Hair – (BSO) Let The Sunshine In

Cuando vuelven a sonar a lo lejos ciertos tambores de mal augurio, enseguida me vuelve en mente el musical más anti belicoso de todos, fabulosa obra de teatro de finales de los 60’s, oda atemporal a la alegría, el amor y la paz, Hair. Anti Vietnam en su momento, vale para cualquier escenario de guerra de hoy y mañana. La solemos escuchar en inglés, la oímos en español y en francés, también se agradecería se pudiera disfrutar en árabe y hebreo, o en cualquier idioma de naciones y pueblos que parecen haber olvidado que estamos aquí un tiempo reducido y que, fuck, no estaría mal que fuera viviendo en paz.

Hair, The American Tribal Love-Rock Musical, se estrena inicialmente de forma discreta en un pequeño teatro del East Village, The Anspacher Theater, Off-Broadway, en 1967. Discreta, muy a pesar de las intenciones de sus dos creadores, James Rado y Gerome Ragni –con música de Galt MacDermot-, que llevan años soñando con colocar un musical en Broadway a lo grande. Sin embargo, después de estudiar el proyecto, los representantes de los grandes teatros de la famosa avenida se niegan uno tras otro ante el propósito de la obra y el escándalo que se avecina. Cuando finaliza el contrato de seis semanas con el teatro, conocen al dueño de una discoteca de Manhattan, The Cheetah Club, que les propone trasladar el show allí. Poco a poco, corre la voz de que hay algo que se cuece en esta sala, y eso que sólo ofrece horarios inadaptados, con tal de preservar su actividad inicial de discoteca. En la primera representación, hasta se acercan Otto Preminger y Barbra Streisand, prescriptores sin levantar el dedo, como todas las estrellas. Las primeras criticas en los diarios neoyorquinos son muy buenas y encuentran fácilmente eco en una población de la east coast cada vez más ansiosa por escuchar otra propuesta de sociedad y conducta, y sobre todo cada vez más en contra de la guerra en Vietnam. Peace & Love, Sex & Drugs. Finalmente, logran un contrato con una sala de Broadway, el Biltmore Theater –rebautizado como el Friedman Theater en 2003-, en el que inician una nueva etapa seis meses después. Durante este periodo, aprovechan para modificar el guión, cambiar actores, añadir trece canciones nuevas y rehacer parte del decorado. Cuando se vuelve a estrenar el 29 de abril de 1968, Hair ha madurado, ha ganado en originalidad, es más audaz y critico aún con el sistema.

Hair

Desde esta fecha, Hair se ha convertido en una de las obras de Broadway más famosas, de estas que hacen de este barrio un lugar imprescindible cuando uno se encuentra de visita o vacaciones en NYC. Se mantuvo en el Biltmore durante 1472 representaciones, a pesar de la enorme controversia que supuso para la época, las canciones anti guerra, los desnudos, el fomento del uso de las drogas, el amor libre, y todo lo que caracterizó el movimiento hippie de finales de los 60’s. En EEUU algunas ciudades menos tolerantes recibieron a la tropa con una violencia inusitada para un acto cultural –en Cleveland familiares de actores encontraron la muerte en el incendio del hotel en el que se hospedaba la tropa-. Se empezó a exportar a otros países al año siguiente: en Londres estuvo casi 2000 noches seguidas y su estreno supuso el fin de la censura en los teatros; en Paris algunos movimientos católicos conservadores organizaron manifestaciones anti Hair durante el estreno; cada noche se podía asistir a una representación de la obra en muchos países del mundo –bueno ya sabemos más o menos cuáles-. En 1979, Milos Forman adaptó la obra al cine con John Savage, Treat Williams y Beverly d’Angelo. El guión es el mismo, menos el final, que ve morir a Berger (Treat Williams), en lugar de Claude Bukowski (John Savage), como en el musical original. Una película –al igual que West Side Story– que he visto múltiples veces y que veré otras muchas, con un placer siempre renovado. Hair es grande y vital, es gozosa por su alegre forma de darle una patada en los huevos a los carcas belicosos y amargados.

Te dejo con la canción del final de la película, Let The Sunshine. Me chifla.

 

 

 

Escucha Let the Sunshine in, de la BSO de Hair