Siempre me ha gustado presumir de haber escuchado, de chaval, música diferente. No tengo don especial para nada, pero de joven se me daba bien descubrir grupos y músicos fuera de los decretos promulgados por la industria y los medios afines. Artistas que eran los que realmente hacían avanzar las cosas y con los que la música evolucionaba. En 1981 se publicó un álbum que tuve a bien comprar pero que, poco después, bien me robaron, bien me sustrajeron, bien me quitaron, bien me mangaron. Otra opción no veo, porque con los vinilos tengo especial cuidado.
[Si me permites, voy a dirigirme al impresentable que me lo robó, pero si tus oídos son castos, salta al próximo párrafo. Allá voy: tú, capullo infame y mediocre, sepas que treinta y tres años después sigues siendo un mierda sin nombre.]
En fin, Tomate, sé fuerte… A lo que iba, en 1979 Some Bizzare Records, un sello independiente de UK que venía trabajando con B-Movie, dio con varias bandas emergentes a la vez y decidió sacar un álbum, Some Bizzare Album, con una recopilación de canciones de todos estos grupos que empezaban su andadura sin saber muy bien a dónde ir. Depeche Mode, B-Movie, The The, Blancmange, Blah blah blah, Neu Electrikk, Soft Cell y algunos más. Aquel disco fue muy importante, porque no sólo mostró una dirección nueva, sino que ofreció un trampolín inesperado para algunas bandas que luego marcaron su época.
La canción de Soft Cell que eligió el sello para el álbum, The Girl With The Patent Leather Face, no era la primera del dúo ya que poco antes habían publicado un EP llamado Mutant Moment. Pero el tema apuntaba alto en el genero synth pop new wave. Y cuando a alguien se le ocurría ponerla en nuestras fiestas, la pista de baile tardaba mucho en llenarse. Era buena señal.
El dúo lo habían formado Marc Almond y Dave Ball en Leeds a finales de los 70. Fijate si eran disruptivos que lo llamaron Smartphone Suave –bueno, es una de las posibles traducciones de Soft Cell-. Se producían en la escuela de Arte de la que eran estudiantes, montando shows en los que mezclaban música de cabaret y poesía. Ya. Duele, ¿eh?
En 1981, después del episodio de culto Some Bizzare Album, publicaron Memorabilia, una de las primeras canciones house de la historia y con la que se hicieron un nombre a nivel internacional. El mismo año sacaron Tainted Love, versionando con los sonidos propios de la época el tema epónimo que Gloria Jones cantaba en 1964. Esto fue uno de los grandes BUM de mi juventud. Un antes y un después, posiblemente el tema más caricaturesco de estos primeros años modernos de los ochenta. En su genero, una maravilla, que no me importa nunca volver a escuchar.
Luego encadenaron éxitos, aunque nunca a la altura de Tainted Love. Entre otros mi preferida de la banda, Where Did Our Love Go, un tema en el que mezclan Tainted Love con uno de los grandes éxitos de The Supremes –nada menos que la #475 en la lista de las 500 canciones más grandes de la historia de Rolling Stones-. Y Torch, Say Hello Wave Goodbye, Bedstitter, etc.
En 1984 dieron por finalizada su colaboración. Marc Almond emprendió una carrera en solitario –entre otros, y lo peor es que me estoy enterando a medida que escribo esto, montó el grupo Marc and the Mambas con Matt Johnson, mi héroe de The The– y hoy sigue por ahí moviendo el culete. Ajem, feo Tomate. En cuanto a Dave Ball, también lo intentó. No le duró mucho la aventura, pero dejó para la posteridad una de mis canciones de culto, de estas que tengo en la mesilla de noche. Dentro de poco si te portas bien te la presento.
Si me hubieran preguntado de quién era Tainted Love hubiera contestado sin dudar: Depeche Mode! Junto con Where did our love go? La habré cantado un millón de veces!
Así que no menosprecies tu talento, tomate.
Además este año gracias a tí conocí a Owen Pallet, que ya está en mi playlist 😉
Confusión de juzgados! Pero estás perdonada, por lo de Owen Pallett. Debiste ir al concierto que dio en Madrid el pasado doce de diciembre, inolvidable.
Yo no lo perdono, confundir la voz de Marc Almond y sonido con la de Depeche….,
Vale, perdonare.. no porque es navidad, sino porque yo también soy seguidor de Owen gracias a Tom ate.
Soft Cell en mi reproductor perpetuo (y vinilo), y The The en mi ALTAR. Juntos? que raros, no buscaré como suenan por si acaso, aqui las matemáticas de mas x,mas seguro que es menos (por cierto fiouck dame tu opinión del Uncertain Smile en su tan diferente versión maxi)
Gracias y un saludo!!
Buf, ahí llamas a la mística casi:-)
Descubrí Uncertain Smile precisamente en su versión maxi. así que le tengo un cariño especial. Y sólo por durar el doble me chifla:-)
La única pega es que no tiene el puente de piano de Jools Holland, por lo demás, una joya eterna.
Totalmente de acuerdo contigo, uno de los grandes temas para siempre.
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