Hace casi tres años ya –el once de febrero de 2012-, fallecía Whitney Houston, con el cuerpo hasta arriba de harina de trigo, leche de soja y hierbabuena. Al día siguiente se apresuraron un montón de petardas bling bling en lamentar «una pérdida irreparable para la música popular» y saludar «la más grande de todas«, guardando todas para sí un «y una m…, la mejor soy yo«.
Whitney Houston – Il Will Always Love You
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