Marianne Faithfull – The Ballad Of Lucy Jordan

Thelma y Louise quisieron escapar un rato, tener un fin de semana para ellas, huir de un marido y una vida aburrida, pasarlo bien, reir y divertirse, ser felices. Acaso pedían la luna? Pero desde el primer momento todo se tuerce por culpa de un cretino ebrio, dejando para el resto de este divino road movie una gozosa a la vez que amarga huida hacia adelante, hasta el fatal desenlace. Si no la he visto diez veces no la he visto nunca. Cuando cruzan, ya de noche, Monument Valley, roza lo mágico. Ambas, silenciosas en el Ford Thunderbird descapotable, con cara grave, serenas pero sin ilusiones, escena bella y emocionante, simplemente acompañada por la hermosa Ballad Of Lucy Jordan de Marianne Faithfull. Wow.

No pretendo resumir el legado musical de Marianne Faithfull a una única canción, sobre todo teniendo en cuenta de que no es de ella. Pero formó parte de su séptimo disco de estudio, Broken English, de 1979, del que ella misma dice que es su obra definitiva, la mejor. El disco que le permitió existir ante todo como artista y cantante, no por el disparate de sus anteriores vidas amorosas y los excesos de todo tipo.

Nacida en 1946, es hija de un oficial británico y de una aristócrata austriaca, y sobrina nieta del escritor Leopold von Sacher-Masoch –el término Masoquismo procede muy a pesar suyo de su apellido-. Durante su niñez se divorcian sus padres y se marcha con su madre a la campiña inglesa. Ahí da sus primeros pasos en los escenarios, en los espectáculos del teatro municipal. A principios de los 60, empieza a cantar en los bares de la ciudad, esencialmente canciones tradicionales, hasta que un día de 1964 que pasaba por ahí el hada musical bueno, le presentan a Andrew Loog Oldham. Este señor no era un viejo verde en busca de jovencitas, sino el manager de los Rolling Stones, y sólo tenía dos años más que ella. En esta época el joven Andrew trataba de convencer a Mick Jagger y Keith Richards de interpretar una canción escrita entre los tres, As Tears Go By. Pero los dos músicos la rechazan por estar demasiado alejada de su estilo del momento, el rock. Contrariado, Andrew se la ofrece a la joven cantante, que con diecisiete años, la graba y conoce su primer éxito -disgustados, los Rolling Egos la re-interpretarán el año siguiente-.

Siguen más canciones y más éxitos, a la vez que poco a poco cae en la trampa del rock’n’roll. Se casa con John Dunbar –artista y galerista-, tiene un hijo con él, se divorcia, coge a su hijo en brazos y se instala en casa de Brian Jones, cuya novia introduce a Marianne Faithfull en el mundo de las drogas, suaves, menos suaves, algo duras, duras, entabla una relación con Mick Jagger, sufre una sobredosis que la deja en coma, empieza en el cine, Godard, Orson Welles, Oliver Reed, Delon, Hopkins, nueva sobredosis, fallece Brian Jones, canta Sister Morphine, baneada de las radios, pierde la custodia de su hijo, se hunde en más drogas, vive como una mendiga en Londres, dos años de decadencia, rehabilitación, vuelta lenta a la vida, colabora con Bowie, versionea I Got You Babe, inicia una nueva relación con Ben Brierly, músico de The Vibrators.

Broken English

Y renace. En 1979 publica Broken English. Séptimo álbum de estudio. Marianne Faithfull tiene treinta y tres años. Sabe que vuelve del infierno, su voz ha cambiado, ronca, su estilo es más acorde con los nuevos aires. Broken English es una fusión de new wave, rock, dance, y electrónica, mientras que la letra está a la altura de su nueva vida: desilusiones, desesperanza, melancolía. Todo el disco es sorprendentemente bueno y coherente, y teniendo en cuenta desde donde reaparece, es un milagro. Y The Ballad of Lucy Jordan –un tema creado por Shel Silverstein en 1975 e interpretado por el grupo Dr. Hook– figura en mi top 20. Magnífica balada agridulce.

 

 

 

Escuchar The Ballad Of Lucy Jordan, de Marianne Faithfull