¿Cómo reconoces una obra maestra cuando llevas apenas tres minutos escuchándola? ¿Por qué sabes, cuando finaliza la primera canción, que un disco te va a acompañar el resto de tu vida, aunque no tengas ni para la luz del toca discos? La música no es ciencia, sólo una vieja receta de bruja desdentada y medio loca, que raras veces logra la justa proporción milagrosa de magia y emoción. La alquimia perfecta, la piedra filosofal que transmuta simples acordes en oro puro. Lost in the Dream, el tercer disco de The War on Drugs, es de estos discos elegidos para la gloria. Como no venda cien millones de ejemplares, es para desesperar.
The War on Drugs es una banda indie de Filadelfia, formada en 2005 por Kurt Vile y Adam Granduciel –Grandedelcielo en castellano-. Vile tenía un grupo, The Violators, al que se unió Colosodelcielo, pero pronto montaron su propia formación, The War on Drugs. A la hora de elegir un nombre, dudaron entre este y The Rigatoni Danzas. Hoy Enormedelcielo reconoce que tomaron la decisión correcta. Nadie en su sano juicio puede dejar un disco para la leyenda con un nombre de baile de pasta tramposa italiana. En aquella época los dos estaban muy metidos con la música de Dylan, una fuente de inspiración que se nota en cada uno de sus discos.
En 2008, sacaron su primer álbum, Wagonwheel Blues, con buena recepción en los medios y en los festivales. A la vuelta de una gira por Europa, Kurt Vile se marchó del grupo, porque no se quería sentir preso de una única banda y tenía planes para él solito. Estaba escrito que Kurt Vile no podía tomar dos decisiones correctas seguidas. Se fue y hoy no está en Lost in the Dreams. Buuuuuu.
En 2011, Adam Descomunaldelcielo, acompañado por el fiel bajista Dave Hartley, compone y produce el segundo disco, Slave Ambient. En la portada del disco, una foto tomada por el cantante en julio de 2009 en Zaragoza. De nuevo buena critica y acogida, pero no dejan de ser uno más dentro del estilo indie folk rock. Y luego al pobre Adam Gigantedelcielo la cae encima una dolorosa ruptura amorosa que le deja tocado.
Los músicos tienen suerte con las separaciones. Nosotros los simples mortales, nos consolamos echando por tierra las normas elementales de higiene de vida, hasta levantar cabeza. Ellos plasman su tristeza y melancolía en letras y melodías, sacan un disco y lo van a celebrar con los colegas, con cinco fans pechugonas haciendo cola. Con Lost in The Dream, Adam Inmensodelcielo va a poder cambiar de novia dos veces al día el resto de su vida, y sobrarán pretendientes. Publicado hace diez días, el tercer disco del grupo está ya en boca de todos. Es un álbum magistral y grandioso. Más de una hora de música épica en tan solo diez canciones –el vinilo es un doble disco, lo estoy esperando, yujuuuuu-. Dos años de trabajo para lo que se avecina como el disco del año, del lustro, de la década, del periodo que quieras. Me lo pongo en bucle desde ayer. Huele a Springsteen, a Dylan, a Tom Petty, a Dire Straits. Huele a grande y a leyenda. Sabe a bruja satisfecha por haber recobrado la memoria durante un instante. Rock’n’Roll.
Discarral
Total!
Ya tengo el vinilo, por dios qué guapo el dobledelcielo. Under the pressure…
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Pero cómo me gusta tu blog, Fiouck! Cómo me identifico con esa pasión (no sólo por The War On Drugs: hablo de la música en general), y con esa incapacidad para contar en menos de 500 palabras lo mucho que nos importan esos discos, esas canciones.
Te dejo un enlace a mi revisión de «An Ocean In Between The Waves», para que te reconozcas -estoy seguro- en algunos de esos tics, y prometo, ahora que he descubierto tu blog, empezar a recorrer el camino inverso hasta llegar al feliz día en que se te ocurrió el muy loable propósito de escribir sobre estos 1000 discos.
http://thesongswelove.wordpress.com/2014/05/12/an-ocean-in-between-the-waves-the-war-on-drugs/
Heya! Muchas gracias por tu comentario! Son de los que dan ánimo para seguir. Esta noche me meto en tu blog, a ver cómo lo sientes y lo cuentas tú! Ciao Suizo (por decir algo:-)
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Si no sonaran taaaaaanto a Dire Straits me gustaría más, aunque reconozco que musicalmente es muy bueno ese Deja Vu me deja mal sabor de boca….
Estoy de acuerdo en que suenan a Dire Straits, pero un Dire Straits que se hubiera propuesto hacer música buena, cosa que no pasó nunca
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A mi me suena a Tom Petty, al Boss y forzando un poco más al electro-Dylan… Pero no lo veo eso de los Dire Straits. A quien si se parece es en Deacon Blue.
Tom Petty, el Boss y Dylan, algo sí hay, pero Deacon Blue (que conozco muy bien y tuvieron su entradilla aquí mismo)? En cuanto a Dire Straits, vamos, ‘ta clavao!