Clap Your Hands Say Yeah – Clap Your Hands Say Yeah

Back to the tajo, puah. Se acabó la indolencia sudorosa de estas efímeras vacaciones. Qué goce eso de no hacer nada, noche larga, tumbona, siesta, tumbona, noche larga. Coronita en mano, o gin tonic. Y cada año que pasa resulta más duro volver, sobre todo cuando, al aterrizar, el piloto suelta la bomba -de calor-: “Tenemos 38 grados en Madrid hoy”. Que siga la fiesta. Ya sólo le faltó decir “Clap your hands and say yeah”.

Eso mismo leyó Alec Ounsworth, en forma de graffiti en un muro al lado de una sala de Brooklyn, donde se disponía a dar su primer concierto como cantante de una banda indie que todavía no tenía nombre. Aquella noche de 2003 nació oficialmente el grupo Clap your hands say yeah, que durante los siguientes dos años creó un formidable buzz en internet, consiguiendo vender más de cien mil copias de su primer álbum antes de firmar con un sello, cuando la intención inicial era la de sacar un CD auto editado, enviarlo a los medios y blogs y darse a conocer. Pero por ahí se cruzaron con el hada buena, Pitchfork Media, que hace y deshace a su antojo en el pequeño mundo indie y todas sus vertientes folk pop y rock. El blog calificó el álbum homónimo como “la mejor novedad del momento” y le puso la nota de 9.0/10.0. Flechazo vamos. Para una banda de este género, es como encontrar el grial. O que te toque el gordo de navidad. O, viviendo en el bosque, que una noche llame a tu puerta Charlize Theron, empapada por la lluvia, sin gasolina y el móvil sin batería. Entre por favor, le prepararé una tortilla…

Clap

Alec Ounsworth es de estos artistas que no para quieto nunca. Ya ha publicado tres álbumes con CYHSY, editó uno en solitario en 2009 –Mo Beauty, muy bueno-, y otros tantos con las bandas The Pelican Picnic y Flashy Python. Hay que ver los nombres que se dan en el gremio alternativo. Por eso los asistentes al festival indie por excelencia, Coachella, en los US, se tragan cualquier cosa cuando les pregunta un periodista si conocen tal o tal grupo, todos inventados menos uno –échate unas risas viendo el vídeo del reportaje, aquí-. Pero su mejor trabajo queda el primer álbum de CYHSY. Posiblemente el disco más original de mediados de los 2000. Con su timbre gangoso, es difícil no comparar a Alec Ounswworth con David Byrne. Pero por el resto, el disco contiene doce canciones muy bien trabajadas, ofreciendo un resultado único, un sonido propio con esa rara capacidad para sonar familiar a cualquiera que las escuche y a la vez no parecerse a nada. El álbum forma parte de la lista de los cincuenta discos más importantes de la primera década de este siglo, establecida por la radio nacional pública estadounidense –que sí, que la hay-; y en mi top 50, the “Fiouck’s 50 best ever” -prepararé un iconito para colgar en su web, juas-. Para los vagos, escuchad los temas 10 y 11.

Escucha entero Clap Your Hands Say Yeah, de Clap Your Hands Say Yeah