Hacía mucho que no le prestaba atención al doodle de google del día. De tanto cambiarlo al final se hace invisible. Pero hoy me cogieron de la mano para que pudiera ver la animación, divertida. De paso me interesé por el músico que salía en ella.

A primera vista parecía Mozart, cuando todos sabemos que el estreno de Las Bodas de Figaro fue el uno de mayo de 1786, no el cuatro -a que lo sabías, ¿verdad?-. Entonces ¿quién podía ser este hombre con peluca de bigudis blancos bastante poco rock’n’roll? Tachaaaan… Bartolomeo Cristofori. Descuida, ni yo. Sin embargo a este señor se le atribuye el invento del piano, nada menos. Según las fuentes, allá por 1698. Un crack el tío.

Seriamente, ¿qué sería de nuestras vidas sin este instrumento? Pocos objetos consiguen hacerla tan hermosa cuando suena. No en manos cualquieras, claro. Si las manos pertenecen a Ludovico Einaudi, entonces la emoción está asegurada. El italiano, nacido en 1955 en Turín, es fan de la Juve se ha hecho grande de forma repentina gracias a la película Intocable, aunque ya tenía una legión de fieles en toda Europa desde los noventa, cuando el cine de Nanni Moretti llamó a su puerta.

Ludovico Einaudi tiene un apellido que pesa como una cruz de camino al Gólgota. Es nieto del primer Presidente de la República Italiana (1948) e hijo del fundador de una de las más prestigiosas Editoriales del país. Pero a él le importa un bemol las historias familiares, lo suyo es el piano, desde pequeño. Tuvo la suerte de aprender durante cuatro años de Luciano Berio, el gran maestro italiano de las composiciones vanguardistas y experimentales.

Pero rápidamente Einaudi sintió que el estilo riguroso y serio de los Boulez, Stockhausen y compañía le encerraba en una cárcel, y se hartó de componer obras que sólo se interpretaban un par de veces para un público limitado. Prosiguió su carrera hacía un estilo más minimalista, más melódico que el de John Cage o Philipp Glass, y menos despojado que Satie. Así fue como el cine empezó a interesarse por él.

El primero fue Nanni Moretti, cineasta transalpino –buf, escribo como los periodistas, fatal- un tanto iconoclasta, palma de oro 2001. En 1997 incluyó tres obras del pianista en su película Aprile. Italia se enamoró de este músico difícilmente clasificable. Luego fue el UK quien se rindió a su música gracias a la pieza Fuori dal Mondo, incluida en una de las mejores películas inglesas de la última década, This Is England. UK, a parte del rock, es también la patria del cine social comprometido, a veces violento, otras veces tiernas, siempre crudo. This Is England es un pedazo de película que se debería de proyectar en todos los colegios europeos.

Y finalmente terminó de conquistar Europa para situarse a la altura de ilustres predecesores suyos como Michael Nyman, Win Mertens o Yann Tiersen, por haber firmado la BSO de Intocable. Según relata, cuando contactaron con él Toledano y Nakache, los realizadores del mega hit de 2012, se negó. No entendía cómo su música podía servir de colchón a una comedia. Pero los dos cineastas –que habían descubierto al pianista gracias a la función Genius de iTunes, que les propuso escuchar a Einaudi cuando estaban deleitándose con Nyman– insistieron, con la ayuda de su mujer, hasta que al final aceptó el reto. Fue el primero en ver el montaje final, incluso antes que los productores. Se rió y se emocionó, como dios manda.

Te dejo con la muy bonita Fuori Dal Mondo, sacada de la película This Is England. Muy representativa de la obra de Ludovico Einaudi.