Fire – That’s The Way Of The World
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