Simphiwe Dana – Kulture Noir

Buscando información sobre la artista de hoy, Simphiwe Dana, cantante soul jazz sudafricana y estrella local, me la encontré varias veces denunciando la cultura de la violación en su país. En su blog, en los medios locales, en entrevistas. Sudáfrica es un país sumamente violento, ocupa el puesto #15 en la lista de los países con tasa de homicidio más alta del mundo, y al igual que en la mayoría de los países de este planeta, la mujer no tiene el papel bonito, se la ningunea, violenta y viola, en el silencio –me refiero a justicia, autoridades y población- más absoluto. 65.000 violaciones se han registrado oficialmente el año pasado en Sudáfrica, cuando la policía se cree que sólo una de cada treinta y seis mujeres víctimas de esta abominación lo han llegado a denunciar. Mucha India y sus casos espeluznantes, pero por lo que he podido leer, Sudáfrica le hace una competencia muy seria al país asiático. Gandhi vs Mandela, Mandela vs Gandhi, este mundo está enfermo, coño.

A su manera, Simphiwe Dana ha sido víctima de la cultura machista de su país, donde si eres mujer y conocida, más te vale portarte bien, sino te linchan en los medios. Ella vive sola, con sus dos hijos, compagina perfectamente todos sus cometidos de madre, cantante, y ciudadana activa. Hace poco, se la relacionó con un hombre casado, y como no, nadie se indignó por la actitud de este hombre, pero a Simphiwe le cayó de todo, obligándole a desaparecer del ámbito público durante más de un año. Un amigo de ella, periodista, sacó una tribuna en su defensa, en la que declaró “no se puede trivializar ni resumir a una mujer con cabeza, talento y valentía, a su vagina”. La formula impacta, aunque dudo que sirva de algo.

Kulture Noir

En España se la conoce poco, pero en África es una estrella muy respetada –por las mujeres esencialmente-. Se la compara a menudo con Miriam Makeba, artista fallecida en 2008, después de dedicar toda su vida a cantar y denunciar el apartheid, y que podría ser su abuela. O Angélique Kidjo, cantante y activista de Benín, que podría ser su madre. Simphiwe Dana ha tomado el relevo a su manera. Como mujer independiente y fuerte, cantante con un inmenso talento y una clase de otro planeta –en sus actuaciones viste trajes creados por una de sus hermanas, magníficos-. Lo suyo es el jazz, el de las grandes voces norteamericanas de los 50, una Ella Fitzgerald cantando en Xhosa, su idioma materno. Y el soul, el Rythm and Blues, todo mezclado con sonidos tradicionales de África. Ha publicado tres álbumes, actúa en los festivales de jazz más importantes del mundo, y ha recibido múltiples premios, como el Best Newcomer, que le fue entregado en 2005 –con veinticinco años- durante los South African Music Awards. Me chifla esta artista, una delicia escucharla. Larga vida, Simphiwe.

[Te dejo con dos temas, el primero sacado de su tercer álbum, Kulture Noir, el segundo sacado de un disco Live. No me gusta youtube, por la desviación de atención que supone, pero mira el vídeo de esta última canción, menuda emoción, ¡y qué voz!]

 

 

 

Escucha algunas canciones de Simphiwe Dana