Celebration – Pressure

Nunca entenderé las ganas que tiene la gente de montar fiestas cuando cumplen años, especialmente cuando uno cambia de década. Yo deje las cosas claras hace tiempo, parece ser que tengo amigos que me hacen caso, da gusto. Muchos whatsapp con iconitos festivos, algunas llamadas para los más osados, una cena tranquila para quienes me tienen que soportar en estos momentos, y ahí se acabó la celebración, sin presión. No Celebration, no pressure. O sí.

The Modern Tribe

Celebration es una banda de rock indie de Baltimore, aparecida en 2004, y con tres álbumes en su haber. Un trio fundador, con la cantante Katrina Ford al mando, y piezas adicionales en función de las necesidades. Quien dice indie, dice poco que contar. Ya lo he dicho en este blog, eso de hacer música buena –quiero decir, que me guste- no te esgrime de tener chicha más allá de tus composiciones. El indie es liso, limpito, no molesta, ni a la vecina de arriba. Seguro que le cuidan el gato cuando se va de fin de semana a casa de su hermana. Es cierto que es un estilo de música que me suele gustar, pero coño, a veces no estaría mal que se pringasen los dedos, que soltaran algún taco, que se tomasen un culín de sidra y que se zamparan un chuletón de buey en lugar de la lechuga hervida con brotes de soja.

De los miembros de Celebration no se sabe nada que no aparezca en las pocas líneas de su wiki en inglés. Hacen una música sumamente creativa y original, y la voz de la cantante cautiva. Pero, fuera de la música propiamente dicho, el indie es aburrido. Los músicos de este genero muchas veces tienen un talento pasmoso, como es el caso del grupo de hoy. Pero no les invade nada que no sea pasarlo bien en los ensayos, los conciertos y el estudio de grabación. No pretenden nada, no quieren ni proponen nada, menos unos temas bien hechos. Termina el mp3 y qué queda? Quitando la sensación de que saben tocar y de que tienen ideas para pasmar en acordes, nada. El indie es al rock, lo que los cuadros decorativos al arte. Adorna, pero aún cerrando los ojos, cuesta restituir lo que has visto/escuchado y lo que te ha transmitido, si es que ha transmitido algo.

En fin, no es enfado, es algo así como resignación. El indie va muy con el espíritu de la época, estética y políticamente correcta.

Aún así, escucha la canción de mi cumpleaños, Celebration, Pressure. Me encanta.

 

 

Escucha Pressure, de Celebration