Nusrat Fateh Ali Khan – Mustt Mustt

Cuando Nusrat Fateh Ali Khan fallece, el dieciséis de agosto de 1997, la noticia provoca en Pakistán una conmoción parecida a la que sintieron los americanos cuando dios Elvis reventó tras engullir su vigésima hamburguesa de la mañana, o los ingleses, cuando a Lennon le pasó lo mismo con las cinco balas de la tarde –uy, esta no me la van a perdonar-. Nusrat Fateh Ali Khan –si te soy sincero no sé lo que es nombre y lo que es apellido, dejémoslo en Nusrat– era algo así como semi dios en la rama Sufí de los musulmanes. Más grande aún que Umm Kalsum, la gran cantante egipcia que vendió más de 200 millones de discos a mediados del siglo XX.

Nusrat era el Maestro del Qawalí, el estilo musical secular de los sufís. Esta corriente de la religión musulmana es tradicionalmente más contemplativa, aunque no por ello más abierta o tolerante. Tsss. Buscan la introspección, el amor de dios, la contemplación, la sabiduría. Combaten el vicio en todas sus expresiones, especialmente el alcohol y las drogas –no conozco ningún grupo rock sufí-. El Qawalí es la expresión musical de esta forma de aplicar el Corán, de ahí su importancia en la vida diaria. Además quien dice oración y aplica la charia no renuncia a los placeres carnales, acompañando el Qawalí a ambas facetas, la litúrgica y la prófana –oye, no te creas que me sale naturalmente, me he informado-.

Hala, allá vamos. Nusrat nace en octubre de 1948 en Lyallpur –hoy en día Faisalabad-, tercera ciudad en importancia de Pakistán, estado nacido un año antes, de la partición del Cachemira de la India. El padre de Nusrat era cantante, músico y musicólogo, pero deseaba ver a sus retoños abrazar carreras más jugosas –fútbol, tenis, formula 1, tesorero de partido político… ya, esta era fácil-. Así que el pequeño Nusrat, que se siente poseído desde muy joven por la música –un llamamiento onírico de Alá según dijo años más tarde-, tiene que esconderse para seguir las repeticiones o las clases impartidas por su padre a otros alumnos. Finalmente su padre entiende que no se puede oponer más, y le empieza a transmitir los secretos del Qawalí. Rápidamente Nusrat revela un don que va más allá de cualquier tipo de enseñanza, y su voz empieza a sonar por toda la ciudad, se expande por la región, y termina invadiendo no sólo el país, sino el mundo musulman entero –te he hecho la versión corta-. A raíz de una serie de actuaciones en el Théatre de la Ville en París en 1985, su notoriedad desborda el marco religioso árabe y poco a poco se revela también a los occidentales.

En 1989 conoce a Peter Gabriel, que acaba de lanzar su sello Real World, con el que pretende publicar el trabajo de músicos de todos los continentes. Con el sello se afianza el concepto de world music, y Nusrat es el ejemplo perfecto de esta integración de sonidos que en principio nos suenan lejanos o “exóticos”. Entre los dos nace una profunda amistad, y los siete álbumes de Nusrat editados por Real World permiten al artista darse a conocer al público americano. Empieza para el Maestro –el Camarón Paquistaní como le llamaban aquí cariñosamente los artistas flamencos- una carrera internacional rica en obras, bandas sonoras, conciertos y colaboraciones.

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El álbum más emblemático de esta era fue Mustt Mustt, cuya canción homónima fue versionada por Massive Attack, con el beneplácito de Nusrat –no todos los usos de su repertorio tendrán su aprobación, como cuando Oliver Stone incluyó temas de Nusrat en la BSO de su película Asesinos Natos de 1994, cuya filosofía iba en contra de la suya-. En 1995 participó con Eddie Vedder –cantante de Pearl Jam– en dos temas de la música original de la m a g n í f i c a película Dead Man Walking, con la asombrosa Susan Sarandon y el asombroso Sean Penn. Fallece dos años más tarde en Londres, por un ataque al corazón debido a sus continuos problemas de salud y obesidad.

Te dejo con estas las dos canciones de la película de Tim Robbins, más el original de Mustt Mustt y la versión que hizo Massive Attack. Es una elección necesariamente reductora, pero no por ello menos hermosa.

 

 

Escucha algunas obras de Nusrat Fateh Ali Khan