Ayer me acordé de una anécdota divertidísima que me contó hace años una profesora de la Alliance Française, una de las escuelas oficiales para aprender el francés en el extranjero. Ella era una excepción dentro del grupo de profesores ya que enseñaba el español a franceses que acababan de aterrizar en Madrid. Un día se le acercó una de sus alumnas, una cuarentona gala estirada –pleonasmo, juas-, que le relató que el día anterior en una farmacia le habían mirado con los ojos como plato. La profesora le pidió que le contara exactamente qué burrada había soltado para eventualmente corregir el fallo gramatical. Esto es lo que le había dicho esta señora a la farmacéutica, con un acento franchute muy marcado: “Quiero una crema para mi hijo porque le pica la polla”.
La Polla Records – No Somos Nada
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