Y una de barba, una. Con el sombrero de Indiana Jones, el cigarro de Corto Maltese, y Rocinante –o Jolly Jumper, para seguir con la imaginería cómic- paciendo plácidamente bajo la luna, en medio de las grandes llanuras americanas, Lord Huron velando por la serenidad del momento, imaginando una nueva melodía cósmica para un próximo álbum, necesariamente hermoso y lírico.

No conocía a Lord Huron hasta hace poco, cuando me topé con él en el blog Thesongswelove –algo así como la vertiente enciclopédica de undia-undisco.net, alimentado por el único tipo, Mr Suizo, que se molesta de verdad con la música-. Hablaba de The World Ender, el single extraído del próximo disco de Lord Huron, Strange Trails, que saldrá a la venta el próximo día seis.

Es escuchar esta canción y quedar atrapado, podría ponerla en bucle todo el día. Me recuerda lo que sentí con los primeros acordes de Under The Pressure, de The War On Drugs. Me parecen temas perfectos, por ofrecer todo lo que le pido a una canción: emoción, épica, ritmo, belleza.

Strange Tails no es su primer álbum. Antes, en 2013, Ben Schneider –así se llama en realidad Lord Huron– había publicado Lonesome Dreams. Y pregunto: ¿cómo se te ha podido escapar esto, Tomate idiota? Y yo qué sé –cierto, siempre contesto lo mismo, comodín infinito-. Lonesome Dreams es una pequeña joya de folk habitada e invadida por los grandes espacios llanos, los paisajes lunares de las pre Rocosas, con tus propios limites de horizonte.

Huele a vaquero solitario, conduciendo rebaños de miles de vacas, durmiendo al raso la cabeza reposando en la silla y pistola en mano, al lado de una pequeña hoguera donde con un poco de suerte calentará el café –te has fijado en que en las películas del oeste nunca llueve de noche, hombres con suerte-, pensando en su próxima borrachera y pelea en el saloon del pueblo a tres días de viaje.

Música elegante y talentosa, llena de fuerza y energía. Lord Huron, a medio camino entre el trotamundos estirado y el aristócrata hippie, es un soñador impenitente. Frente a la naturaleza despojada de cualquier adorno si no es su propia inmensidad, Lord Huron nos transporta con baladas bucólicas y líricas, atmosféricas y sublimes. Grande.

[Te dejo con cinco canciones de Lonesome Dreams y con la famosa The World Ender, del próximo. Good Fiouck.]