Pues ya he ido. A ver a los Minions digo. Soy fan incondicional de estos vivarachos bichos. Es gozoso verles repartirse soplamocos y cariñitos, usando un lenguaje mitad infantil mitad esperanto, siempre en busca de un villano que seguir o una banana que zampar. Un derroche de ocurrencias geniales y escenas hilarantes que les hace irresistibles. Coge a tu nieto y tu abuelo de la mano y corre a verles, son 80 minutos de carcajadas sanas.
Y madre mía la banda sonora. Smashing Pumpkins, The Doors, Jimi Hendrix, The Spencer Davis Group, The Kinks, The Who, Rolling Stones, Aerosmith, Madness, Donovan, Van Halen, y como no, los cuatro sosos de Liverpool. Divertida es la escena en la que se vislumbran las piernas de los Beatles cruzando una calle en un paso peatonal -ya sabes- y pisando una cabeza amarilla justo cuando ésta intentaba volver a la superficie por una alcantarilla.
En otro momento, se puede escuchar Happy Together, de The Turtles. No la había oído en muchos, muchos años. Siempre es agradable dar un salto atrás en el tiempo con estas canciones que huelen a playa y saben a merienda con pan, mantequilla y Nutella, el culete tranquilamente sentado en la toalla -te querías morir cuando la susodicha rebanada se caía en la arena-.
Corría el año 1967 cuando The Turtles se pusieron la corona con esta canción durante tres semanas, desbancando a, olé, Penny Lane, de los aplastadores de Minions. Cuatro años llevaban Howard Kaylan y Mark Volman corriendo -es un decir con un nombre así- detrás del éxito, después de empezar con una banda de surf music llamada The Crossfires, más o menos cuando yo empezaba a berrear en busca de la teta materna. De saberlo, pedía Nutella.
Fue el sello con el que firmaron en 1966 quien les hizo cambiar de nombre. ¡Lo que unos están dispuestos a aceptar para triunfar! Las Tortugas… Se dieron a conocer con una versión de It Ain’t Me, de Bob Dylan. El año siguiente, después de Happy Together, estuvieron a punto de repetir la hazaña con She’d Rather Be With Me, que se quedó como #3.
En 1968 sacaron el álbum concepto The Turtles Present The Battle of the Bands, en el que las doce canciones, todas de un estilo diferente, desde música surf hasta el bluegrass, parecen ser interpretadas por un grupo distinto. En la portada salen todos los músicos con frac, como si fuesen los presentadores de la batalla de las bandas. Realmente, más que presentadores, fueron espectadores de la debacle. El álbum no funcionó y originó cantidad de problemas jurídicos y financieros que fueron el principio del fin. Se disolvieron en 1970, después de un último disco, Turtle Soup. Hasta en la sopa.
Kumbaya!
Banana! Para tu!