El abismo de la página en blanco. Hay días así, directamente no veo qué grupo se merece que me ponga mano a la obra. Esta mañana escuché a no menos de doce novedades, todas folk o electrónica, paso. Saqué mi chuleta, pero… ¿Fiouck, me podrías decir WTF hace Dire Straits ahí? Luego miré en mi colección de CDs y vinilos, con la sensación de estar quemando mi último cartucho, pero quitando a los franceses que sé que te aburren por falta de referencia, ya están todos metidos. Buf. Tuve que darle a un viejo recopilatorio ochentero –yaaa, no me chilles-, donde estaba Heaven 17.
Sólo me gusta una canción de este grupo synthpop UK, al resto lo podrías atribuir a cualquier banda de la época, léase Human League, ABC, OMD, B-Movie, Ultravox, Duran Duran, Yazoo, y nadie se inmutaría, quitando al más ochentero de mis amigos, que se va a indignar por lo que sigue. Paco, pago yo la primera ronda.
Fascist Groove Thang. La canción en cuestión, digo. Oda llena de fiel hacia el payaso de Hollywood que el azar había colocado en el sillón de la Casa Blanca, Ronald McDonald Reagan. Corría el año 1981, Heaven 17 había nacido de la escisión de The Human League, y ambos grupos habían iniciado una carrera bastante motivada por el resentimiento de Craig Marsh y las ganas de vender más discos que el otro.
Ganó The Human League con holgura. Basta con ver el número de visionados de los principales hits de ambos –no he encontrado otra unidad de medición que refleje tan bien el éxito de un artista-, los más de 30 millones alcanzado por Don’t You Want Me multiplican por cincuenta la suma de todos los views de Heaven 17. Aún así sigo prefiriendo Fascist Groove Thang, aunque no lleguen ni a 170.000 las dos versiones disponibles en youtube.
La estoy escuchando en bucle, es simple pero efectiva. Y quien se mete con Reagan no puede ser mala persona, di que sí. Los ingleses no se equivocaron, porque a pesar de haber sido censurada por las radios por la letra en la que se comparaba al cowboy con una divinidad fascista, entró en los charts. A Craig Marsh, que no se esperaba que el tema pudiera funcionar, le dio un subidón. Que no tardó mucho en desinflarse.
Porque a partir de ahí Heaven 17 cayó en la trampa de querer copiar a toda costa a The Human League y luchar en un terreno minado. Pones a dos personas ante un no man’s land con 100 minas, pídeles que lo crucen –enséñales la pistola si se niegan-, uno llegará al otro lado sin despeinarse, el otro no parará de detonar todos los artefactos mortales. Esta es la historia de Heaven 17 frente a The Human League.
Sacaron siete álbumes de estudio, de 1981 a 2005. Cada uno era un poco peor que el anterior. A mi juicio poco hay que rescatar. Quédate con Fascist Groove Thang, de verdad sorprendentemente buena.
¿’Temptation’, nada de nada?
Mff….