2 de Julio de 1980. El Football Club de Nantes es campeón en Francia por 5ª vez, la liga ha terminado, huele a vacaciones, sólo algunos jugadores siguen vagueando en las instalaciones del Club. En esta mañana soleada, el Club recibe una llamada del manager de Bob Marley. El jamaicano está en la ciudad -principal puerto negrero francés, todo un símbolo- ya que por la noche se dispone a dar un concierto con los Wailers ante 20.000 personas.
El manager formula una curiosa solicitud: cuenta que Bob y sus músicos tienen un poco de tiempo libre y que les gustaría jugar un pequeño encuentro contra los campeones de Francia. Bob ya es medio Dios en esta época, así que cinco jugadores aceptan de inmediato, entre otros Henri Michel, jugador mítico del equipo y entrenador de la selección nacional gala que llegó hasta semi-finales en el mundial de 1986 en México.
En frente, Bob Marley en el ataque, y detrás Al Anderson, Junior Marvin, y los hermanos Barrett, Carlton y Aston. Y los del Nantes lo pasan francamente mal. No lo sabían, pero los Wailers son auténticos locos del fútbol, juegan desde pequeño, cada vez que tienen dos minutos sacan una pelota y juegan. El partido dura 45 minutos, dos veces van por delante en el marcador, y sólo al final poniendo toda la carne en el asador los galos logran una victoria pírrica. 10 meses más tarde, Bob Marley fallecía en su Isla, y el Nantes tropezaba en casa empatando contra el St Etienne, que le arrebató la liga por 2 puntos.
El 21 de mayo, Bob Marley recibió un funeral de estado en Jamaica. En el discurso fúnebre, Edward Seaga, Primer Ministro jamaicano, resumió así el legado del músico : “Su voz fue un grito omnipresente en nuestro mundo electrónico. Sus rasgos afilados, su aspecto majestuoso y su forma de moverse se han grabado intensamente en el paisaje de nuestra mente. Bob Marley nunca fue visto. Fue una experiencia que dejó una huella indeleble en cada encuentro. Un hombre así no se puede borrar de la mente. Él es parte de la conciencia colectiva de la nación.”
Bob Marley fue, es y será inmenso, para siempre.
En 1984 se publicó Legend, el álbum recopilatorio del que se vendieron veinte millones de ejemplares en el mundo, el disco de Reggae más vendido de la historia. Pero retrocedamos un poco, y quedémonos con Babylon by Bus, el doble disco grabado en el concierto que Bob Marley & The Wailers dieron en 1978 en Paris, durante la gira Kaya, del nombre del álbum sacado este mismo año. Todas fabulosas canciones, interpretadas por unos Wailers pletóricos, en unas versiones extendidas -lo bueno de los conciertos- y ligeramente más rock que las originales. “Positive Vibration”, “Exodus”, “Stir it up”, “Jammin”, himnos definitivos al amor y la paz.
«Is this Love«? This is Bob.
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Qué bonita anécdota. Y qué bien narrada 😉
Pues discrepo su señoría, es la típica entrada que me mosquea, de lo mal escrita que ha quedado, pero el blog tenía un mes, poco a poco.
Pero en fin, te dejo el coche en el paseo de gracia, a la altura del número 40, la llave estará en el tubo de escape 🙂