Trent Reznor y Atticus Ross – Millenium

Blomkvist, Salander. El periodista incorruptible y justiciero, cual Bob Woodward o Carl Bernstein en el país de los caribúes, y la hacker diminuta, perro de presa de metro y medio y cuarenta y dos kilos, más lista que el hambre. La asociación improbable de estos dos personajes fuera de lo común, nacidos de la mente brillante del escritor sueco Stieg Larsson, ha invadido las librerías, los medios y las pantallas de cine del planeta entero desde 2005, año de publicación del primer volumen de la trilogía Millenium, íntegramente publicada a título póstumo -habiendo fallecido Larsson en 2004-. A fecha de hoy, más de cincuenta millones de libros se han vendido de las aventuras de Lisbeth y Mikaël, demostrando que sí, coño, es posible vender mucho y cautivar a sus lectores sin escribir bazofia sexual de dos duros para cincuentonas bien peinadas.

En 2009, se estrena una primera adaptación cinematográfica del volumen uno. Director sueco, actores suecos, caribúes suecos. Éxito sueco que no se esperaban los productores –suecos-, por lo que deciden llevar los otros dos volúmenes a la pantalla. Le dan el papel de Lisbeth –elección muy arriesgada teniendo en cuenta el cariño que le tienen los lectores masculinos a la chiquitina veloz- a Noomi Rapace, hija de madre sueca y padre pacense –jatetú, Rogelio de Badajoz, cantaor flamenco-. La trilogía le sirve de trampolín a la actriz, desde entonces ha actuado en películas de Guy Ritchie y Ridley Scott –en Prometheus, con la Charlize, ays-. Total, que vale que éxito, pero la trilogía tenía más potencial, de ahí que los yankees deciden comprar también los derechos y rehacer su propia adaptación. David Fincher, realizador de, entre otras películas, Seven, The Game, Panic Room y The Social Network, elige a Daniel Craig para el papel de Blomkvist y a Rooney Mara para el de Lisbeth –gran elección, es enorme-. Pero sobre todo elige al mismo equipo musical que para The Social Network, Trent Reznor y Atticus Ross.

lizbeth

Trent Reznor es un crack. Es músico 360 grados: cantante, compositor, productor, instrumentalista y arreglista. Empezó en 1988 con Nine Inch Nail –es su único miembro oficial- veinte años de rock industrial y alternativo, ocho álbumes de estudio que han vendido más de treinta millones de ejemplares. Tropecientos mil nominaciones a múltiples premios. En 1997 la revista Time le incluyó en su lista de las personas más influyentes de la industria cultral, y Rolling Stone en el #94 de los cien cantantes más importantes de la historia. Atticus Ross –vaya nombre- es compositor, productor y músico inglés. En el año 2000 se marcha a Estados Unidos, donde conoce a Reznor. Colabora con él en cuatro de los álbumes de Nine Inch Nail. En 2010, David Fincher les llama para componer la banda sonora de The Social Network, que relata la creación de Facebook –prefiero no opinar, dicen que la película es muy buena-. Su trabajo les vale el Globo de Oro y el Óscar a la mejor BSO. Cuando Fincher inicia en 2011 el rodaje de Los Hombres que no amaban a las mujeres, solicita al dúo que se encargue de la música. Dada la historia, la música que crean no respira mucha alegría. Es oscura, minimalista, angustiosa, aunque con algún que otra pieza hermosa, como el tema What if we could, cuatro minutos de piano a lo Erik Satie. Pero la joya es el tema principal, esa versión salvaje y esquizofrénica de la legendaria Immigrant Song de Led Zeppelin, percusiones y bajo enormes, aullidos locos de Karen O., tigresa loca de la banda Yeah Yeah Yeahs. Me la pongo en bucle.

 

 

 

 

Escucha la versión de Immigrant song para Millenium, de Trent Reznor y Atticus Ross