Randy Newman – Little Criminals

A Randy Newman, se le considera como uno de los mejores cronistas agridulces de una América que no acaba nunca de desengañarnos un poco más, léase el fiasco Obama con la NSA. Casi setentón, este cantante y compositor lleva cincuenta años mordiendo la sociedad yankee y los dirigentes de su país con unos textos cáusticos, finos y divertidos, no siempre bien comprendidos por el público. En Estados Unidos, es una figura clave del songwriting, una casi leyenda. En Europa no se le conoce tanto, tal vez porque no necesitamos que nadie nos recuerde los fallos de un país con el que tenemos esa particular relación de amor/odio.

Randy Newman nace en 1943 y pasa los primeros once años de su vida en Nueva Orleans, de la que se marcha con un acento sureño que no le va a abandonar hasta ahora. El entorno familiar es claramente musical, y cuando empieza a tocar el piano, sus tíos son compositores ya muy conocidos. Alfred Newman, fallecido en 1970, es el autor entre otras de la sintonía de la 20th Century Fox; Lionel Newman, ganó el óscar por la BSO de la película Hello, Dolly!, de 1970. Creció en un entorno no muy practicante, por lo que cuando Randy Newman se enteró de su condición de judío, se puso a realizar un estudio comparativo de todas las religiones. De ahí su decisión lógica de abrazar con cierta devoción la causa atea. Mucho más cómodo para luego meterse con una sociedad tan religiosa –que da miedo-.

Con diecisiete años empieza a componer sus propios temas, citando a Ray Charles como una gran fuente de inspiración. Desde su primer single editado, Golden Gridiron Boy, de 1962, hasta hoy, sus canciones han sido retomadas por una lista asombrosa de artistas. Empezando por el propio Ray Charles, que hará suyo el tema Sail Away, uno de los más bonitos de Newman. O Joe Cocker, que hará mundialmente famoso el You Can Leave Your Hat On. Y Judy Collins, the Everly Brothers, Nina Simone, Linda Rondstadt, Wilson Pickett, Peggy Lee, etc. En sus canciones casi siempre se mete con algo o alguien; todas las facetas de la sociedad son objeto tarde o temprano de su estilo mordaz, aunque siempre con sensibilidad y delicadeza.

randy

Después de varios discos más o menos exitosos –en ventas, no en reconocimiento de los suyos y los medios-, publica el álbum Little Criminals, en octubre de 1977. Llegaría a mi casa el año siguiente, es decir en plena efervescencia punk, sin embargo cuando sonaba, le prestaba al disco una atención que hasta a mi me sorprendía. De enterarse mis amigos, me renegaban. Ahora con el tiempo, me doy cuenta de lo maravilloso que es. Para la grabación de lo que es hasta la fecha su mayor éxito comercial, parte de las canciones fueron tocadas por músicos de Eagles. Como de costumbre, aborda un sinfín de temas, un asesino de niños, la policía, los enanos, la ciudad de Baltimore, etc. Short People subió como la espuma en los charts –no llegó a #1 porque enfrente tenía al Staying Alive de los Bee Gees-, a la vez que se hacía blanco de las criticas de una franja de la población que no entendió la ironía del propósito, que no era otro que denunciar la segregación contra la gente diferente. Y luego Baltimore, balada melancólica contra el crimen y el malestar de la población, y Jolly Coppers, tan hermosa, y Little Criminals, y Kathleen, y Rider in the Rain, etc… Wow, una obra maestra.

Lamentablemente sólo tengo dos canciones para ofrecerte, Short People y Baltimore. Disfruta…

 

Escucha Little Criminals, de Randy Newman