Dionne Warwick ya llevaba tiempo cantando cuando yo nací, –pa’que veas que no hace tanto-. Ella siempre ha estado por ahí, no muy lejos de aquellos que vivimos con música. Esto no quita que, hasta escribir esta entrada, me costaba poner una canción sobre su nombre. No es Aretha Franklin o Nina Simone, ni tampoco Billie Holiday. Sería más de la pandilla de las Etta James o Gladys Knight: sabes que han sido grandes, pero el altar es pequeño y cuando se sube una, otra tiene que quitarse de en medio. En el primer empujón allí arriba, Dionne Warwick derrapó y se cayó al vacío, pero por suerte el cuerpo inerte de Burt Bacharach hizo de colchón; pudo ponerse de pie y seguir con su vida, en Brasil, digna y felizmente, alejada del mundanal de sus primeros años.
¿Qué pasó realmente? Fiouck ha investigado, pipa electrónica en mano, a ver si es que más que empujón casual, resultaría ser un codazo intencionado, para quitarse de encima a una competidora. Pero no, al final sólo fue víctima de una mala racha, en los 70’s, que la apartó prematuramente de los focos. Quebró el sello que la llevaba acompañando desde el principio –Scepter-, despidieron a su “protector” en la nueva discográfica nada más firmar con ella –Warner-, y last but not least, el artífice de sus éxitos, el famoso dúo Burt Bacharach y Hal David, se separó.
Como siempre, para que se publique aquí una historia que acaba regulin, tiene que haber empezado bien, con el hada buenorra repartiendo su cupo de felicidad a dedo. Dionne, que todavía se llamaba Warrick, había nacido en un entorno musical, en 1940. Su madre era Manager de The Drinkard Singers, grupo góspel de los 50’s, y su padre era promotor del sello Chess Records, también especializado en góspel. Aún así fue un golpe de suerte lo que convirtió a Dionne en máquina de cash.
Había montado una primera banda con su hermana Dee Dee y su tía, Cissy Houston –futura madre de Whitney-, The Gospelaires, que había logrado pequeños contratos para acompañar a algunos artistas que apuntaban alto, como Ben E. King o The Drifters. Un día que estaba haciendo de corista para este último grupo, pasó Burt Bacharach por el estudio, y se quedó cautivo de la voz de Dionne Warrick. Corría el mes de febrero de 1962.
Y tú, ¿nos vas a decir who the fuck es Burt Bacharach, por fin? El amigo Burt –parece un eructo- fue cantante, pianista, letrista, compositor y productor de media vía láctea musical, en los años dorados de la música pop y soul de los 60’s. Le deben éxitos un montón de estrellas –The Shirelles, The Carpenters, Dusty Springfield, Tom Jones, etc-, y sus canciones han sido interpretadas por una cantidad abrumadora de artistas. Pero es con Dionne Warwick que se va a lucir, con su comparsa Hal David. Primero con Don’t Make Me Over, que sale en 1962 y que significa para Dionne, no sólo su primer éxito, sino un cambio de apellido. El disco salió con una errata, de Warrick pasó a llamarse Warwick.
Durante doce años más, Dionne Warwick y el dúo Bucharach & David van a crear y llevar a la cima un montón de hits. En total se estima que esta cantante ha vendido alrededor de cien millones de discos, hecho que no impidió que después de muchas batallas contra el fisco americano, tuviera que ampararse en la ley de bancarrota US, para salir “aireada” de la persecución.
Dentro de su enorme repertorio, destacan en especial dos canciones. La primera es I Say A Little Prayer For You, posiblemente la más conocida de todas, sobre todo teniendo en cuenta que ha sido interpretada por las más grandes voces y, en el caso de Aretha Franklin, casi apropiada como tema propio -en youtube esta última suma más de cincuenta millones de visionados, por los pocos millones de Dionne-. Pero el tema que se va quedar como LA canción de Dionne Warwick, es Walk On By. Escrita y compuesta por Bucharach en 1964, si bien no llega al #1 de las listas en los US, sí ha entrado desde entonces en el Grammy Hall Of Fame, y se la considera como una de las obras más importantes de la música popular del siglo XX. Ha sido interpretada por cientos de artistas –Aretha Franklin la primera, cual ladrona de repertorio-, y versionada por decenas de ellos también –yo escuchaba la versión de The Stranglers en mi época punk, me chiflaba, y no tenía ni idea de que no era de ellos-.
Te dejo con los dos temas mencionados, y un bonus extra, dos versiones de Walk On By, la de los estranguladores, y otra legendaria, de Isaac Hayes, de doce minutos de duración.
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