Tuxedomoon – No Tears

Esta vez se acabó el verano, ni tres meses nos ha durado, menuda estafa. The great weather swindle. En el cielo se ven grandes formaciones de pájaros, de camino a su casa de invierno, con una mueca de burla en el pico. Cabrones. Parecen muy disciplinados, dibujando V grandes entre cientos de ellos, con el cabecilla al frente, el guía espiritual que les lleva hasta la tierra prometida, con bastón y larga barba blanca. Más le vale no equivocarse, que se lo cargan. Detrás se ve uno que va a su bola, ni V grandes ni cabecilla ni leches. Lo acabo de ver de cerca con los prismáticos, resulta que lleva una camiseta de Tuxedomoon -y unos impecables Creepers de punta, azul eléctrico-.

Tuxedomoon. Uno de estos grupos que nunca entró en el molde de la música estereotipada. Inclasificable, una especie de teatro musical que mezclaba la electro, el jazz fusión, el punk y el gótico. Sintetizadores, violines, bajo, saxófono, esta banda de San Francisco de finales de los 70’s lo utilizó todo, incluso instrumentos creados por ellos mismos, como el Treatment Mountain, especie de pirámide de madera con múltiples pedales de efectos –imagínate lo que se fumada en SF a mediados de los 70-. Bien es cierto que tenían base, ya que el dúo fundador estudiaba en el laboratorio de música electrónica de la universidad de SF en 1977. Una ración de vanguardismo musical y otra de punk. Con esta receta sacan un primer EP, No Tears, con sonidos que recuerdan a Kraftwerk o Bowie de la época Heroes, pero con los dedos metidos en el enchufe. La única regla que se imponen era “rechazar cualquier sonido que pudiera parecerse a la de otro artista”. Eso de las V grandes con cabecilla respetable no era lo suyo. Sus primeras actuaciones son descritas como “Cabaret electrónico teatral”. Ya, dicho así no mola, pero escucha No Tears, ya verás, uno de los grandes himnos electro punks.

No Tears

Esta repentina fama –bueno fama, entendámonos- les permite hacer de telonero en conciertos de grupos con cierto parentesco, Pere Ubu, Devo, Cabaret Voltaire o The Residents. Después de mudarse a Nueva York, se dan cuenta de que en los US no se les entiende y que donde venden, es en Europa. Cruzan el charco y se establecen en Bruselas. Abrazan e integran cada vez más estilos a su ya larga lista -tango, música clásica, funk, orientalista-, componen una obra para el ballet Divine de Maurice Bejart, sacan álbumes para aburrir –el último de quince es de 2007-, con, muy de vez en cuando, alguna perla, como In a manner of speaking, 1985, del álbum Holy Wars. Esta hermosa canción ha sido versionada primero por Martin L. Gore, de Depeche Mode, en su disco en solitario Counterfeit EP, de 1989, y muy recientemente por Röyksopp, en su disco de 2013, Late Night Tales.

Venga, sube el volumen y escucha No Tears, luego zumito y a misa. Coge el paraguas.

 

 

Escucha No Tears, de Tuxedomoon